lunes, 12 de octubre de 2009

Rumbo a Ninive.

Jonás fue un profeta escogido por Dios para predicar a la ciudad de Ninive, esta ciudad antigua estaba llena de injusticias e inmoralidades, rendían cultos a dioses falsos y vivían de mitos y supersticiones, el Ninive estaba totalmente alejado del culto al único Dios verdadero. La historia cuenta que Jonás al recibir este llamado se sintió perturbado y supongo que Ninive representaba para Jonás un peligro.

Evadiendo la encomienda el profeta tomo un barco en dirección contraria rumbo a la ciudad de Tarsis, y aunque dentro del relato no se describe el modo de vida en Tarsis quiero suponer que para Jonás la ciudad de Tarsis no representaba ningún peligro ni problema, la biblia no explica si Jonás se dirigía rumbo a Tarsis por huir del mandato de Dios ó por huir de la maldad de Ninive.

En medio de esta travesía hacia Tarsis una tormenta en el mar puso en peligro la vida de aquel barco por lo que el profeta confiesa a sus compañeros de viaje como es que había rechazado aquella tarea de Dios, por esta desobediencia de Jonás sus compañeros lo arrojan al mar y tras esto el profeta es ingerido por una ballena la cual lo vomita en las orillas de las playas del Ninive, así fue como el profeta predico en el Ninive para arrepentimiento y aquel pueblo realizo ayunos, oración y se volvió de sus malos caminos y aquella ciudad encontró misericordia ante los ojos de Dios y se salvo.

Lo interesante del relato del libro de Jonás es el modo en que nosotros podemos vernos reflejados en las actitudes del profeta, pues nosotros también como iglesia hemos recibido la encomienda de Dios de instruir a los malvados y perversos para que dejen sus malos hábitos. Si nosotros decidimos como Jonás y nos embarcamos rumbo a Tarsis esto sería parecido aquello que dijo Jesús: “Los sanos no tienen necesidad de medico”, pero si decidimos tomar la encomienda de Dios y partimos rumbo a “Ninive” estaremos corrigiendo fraternalmente a un pecador.

Lo más importante de este libro a mi modo de ver, es que Dios ha dado un don a todos los hombres para que con esto su prójimo beneficie, si en nuestras manos está el mensaje del evangelio me parece que la historia de Jonás nos enseña que con nuestro hablar un pecador puede volver de sus malos caminos y encontrar salvación ó que por el contrario puede perderse en su maldad sin darle el beneficio de la corrección y reconciliación por culpa de nuestro silencio.

Así que deberemos poner los ojos sobre los enfermos y pecadores, sabiendo que siempre dará más trabajo buscar las ovejas perdidas del “Nínive”, a procurar las ovejas que viven dentro del redil.