En un poblado había tres hombres, uno tenía todo, otro tenía poco y otro no tenía nada, en una ocasión un amigo de estos tres les compartió una anécdota; “Salí de casa hoy, pero mi automóvil se detuvo camino al trabajo, así que tuve que caminar muchísimo”, entonces quien tenía todo dijo; “Que desgracia, de seguro te retrasaste”, quien tenía poco dijo; “Que afortunado eres de tener; casa, automóvil y trabajo en estos tiempos”, y al que le faltaba todo dijo; “Lo bueno es que aun puedes caminar”. La anécdota fue interpretada de forma distinta según el contexto de cada persona.
Dentro del antiguo testamento podemos encontrar en muchas ocasiones versos como estos; “Yo soy tu Dios, que te saco de la esclavitud de Egipto, si guardas mis mandamientos tu tierra será prolifera y derrotaras a todos tus enemigos, pero si no guardas mis mandamientos, tu ganado morirá, tu tierra secara y los extranjeros te dominaran”. Quizá para nosotros leído desde esta época de la historia nos podría sonar extraño que Dios se manifieste de este modo, porque no somos esclavos de Egipto ni de nadie, y como aquel hombre que tenía todo tal vez solo leamos en este texto la desgracia ó la amenaza, pero trasladándonos al tiempo de la liberación de Israel en la esclavitud de Egipto, ó más bien leyéndolo como quien no tiene nada y esta privado de su libertad, la esperanza está en la abolición de la esclavitud; “hay que guardar la ley, por fin somos libres”.
Así también leemos que Dios pidió a Abraham el sacrificio de Isak, para nosotros esto puede sonar una calamidad, pero para Abraham que vivió entre culturas paganas antiguas donde era común sacrificar al primogénito y ofrecerlo a los dioses tal vez no era novedad, la novedad para Abraham leyéndolo como quien no tiene nada, estando rodeado de creencias paganas, es que este Dios ha substituido los sacrificios humanos por el sacrificio de animales, “mira como nos ama este Dios” diría Abraham; “ha perdonado la vida de mi hijo”. Para nosotros que lo tenemos todo; el amor del Padre, el sacrificio de Cristo y los mártires de la Iglesia, no podemos concebir esta solicitud de Dios porque vivimos en una sociedad evangelizada alejada del paganismo y supersticiones del tiempo de Abraham.
Lo que quiero terminar de exponer es que no creamos que la biblia tiene dos dioses distintos, uno sanguinario y justiciero para el antiguo testamento y otro misericordioso y lleno de bondad para el nuevo testamento. Dios ha estado lleno de bondad, misericordia y amor desde siempre, Dios ha creado al hombre por amor y dijo que era bueno, y por esto nos ha llamado a la evangelización de todas las naciones, para que todas crezcan en el conocimiento de su voluntad por medio de la Fe.