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domingo, 31 de enero de 2010

Religión y Estado

¿Hemos observado la creación con claridad? ¿Nos hemos detenido para reconocer las jerarquías y organización de las creaturas?, si miras el reino animal reconocerás que dentro de las manadas siempre habrá un líder, entre los leones, los búfalos o los elefantes, habrá uno que guía al grupo. Existen también jerarquías dentro los insectos, las hormigas, las abejas, las mariposas y las termitas, formando comunidades organizadas. ¿Has visto de qué modo los animales construyen?, se asemejan a las obras de ingeniería, los panales de las abejas poseen una gran geometría, la distribución subterránea de los hormigueros, los nidos del pájaro carpintero, los diques de los castores, siendo creaturas irracionales distribuyen a la perfección la arquitectura de los espacios, buscan los materiales acordes para dar resistencia a sus edificaciones y cumplen con un “estándar” visto en todo el mundo. Te has preguntado: ¿por qué los animales no emigran solos ó a destiempo?, ¿por qué deciden hacerlo en grupo y según las condiciones del clima? Como si fueran pilotos ó marinos, ¿quién los organiza ó quien da la orden hacia dónde dirigirse?, todo esto es obra del instinto que ordena la creación.

¿Has observado las civilizaciones humanas?, ¿sabes cómo se organizan?, si buscamos en la historia, las culturas más antiguas desde China hasta Egipto todas manifiestan la creencia hacia una deidad, ¿te has preguntado el porqué de esto?, ¿quién les dijo que habían seres celestiales?, ó ¿quién los organizo ó quién dio la orden de erigir los templos?. Los mayas y las culturas prehispánicas en América sin excepción manifestaron credos, todas tuvieron guerreros y reyes al igual que las culturas persas, romanas y griegas, ¿en algún momento acordaron todos los pueblos organizarse de forma similar? ó ¿será que les vino de un instinto natural?. Admitimos entonces que la organización innata es un patrón en las comunidades humanas.

Sin duda pues, existen leyes escritas en el instinto para toda la creación, por eso todos los pueblos tuvieron autoridades, guerreros y credos, todas las abejas tuvieron una reina, todas las aves emigraron en grupo y por temporada, en ningún lugar lo estipularon, ni lo acordaron, así nacieron todas las especies y así obraron generación tras generación.

Para concluir, pensar que la relación entre la Iglesia y el Estado es algo surgido con el catolicismo, ¿no será acaso de necios?, ¿Quién no escucho de los sacerdotes y los emperadores aztecas?

El orden religioso y el orden político dentro de la comunidad es una condición natural de todas las comunidades, sin autoridad ¿quién impondrá el orden entre nosotros?, o por el hecho de no tener religión en comunidad, solo por eso ¿el ser humano dejara de buscar a Dios? obviamente que no. Debemos aceptar que todos los pueblos exigieron credos y autoridades, Dios existe y por eso es buscado por instinto en todas las culturas, la injusticia existe entre nosotros y por eso es necesaria una autoridad que nos someta a la ley de la comunidad.

domingo, 24 de enero de 2010

Nadie debe instituirse por sí mismo



Creo que la totalidad de los padres de familia inscriben a sus hijos en primarias registradas, y esto sucede porque al entrar a la secundaria es necesario acreditar los estudios y nadie acredita fuera de la ley, pero ¿no podrán los hijos aprender lo mismo por su propia cuenta?, quizá sí, pero sin excepción necesitan de una autoridad superior que de crédito legal a tales conocimientos si desean seguir instruyéndose conforme al Estado. En cuestiones de Fe Cristiana sucede algo parecido, pues según la biblia nadie debe instituirse por sí mismo.

El fin de este artículo es mostrar que todo “autoproclamado” predicador de la palabra de Dios que se ampara solo en Dios sin otorgar a la iglesia apostólica su lugar va en contra de las mismas sagradas escrituras, convirtiéndose solo en un promotor de la ignorancia y la confusión bíblica.

Si buscamos en la historia antigua podemos ver que el Rey Saúl y David no se proclamaron así mismo como Reyes sino que fue el sacerdote Samuel quien los ungió por mandato de Dios (1 Samuel 9.17; 16.13). Lo mismo los sacerdotes de la antigua alianza, ningún israelita podía ser sacerdote por sí mismo ó intención propia, sino que debía pertenecer al linaje sacerdotal de Levi y ser ordenado como tal (Numero 3.5-12).

Sabemos que el Cristianismo es de raíz Israelita y desde la infancia de Jesús este fue presentado en el templo e instruido en su infancia por los hombres que fueron ordenados para este oficio sin desconocer Cristo la autoridad religiosa hebrea (Lucas 2.46). También cuando inicia su labor, Jesús no solo se sustenta en su vocación personal sino que es a través de la labor de Juan el bautista en el Jordán donde el Espíritu Santo desciende sobre El en forma de paloma (Lucas 3.21,22), por esto dice la carta a los Hebreos que Jesús no se instituyo así mismo sino que una voz de cielo dijo: “Tú eres mi Hijo; te he dado vida hoy mismo” (Hebreos 5.5) y esto sucedió una vez que fue bautizado por Juan en el rio.

Si leemos en el nuevo testamento podemos encontrar que el Apóstol Pedro antes llamado Simón no se proclama así mismo como pilar de los apóstoles, sino que fue el mismo Cristo quien lo instituyo como tal cuando dijo: Ya no serás llamado Simón, sino que tu eres Pedro y sobre esta piedra edificare mi Iglesia (Mateo 16.18,19). De igual forma, por los relatos de Lucas sabemos que Dios le anuncia a Pablo que debe acudir a un hombre llamado Ananías discípulo de los apóstoles, y no es antes de este evento que Pablo inicia su predicación, sino después, una vez bautizado por Ananías y bajo la autoridad apostólica (Hechos 9.1-28).

Las mismas escrituras testifican que de entre todos los siervos de Dios que forman la Iglesia, Dios ha puesto en primer lugar a los apóstoles (1º Corintios 12.28), siendo la Iglesia el pilar y la base de la verdad (1º Timoteo 3.15), la biblia nace de la vida de la Iglesia y no al revés, quien no sepa reconocer tal autoridad y solo se escude en su interpretación y vocación personal terminara equivocado, pues ni el mismo Cristo, Pedro, Pablo, ni todos los sacerdotes del Antiguo Pacto y Nuevo se instituyeron a sí mismos como obreros, sino que todos reconocieron la figura terrena para conformar así la unidad en la obra de Dios.

domingo, 17 de enero de 2010

Nuestra crucifixión


Uno de los obreros del reino de Dios cansado de trabajar se recostó, aquel personaje quedo dormido exhausto cuando de pronto en medio de sus sueños vio uno de sus brazos extendido y en medio de su muñeca un clavo, al tanto que parte de su espalda se recostaba sobre un madero. El obrero no entendía porque parte de su cuerpo estaba sobre una cruz cuando solo Jesús fue crucificado, en la incertidumbre del silencio y en la meditación comprendió: “Jesús es nuestro modelo a seguir y por el esperamos nuestra resurrección, de tal modo que nuestra crucifixión es inevitable”.


En ocasiones me pongo a pensar lo que Jesús dice: “He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (San Juan 10,10), según La Real Academia Española abundancia es prosperidad, riqueza, bienestar ó gozar de un bien económico, pareciera que cuando leemos el texto nuestra atención se centra en la abundancia y no tanto en la vida, Jesús no dijo: “He venido para que tengan abundancia” sino que Jesús vino para darnos vida. Quizá nuestro apego natural a los bienes terrenos hace que inconscientemente consideramos que una vida con llena de dificultades de cualquier tipo, no puede ser considerada de ningún modo una vida abundante, pensar de esta forma y considerar que la abundancia debe ser evidenciada en un bien ó expectativa terrena entra en contradicción con la misma vida de Jesús, ¿Qué abundancia puede ofrecer un mesías que fue crucificado? Ó ¿Qué paz puede prometer la Iglesia de los primeros apóstoles cuando la gran mayoría murió asesinado violentamente y viviendo de la caridad de sus fieles?, ¿ese es el tipo de vida abundante que anhela el hombre de nuestro siglo? obviamente que no, por ser materialista.


San Pablo entendió muy bien la abundancia de la vida Cristiana cuando dijo: “Los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado la carne con sus impulsos y deseos” (Gálatas 5,24) y sobre el merito de la aflicción Cristiana dirá “Si sufrimos pacientemente con él, también reinaremos con él. Si lo negamos, también él nos negará” (2º Carta a Timoteo 2,12), por este sentido la vida de la que habla Cristo es celestial y no terrenal, tras esto el hombre que codicia los bienes terrenos interpreta el texto: “Buscad primero el reino de Dios y su justicia y todo les será dado” (San Mateo 6,33) como una fórmula para alcanzar el bienestar en la tierra cayendo en la incongruencia de buscar a Dios por intereses materiales, por esto el hombre materialista piensa: “Obra bien en esta vida, para que te vaya bien” siendo que Jesús obro de la mejor manera y aun así murió clavado en un madero.


Para poder trabajar en el reino de Dios buscando recibir un bien celestial soportando las calamidades de esta vida, es necesaria la fe antes que la convicción ó la ilusión. De tal modo que en el sentido figurado nuestra crucifixión será la plenitud de nuestra obediencia hacia la ley divina, hacia la fidelidad a Dios por amor y no por interés: “Pasa de mi esta copa, mas no se haga mi voluntad sino la tuya” (San Lucas 22,42). Crucificar día a día nuestros intereses por amor a Dios es el principio de la perfección del hombre de fe, recibiendo en la gracia la primicia del reino celestial esperando la resurrección de los justos donde la vida es abundante pues quien resucita para vida eterna no podrá morir jamás.

domingo, 10 de enero de 2010

Tolerancia ó indiferencia

Decían unos amigos que visitaron Alemania: “existen lugares en Berlín donde no puedes entrar solo por el hecho de ser latino”.

Cuando escucho a personas hablar a favor de la aprobación del matrimonio y la adopción homosexual justificándolo en la conducta Europea poniéndola como ejemplo eficaz para construir un país de “respeto y tolerancia”, me es inverosímil creer que en pleno 2010 los mexicanos no cotejemos el mal que esta envolviendo a Europa, pues por un lado el viejo contiene abraza la promiscuidad y distorsiona la sexualidad mostrándola como signos libertad y de derecho, al mismo tiempo que minorías raciales que habitan en Europa sufren de actos de violencia por la intolerancia racial. En lo personal creo que existe una total ignorancia cuando creemos que Europa puede dar ejemplo al mundo sobre; “el respeto y la tolerancia a las minorías”. Los datos que daré a continuación incluyendo a E.U. veremos las señales del retroceso de estos países que suponemos mas avanzados:

La xenofobia, el racismo, el antisemitismo y la islamofobia están en aumento en Europa occidental, advierte un informe de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.

En E.U., la cantidad de grupos que profesan el odio racial hacia ciertas minorías aumentó en 2008, reveló un estudio publicado por el Southern Poverty Law Center (SPLC). Las causas del crecimiento de la xenofobia se deben a la inmigración latinoamericana, a la elección del presidente Barack Obama y a la crisis económica que atraviesa el país, destacó la investigación. Según el estudio, 926 de estos grupos racistas, xenófobos u hostiles estaban activos en Estados Unidos en 2008, cifra que creció 4% con respecto a 2007, cuando había 888 grupos identificados, y 56% con respecto a 2006, lapso en el cual fueron censados 602 (http://www.abn.info.ve.)”.

Podemos suponer entonces con estas cifras que en pleno 2010, un homosexual blanco de origen europeo puede casarse, adoptar y transitar sin menos objeciones por las calles de Berlín, mientras que un asiático, latino ó árabe solo por su raza, lengua ó credo puede ser discriminado, ¿es irónico, no lo creen así?. Digo pues que Europa y E.U. manifiestan para mí un elitismo étnico y una indiferencia moral hacia la sexualidad, pero no una tolerancia y un respeto a las minorías, pues ante la diversidad racial como vimos, Europa se está tornando cada vez más intolerante, por tanto no creo que este continente de ejemplo de respeto a la diversidad.

Tolerar es aprender a convivir sin perder nuestro credo ó ideología, defender nuestra postura sin llegar a la violencia (estamos en contra del matrimonio homosexual y la adopción, no buscamos agredir y mucho menos ser agredidos por nuestro credo). La indiferencia es simplemente no interesarse por el bien común, que nos dé igual una cosa ó la otra, la virtud social ó su degradación. Espero que los Mexicanos no seamos reos de la indiferencia creyendo que construimos en tolerancia la moral de los futuros ciudadanos.