Un judío, llamado Apolo, originario de Alejandría, hombre elocuente, que dominaba las Escrituras, llegó a Efeso. Había sido instruido en el Camino del Señor y con fervor de espíritu hablaba y enseñaba con todo esmero lo referente a Jesús, aunque solamente conocía el bautismo de Juan (el bautista en el Jordan). Este, pues, comenzó a hablar con valentía en la sinagoga. Al oírle Aquila y Priscila, le tomaron consigo y le expusieron más exactamente el Camino (Hechos 18:25, 26).
En este pasaje podemos leer sobre un personaje hebreo llamado Apolo, este es mencionado como judío que creía en el papel Mesiánico de Jesucristo para Israel, y proclamaba la noticia a sus hermanos los hebreos. No cabe queda, que Apolo es mencionado como un conocedor profundo de los Textos Sagrados, incluso que conocía parte de las enseñanzas de Jesucristo, pero que su enseñanza era incompleta. Debo mencionar que en un principio a los creyentes se les conoció como los seguidores de “El Camino”, despues “Cristianos”, y es San Ignacio de Antioquía (muere 107 d.C.) quien se refiere a la Iglesia como “Catolica” que significa “Universal”, osea que no distigue razas, ni lenguas. Por esto, el libro de los Hechos afirma que Apolo fue instruido en “el Camino” del Señor, refiriendose a que conocía las Enseñanzas de Cristo.
Aquila y Priscila son dos personajes mencionados, estos, fueron discipulos del apostol San Pablo, teniendo este último una relación estrecha con los doce Apostoles instituidos por Jesucristo. Aquila y Pricila toman consigo al bien intencionado Apolo y exponen mas a detalle las enseñanzas de Cristo. Es interesante observar que en el caso de Apolo, no se toma como garantia de acierto que, solo por dominar las Escrituras, creer en Jesús y anunciarlo con valentia, no solo por esto, las predicas no van a contener desasiertos. Apolo es descrito como un hombre con todos estos atributos, pero su predicación es descrita como incompleta. Sin duda, si nos miraramos a nosotros mismos dentro de la sinagoga donde Apolo anunciaba a Jesus, muchos de nosotros confiaríamos en que el anuncio de Apolo es una enseñaza de Jesus que es mostrada a nosotros completa, sin estar a medias ó mal intepretada.
Dice el ultimo verso de este fragmento citado: “Al oírle Aquila y Priscila, le tomaron consigo y le expusieron más exactamente el Camino”. Aquí estamos ante un paso importante, y es que si nos ponemos en los zapatos de Apolo debemos tener humildad para reconocer el error, aunque lo mas comun es la soberbia. Si nos ponemos en los zapatos de Aquila y Priscila debemos tener el conocimiento para poder educar a otro en la enseñanza correcta. A fin de cuentas, no se trata de afirmar que cada quien que crea lo que mejor le parezca para asi evitarnos discusiones que pensanos que no nos llevan a nada bueno. Cuando relativisamos la doctrina de los Apostoles, tambien relativisamos los Sacramentos, pues este Apolo creia solamente en el bautismo de Juan, y no conocia el bautismo de la Nueva Alianza: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espiritu Santo.
Hoy, muchos conocedores de las Sagradas Escrituras, que se dicen discipulos de Jesucristo, y que lo anuncian con Valentia, no creen en la Eucaristia. Relativisar la doctrina de los Apostoles es relativisar los Sacramentos, ni mas ni menos. Hay que anunciar con valentia aquello que es correcto y que es completo, en la corrección fraterna.