lunes, 2 de noviembre de 2015

31 de octubre

Esta reflexión la escribí una noche 31 de octubre, día de Halloween. Mientras miraba por redes sociales las fotos de algunos amigos disfrazados, recordé un comentario de Frank Morera; "31 de octubre, día de Halloween pero también día de la reforma protestante. Un día como hoy se inició una gran división en el cuerpo de Cristo, la Iglesia".
Algunos amigos evangélicos consideran la reforma como un progreso, una depuración del cristianismo, alegando que la Biblia fue llevada al pueblo, a la libre interpretación, pero irónicamente, estos mismo, cuando no están de acuerdo con su grupo cambian de congregación, de pastores o incursionan iniciando su propia congregación al no sentirse cómodos en ninguna, defendiendo "la sana doctrina" (eso dicen todos).
El mismo Martin Lutero, padre la reforma protestante, tuvo que construir dos catecismos para que los protestantes no mal interpretaran la Biblia, por desgracia, Lutero no pudo detener el sectarismo dentro del protestantismo. La diferencia entre ser protestante y ser evangélico reside que los grupos protestantes son aquellos que se formaron tras romper con la Iglesia Católica; Luteranos, Calvinistas, Anglicanos, y los evangélicos surgieron dentro de grupos protestantes; Metodistas, Pentecostales, etc.  
El mundo evangélico es distinto al mundo católico aunque ambos son cristianos. Para ellos una discusión teológica puede ser asunto de "vida o muerte", "cielo o infierno". Bajo su creencia la salvación esta solo en lo que creen, si lo que cree está mal podrían estar condenados y bajo su doctrina no hay purgatorio; o es cielo o es infierno. El mundo evangélico carece de una unidad pastoral que interprete y enseñe el cristianismo de un mismo modo y una misma forma a lo largo de todo el mundo en una misma Iglesia. El pensamiento entre un evangélico pentecostal es sumamente distinto al de un bautista o un protestante anglicano, los cultos no son iguales. Se estima que existen 25 mil denominaciones cristianas diferentes.
El mismo Ratzinger antes de ser nombrado Papa, afirmaba que el protestantismo trajo una revolución del pensamiento, y es verdad, hoy mucha gente sin ser protestante o evangélico cree en un Dios personal con horarios exclusivos para el individuo, y duda o no cree en un Dios que se expresa por medio de una liturgia o una acción colectiva como lo cree el catolicismo, el cristianismo ortodoxo de oriente o el judaísmo más antiguo.
¿Que podríamos hacer como católicos para evitar el sectarismo y descansar en la doctrina católica?. Debemos formarnos, nadie puede defender algo que desconoce o no entiende. Si todas las denominaciones cristianas "fuesen como países", la Iglesia Católica seria como una potencia teológica, un mar basto de conocimiento capaz de responder las inquietudes del espíritu humano. Muchos católicos permanecemos ignorantes, equivocadamente pensamos que nuestra Iglesia solo es un cúmulo de supersticiones y tradiciones inútiles que nadie entiende, esto no es así.

Termino con un comentario que lei en redes sociales; "invitas a los católicos a la lectio divina y no van (esto es, reflexionar en torno a la lectura de la Biblia), se van de la Iglesia, se congregan en un grupo evangélico y dicen: ¡cuando era católico no leíamos la Biblia!". La ignorancia y soberbia genera sectarismo, la humildad y amor a la Verdad nos llevara a la unidad. Cristo instituyó solo una Iglesia.