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domingo, 31 de julio de 2011

Vengan a Mi


Dice el evangelio de San Juan, “La causa de la condenación consiste en que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz porque sus obras eran malas. En efecto, el que obra mal odia la luz y no va a la luz, para que no se descubran sus obras. Pero el que practica la verdad va a la luz, para que se vean sus obras, que están hechas como Dios quiere". (San Juan 3:19-21)

Este es un fragmento de la platica que Jesús sostuvo con el fariseo Nicodemo. Este hombre visita a Jesús de noche buscando respuestas. Jesús esta hablando de la respuesta que los Judíos deben dar a Dios en el asunto de la recepción del Mesías pues la predicación de Cristo antes de su resurrección fue dentro de Israel mas después de su resurrección la Iglesia recibe la tarea de anunciarlo a todos los pueblos y ya no solo a los hebreos.

El evangelio de San Juan en su primer capitulo hace énfasis en que el Verbo se encarno, siendo el Verbo la luz que ilumina a los hombres, la luz que estaba con Dios y era Dios. Este capitulo enmarca el rechazo de Israel diciendo “a los suyos vino pero los suyos no le recibieron” siendo Israel el pueblo de donde vino Jesús.

De estos textos del evangelista San Juan deseo hacer una reflexión, pues si bien es verdad que el pueblo de Dios es Israel, también nosotros como Cristianos somos pueblo adquirido por Cristo. En uno de mis artículos anteriores había mencionado que Jesús viene a nosotros en cada celebración Eucarística, en cada Misa Jesús viene a nosotros encarnado aunque lo veamos como Pan. Hoy deseo ampliar esta idea pues el principio de la condenación como ya se cito es preferir las tinieblas antes que la luz, preferir hacer el mal antes que el bien.

La conversión humana a mi parecer es gradual, pues poco a poco nos vamos desprendiendo de las malas cosas que corrompen nuestra vida mientras crecemos en el entendimiento de la fe. La afirmación de Jesús “el que practica la verdad va a la luz” a mi entender aclara que no solo es necesario dejar el mal sino que es primordial “ir a la luz”, Cristo es la luz y la Eucaristía es la encarnación viva del Verbo. Entonces ¿por qué en ocasiones no comulgamos? (me incluyo), creo que en ocasiones no lo hacemos porque primero necesitamos confesarnos y hacer penitencia, y muchos caemos en desidia y postergamos nuestra confesión. En ocasiones no nos confesamos porque nos hemos acostumbrado a nuestros malos hábitos y nos es mas cómodo vivir así sin conversión, preferimos hacerlo la semana que viene, el mes entrante, después de semana santa, navidad ó de una vez en año nuevo para empezar bien el año.

Cuando nos confesamos hacemos manifiestas nuestras obras y es natural que nos averguenze confesar nuestros pecados (aunque entre amigos hay quienes presumen sus pecados). En esta vida cotidiana de nosotros los creyentes el texto de San Juan puede cobrar muchísimo sentido, “el que obra mal odia la luz y no va a la luz, para que no se descubran sus obras. Pero el que practica la verdad va a la luz, para que se vean sus obras”.

En conclusión, para ir a la luz de la Eucaristía es necesario que nuestras obras sean descubiertas en el secreto de la Confesión. ¿En realidad amamos mas la luz que las tinieblas?. Pienso que en la medida en que nos eduquemos en la fe iremos entendiendo mas a profundidad la diferencia entre el bien y el mal, como ya dije la conversión es gradual.

domingo, 24 de julio de 2011

El si de los hombres


Dijo el Apóstol San Pablo: “Ahora me alegro de poder sufrir por ustedes, y completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, para bien de su Cuerpo, que es la Iglesia. En efecto, yo fui constituido ministro de la Iglesia, porque de acuerdo con el plan divino, he sido encargado de llevar a su plenitud entre ustedes la Palabra de Dios…”. (Colosenses 1:24,25)

Hace poco usaba este pasaje para exponerle a un creyente el papel que tienen los seres humanos dentro de la salvación, cuando San Pablo dice: “completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo…”, no significa que el sacrificio de Cristo en la cruz este incompleto, el apóstol se refiere a que el padece por el anuncio del evangelio pues es necesario trabajar y decir “si” a lo que Cristo nos ha solicitado “anunciarlo y trabajar para el Reino de Dios”.

Dentro de la historia de la salvación desde el antiguo testamento podemos encontrar el “si” a Dios de los personajes mas importantes de la biblia, un “si” que es necesario para que la obra de Dios se construya desde los tiempos antiguos. Por ejemplo, tenemos el “si” de Noé al construir el arca, tenemos el “si” de Abraham, tenemos el “si” de Moisés, tenemos el “si” del profeta Samuel, tenemos las debilidades humanas en los “si” y los “no” de los reyes Saúl, David y Salomón, tenemos al pueblo pagano del Nínive que dijo “si” a la predicación de Jonás, encontramos los “si” de Israel y el “no” al anuncio de Jesucristo como Mesías, tenemos el famoso “si” de la Virgen María en la anunciación, el “si” de los Apóstoles, el “no” de Judas en la traición, etc. Así es como se desarrolla la vida de fe en la historia de la salvación, sea un “si” ó “no” a Dios todo tendrá consecuencias para bien ó para mal.

En ocasiones nos preguntamos ¿Por qué Dios permite que sucedan tantas injusticias en medio de nosotros?, pero la realidad es que el mundo y como personas a diario nos encontramos ante dos caminos ¿responder “si” a Dios ó decirle “no”?, de todo existe una consecuencia buena ó mala. Esta respuesta no es una simple confesión de los labios para fuera, sino que es parte de lo que dice San Pablo: “Completo en mi lo que falta a los padecimientos de Jesucristo para el bien de su Iglesia”, hay un sacrificio en menor ó mayor medida, depende de tu “si” a Dios, de tu vocación, de tu misión dentro de la Iglesia y el mundo.

Todos participamos y propiciamos la salvación de otros cuando le decimos “si” a Jesús, pues lo vivimos, lo anunciamos y en el perseveramos, aunque nuestra vida este llena de caídas, errores y reconciliaciones con Dios, de “si” y de “no”.

Quien desee entrar al Reino de Dios deberá convertirse de sus malas obras, de sus malos hábitos, para vivir en una lucha contra sus propias debilidades, contra sus propias injusticias, pelear contra uno mismo para que Cristo reine dentro de nosotros, este es un “si” personal que nos salva porque nos lleva a Jesús, nosotros somos responsables de nuestra propia salvación porque tenemos que escoger entre un “si” ó un “no” a Dios, entre la conversión ó el rechazo.

domingo, 17 de julio de 2011

La entrega


En esto se le acercó uno y le dijo: “Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna?”. El le dijo: “¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos”. “¿Cuáles?” le dice él. Y Jesús dijo: “No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Dícele el joven: “Todo eso lo he guardado; ¿qué más me falta?”, Jesús le dijo: “Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme”. Al oír estas palabras, el joven se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. (San Mateo 19:16-22)

Muchos de nosotros hemos escuchado varias veces el pasaje. Antes yo lo leía superficial mente y creía que era solamente una exhortación hacia los ricos, pero no, en realidad cualquiera que desee ser perfecto tendrá que dar todo lo que tiene, así tenga mucho, muy poco ó solamente su vida. Esto me hace recordar el pasaje de la viuda pobre que entrega una ofrenda de solo dos monedas y que es descrita por Jesús como la que dio mas que todos porque dio todo lo que ella tenia. Decía mi maestro Javier Marquez en el Instituto Bíblico: “Debemos desprendernos de las cosas que nos son ilícitas en la vida de fe, esto es el pecado, los malos habitos, las malas costumbres. Los creyentes que buscan la perfección se desprenden de lo que les es licito para dárselo a Dios, sus horas de descanso, su vida personal, su dinero, su tiempo, sus proyectos personales, hasta su vida”.

Pienso que el pasaje del joven rico es también un llamado a la vida sacerdotal y religiosa, Marquez nos decía: “Como creyentes le debemos un respeto a todo sacerdote solo por el hecho de haberse desprendido de todo para hacerse discípulo de Jesús, cosa que nosotros no hacemos”. Parafraseando un pensamiento del Santo Padre sobre esto: “Para el sacerdocio no es necesario solamente no desear el matrimonio, sino es necesario el deseo de ser sacerdote, una vocación de servicio y santidad”. Puedo decir que el oficio sacerdotal y religioso es una enseñanza para todos los creyentes pues Dios aun en estos tiempos sigue llamando y hay quien lo escucha mas allá de la obligación de guardar los mandamientos, entregando su vida como lo mas valioso que tienen, dándosela a los pobres y necesitados de la Gracia de Dios.

Ojala aprendamos a ver en cada sacerdote ó religioso a esas personas que tras el llamado de Jesús no se fueron entristecidos, sino que fueron y entregaron todo lo que tenían pues buscaban ser perfectos ó mas bien perfeccionados por el mismo Jesús. No pensemos que los sacerdotes ó religiosos no tienen tiempo para nosotros, pues cuando pensamos así lo hablamos de un modo individual como si fuéramos el centro de la comunidad. Los sacerdotes y religiosas han entregado todo su tiempo en beneficio de la comunidad.Pidamos por las vocaciones sacerdotales y religiosas, aprendamos a ser sencillos, prudentes y pacientes para no poner tropiezo los hombres que optaron por vivir consagrados de Dios.

En el mismo pasaje, Pedro le pregunta a Jesús: “Señor, nosotros lo hemos dejado todo por ti y te hemos seguido; ¿qué recibiremos?” Jesús le dijo: todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará la vida eterna”.

domingo, 10 de julio de 2011

¿De que me sirve a mi ser católico?‏


San Ignacio de Antioquia en el siglo primero (d.C.) se refirió a la Iglesia como “Católica” que traducido es “universal”, para todas las razas y pueblos. La Iglesia mantiene tiene una unidad desde Jesucristo hasta nuestros días pues recibe la promesa de permanecer hasta que Jesucristo retorne (Las puertas del infierno no prevalecerán en contra de la Iglesia).

¿Que beneficios tengo yo como católico? Ó ¿de que me sirve a mi ser católico?. En ocasiones nos preguntamos tales cosas pues por la Iglesia sabemos que Dios se apiada de los hombres justos. Es por esto mismo entonces que decimos, ¿para que sirve ser católico si Dios se apiada de los hombres justos?, ¿Qué diferencia hay entonces si somos católicos ó no lo somos, pues Dios tiene misericordia de todos?.

El Apóstol San Pablo en el siglo primero se enfrenta a un dilema similar. San Pablo antes de su conversión al cristianismo fue un judío devoto y celoso de las creencias hebreas, tras su conversión San Pablo expone un dilema similar que nos servirá como analogía para nuestro asunto en cuestión. Los judíos son el pueblo formado por voluntad de Dios, el pueblo de los diez mandamientos, los patriarcas, los sacrificios. Este pueblo hebreo peregrinaba a lo largo de la historia con una vida religiosa que anhela la llegada del Mesías. Hago una paráfrasis de lo dicho por San Pablo expone en la carta a los Romanos; “si Israel anhelaba con su religión la llegada del Mesías y no lo recibió, y sin embargo los no judíos que no tenían religión han recibió al Mesías, ¿Qué beneficio tiene pues haber practicado la religión Judía?”. San Pablo enseña que los judíos tienen una gran ventaja y beneficio sobre los demás pueblos, porque a los hebreos se les confió la palabra de Dios desde el tiempo antiguo, en la primer alianza.

¿Qué podemos nosotros entender de la vida de Israel? ¿Qué beneficio tenemos por ser católicos?. Podemos entender como creyentes varias cosas, la primera es que nosotros como no judíos hemos recibido un beneficio de los hebreos, pues Jesucristo, la virgen María, José, los doce Apóstoles fueron hebreos, y a nosotros la palabra de Dios nos ha venido por los judíos. La Segunda, es que Jesús tras su partida confía su mensaje a los Apóstoles, estos instruyen y ordenan la Iglesia para que el mensaje pueda ser anunciado.

Entonces, ¿Qué beneficio tenemos como católicos?, la ventaja es que a la Iglesia se le confió la palabra de Dios para que anuncie el evangelio. Ese es precisamente el beneficio de ser católico, tener la ventaja de conocer la doctrina de Jesús sin errores aunque esto no es garantía de no caer en el pecado (San Pablo se contó como pecador), pero si es garantía de que lo que conocemos de Jesús es correcto cuando lo conocemos como lo enseña la Iglesia.

Dios se apiada del católico y del no católico, pero el católico tiene una ventaja sobre el no católico porque el católico recibe de la Iglesia la correcta revelación.

domingo, 3 de julio de 2011

¡Que alguien nos salve!

Falta un año para que México entre en tiempos de campaña por la Presidencia de la República. En los medios ya esta la especulación.

Esta semana reflexionaba yo sobre los grandes temas de siempre. Los candidatos prometen educación a un pueblo que en realidad no se si le interese educarte, ¿por qué lo digo?, el Gobierno ofrece cursos y capacitaciones subsidiadas ¿quién de ustedes ha asistido a uno?, ¿quién de ustedes esta llevando un curso ó diplomado en algo?, ó ¿quién de ustedes practica la lectura cotidiana? (me gustaría que la mayoría lo hiciera). La educación es el aprendizaje encaminado al desarrollo intelectual y ético de la persona. La educación no es simplemente construir un salón y dar clases a menores de edad, la educación en realidad nunca termina. Si la mayoría de los padres de familia se interesan por su propia formación ética y humana los hijos se verán influenciados positiva mente, trayendo beneficios futuros para todo el País.

En tiempos electorales también escucharemos las promesas sobre la lucha contra las drogas y adicciones, pero ¿al pueblo le interesara en verdad vivir sobrio?. También hay drogas legales y esa es una lucha que nos corresponde en nuestro entorno familiar y de amigos. Ser sobrio es dar ejemplo, y ofrecer palabras de aliento a quienes intentan dejar sus adicciones trae beneficio a todos. Las drogas legales destruyen familias, y proyectos de vida, esto multiplicado por muchos ciudadanos limita el futuro de nuestro país.

En los discursos de campaña se hablara de una mejor calidad de vida, pero ¿al pueblo le interesa vivir en un ambiente propicio?. Los barrios de la ciudad se llenan de graffitis, los parques están descuidados, hay vandalismo, los hijos se vuelven ociosos, y por lo general no se acostumbra tener un comité de manzana que se ocupe de organizar a las familias para todos vivan de una mejor forma, promover el deporte, la limpieza urbana, la forestación ó la denuncias. Un entorno descuidado y despreocupado afecta la auto estima de quienes viven en el.

Los candidatos hablaran de su interés por la salud, pero ¿el pueblo propicia su salud? (ya hable de las drogas legales). Cada año el Ayuntamiento nos tiene que recordar que “debemos limpiar nuestros patios” para no tener problemas con enfermedades. Otro dato, tras el virus del H1N1 el Gobierno pidió que nos laváramos las manos, que tuvieramos cuidado de lo que comemos. Solo estas medidas redujeron en gran numero los casos de infecciones estomacales. Es algo sencillo: “lavarse las manos y no comer en la calle”.

Los candidatos hablaran de la lucha contra el crimen, pero ¿a la mayoría le interesara vivir dentro de la ley?. Hay piratería y productos ilegales porque los compramos, la corrupción se da en todos los niveles. Un empleado de CFE me comento que para Sonora se estima un monto de dos mil millones de pesos por robo de luz (por diablitos). Sabemos que hay mucha pobreza y por eso muchos se roban la luz, pero ¿no podrán pagarla con trabajo como voluntarios?, ó ¿es preferible encarecer la energía para que la pague alguien mas?.

Tenemos que ser mejores personas si es que queremos ser un mejor país.