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domingo, 22 de enero de 2012

Infalibles


Cuando nos referimos a “infalibilidad” hablamos de ser infalible. La infalibilidad es un concepto que emana de las Sagradas Escrituras. La mayoría de las sectas cristianas niegan la infalibilidad afirmando que “ningún hombre es infalible”, pero, irónicamente consideran las predicas de sus lideres como libres de errores. Ellos dicen refiriéndose al Papa: “ningún hombre es infalible, solo Dios”, y te invitan a sus reuniones para que escuches la palabra de Dios “sin errores” cayendo en una contradicción; “si el Papa es falible por ser hombre, entonces, cualquier hombre es falible incluyendo al líder ó creador de la secta”. Si fueran congruentes la invitación seria: “ven a la reunión, pero, te advierto que pueden haber errores doctrinales dado que nosotros decimos que ningún hombres es infalible”.
Sin hacer una exposición de lo que la Iglesia Católica habla de la infalibilidad de sucesor de Pedro, prefiero compartir con el lector los casos de los personajes Bíblicos para que conozcamos dentro de las Sagradas Escrituras la infalibilidad. En primera, la fiabilidad es una cualidad atribuida al creador, esto es, que es de fiar, que no hay falla en lo que habla, ni error ó equivocación. Dios habla a su pueblo por medio de personas, Dios ha hecho alianzas y promesas con seres humanos que recibieron una función en la historia de la salvación. Dios creo al hombre con libertad y albedrío, pero, cuando Dios otorga una promesa ó función es inquebrantable en lo que promete y otorga. Podemos hablar de Noé, un hombre escogido por Dios para desempeñar la tarea de construir el arca, Noé fue infalible en el arte de construir el arca y obrar lo que Dios le pidió. También Abraham que fue llamado a dejar su morada en Ur de los Caldeos pues Dios le prometió convertirlo en padre de multitudes, Abraham tuvo debilidades pero completo la tarea. Tenemos el caso de Moisés que fue llamado por Dios para liberar a Israel de la esclavitud de Egipto, Moisés fue infalible pues los libero. Otro es Josué, escogido para llevar a Israel a la tierra prometida de Canaan y no fallo la misión. Podemos citar la infalibilidad de la promesa sobre David, donde Dios prometió que su descendiente Salomón edificaría el Templo. Podemos citar muchos casos más: la infalibilidad en la misión de la tribu de Juda pues de esta tribu vendría el Mesías, la infalibilidad de Maria en su misión virginal para traer al Mesías al mundo, la infalibilidad de José en su misión al librar a su familia en la persecución desatada por Herodes. La historia de la salvación esta repleta de personajes que en lo cotidiano pueden cometer errores, tener debilidades, pero que en el fondo completan la misión para la cual fueron llamados.
Cristo llamo a los Apóstoles, estableció la Iglesia y les dio la misión de evangelizar dándoles autonomía, afirmándoles que el Espíritu Santo los instruiría en la verdad. El Apóstol Pedro recibe de Cristo la misión de ser pastor de la Iglesia, el pastor es el obrero que lleva la vara para guiar el rebaño. En una ocasión, un testigo de Jehová me dijo: “en la Biblia, el Apóstol San Pablo corrigió a San Pedro en el tema de las leyes de Moisés…”, mi respuesta aquel creyente fue: “Yo quisiera que todos los que se dicen lectores de la Biblia siguieran el ejemplo de San Pablo y se entrevistaran con el sucesor de San Pedro exponiendo sus motivos, pues, estoy convencido de que si en algo tienen razón, el Papa al igual que San Pedro guiara al rebaño a la Verdad librándonos del error, pero, si estos están en un error, el sucesor de San Pedro los guiara a la Verdad librándolos del error”. Interesante esta platica entre San Pablo y San Pedro con respecto a las leyes de Moisés, el primero expone al segundo que la ley Mosaica no debe inculcarse en la Nueva Alianza, pues, para San Pablo el cristianismo no es un judaísmo cristianizado, el segundo en su infalibilidad confirma la creencia del primero; “estas en lo correcto”. Guiados por el Espíritu Santo el primer concilio de la Iglesia, con un sínodo apostólico presidido por el obispo Santiago en comunión con San Pedro decreto abolir la ley de Moisés, y así la Iglesia avanzo en su peregrinar.  

domingo, 15 de enero de 2012

La interpretación de lo que es justo


Hace muchos años vi una foto por Internet donde al fondo de una Iglesia estaba un Cristo de madera, de lado izquierdo la bandera de Estados Unidos y de lado derecho un busto de Hitler y una bandera suástica Nazi. Obviamente, esta Iglesia no era católica, pero la interrogante para mi fue, ¿cómo es que en un mismo culto convergen dos creencias tan discrepantes?. Todo radica en la interpretación de las Sagradas Escrituras.

Sobre la libre interpretación de los textos Sagrados, debemos remontarnos al cisma religioso que vivió Europa provocado por la radicalización de Lutero y el nacimiento del protestantismo que fue posterior al descubrimiento de América. Países como Inglaterra, Alemania, Noruega, Suecia abrazaron el protestantismo, mientras que España, Francia, Italia y Portugal el catolicismo. De esta forma, el nuevo continente seria colonizado bajo distintas perspectivas de interpretación. Por un lado, Norteamérica heredaría de la Europa protestante sus credos: Anglicanos, Calvinistas, Metodistas, Bautistas en su mayoría, que defendían el libre examen y la libre interpretación de la Biblia, mientras que el resto del continente recibirá los credos de los países católicos de Europa: España, Francia y Portugal.

Dentro de las Sagradas Escrituras existe un texto escrito por San Pablo que mal interpretado podría justificar el racismo, por lo tanto cito y explico: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? (2da de Corintios 6:14,15). Esta unión entre creyentes e incrédulos podría considerarse como la unión conyugal y de culto, obviamente, en tiempos de la conquista de América los incrédulos paganos son los indígenas nativos y los europeos los creyentes de Cristo, pero, como ya mencioné, el texto de San Pablo no debe interpretarse equivocadamente, pues, el Apóstol escribe en el siglo I, donde la Iglesia es una minoría de distintas etnias nacida en la fiesta de Pentecostés, inmersa en un contexto oriental de mayorías politeístas. San Pablo no llama “incrédulo” a una raza sino a un modo de vida y en su carta recomienda a los creyentes de Corinto no unirse a los ritos de las culturas paganas de la época, a los cultos griegos y romanos politeístas. En la primera carta a los Corintios dentro del capitulo siete se mencionan las relaciones conyugales entre creyentes e incrédulos, pero, bajo el contexto de la carta debemos reconocer que “el incrédulo” es una persona que procede de familias paganas y no un incrédulo moderno nacido en un contexto evangelizado.

Las trece colonias Inglesas en Norteamérica una vez que lograron su independencia del dominio británico definirían de modo distinto la libertad humana, por un lado, la costa norte impondrá la abolición de la esclavitud, mientras que la costa sur luchara por el "derecho blanco" de poseer esclavos negros. Aunque Abraham Lincon abolió la esclavitud, la conducta racista continúa. Mientras que, en las regiones donde imperó el dominio español y francés el pueblo era mestizo y la esclavitud estaba abolida por no discrepar en la interpretación del deseo divino. De esta forma, la sociedad de la América de mediados del siglo XIX se conformaría de modo distinto, Norteamérica por grupos raciales: blancos, negros, e indios. Centro y sur América con mayoría de indios, mestizos, criollos y una minoría de mulatos.  
   
En lo personal creo que todas las creencias pueden aportar algo en beneficio de la construcción de la paz, pero, ojala que como creyentes aprendamos de la historia y conozcamos la interpretación de la Iglesia en los temas que nos competen en la construcción de la sociedad de hoy, pues, la interpretación de lo que es “justo” es una raíz sembrada hoy que heredaran las próximas generaciones de esta Nación.

domingo, 8 de enero de 2012

El Dios de los hebreos



La escritura cuneiforme es comúnmente aceptada como una de las formas más antiguas de expresión escrita, según el registro de restos arqueológicos. Se le llama así porque utiliza símbolos en forma de “cuña” labrándolos en piedra. Las fuentes cuneiformes llaman “habiru” ó hebreos a los emigrantes, labradores, esclavos ó jornaleros que aparecieron en la región de Babilonia, Asiría, Asia menor, Egipto y Tierra Santa.

Podemos decir que “habiru” es un sinónimo de “marginado”, y en esta palabra antigua “habiru” existe ya una gran revelación del corazón de Dios, es pues Yavhé el Dios de los “habiru”, el Dios de los hebreos, el Dios de los marginados. Me parece totalmente lógico pensar que desde el tiempo antiguo las primeras revelaciones de Dios se den en un contexto de marginación, pues es ahí entre los necesitados donde se ejerce la caridad por supervivencia y no por conciencia, donde se gestan los actos más terribles de abandono, desesperación y es necesaria la plegaria y la esperanza en un Dios que este al alcance de todos, no como los dioses paganos que fueron honrados por emperadores en templos majestuosos con grandes ofrendas, tributándoles a favor de los deleites terrenales. Es en la marginación donde se invoca a Dios pidiendo lo elemental: ¡la vida y el alimento!, y no en la opulencia donde el ser humano se ensordece olvidando lo elemental. 

El primer patriarca hebreo es Abraham y aunque es descrito como un hombre rico, no dudo que este fuese llamado a la fe en atención a sus esclavos y jornaleros, pues en la promesa con Abraham el patriarca circuncida a todos los hombres de su casa sin excepción añadiéndolos por Abraham a ese Dios que lo llamo. Fueron los hebreos los marginados de Egipto liberados por Moisés siendo Israel en aquel entonces el pueblo más insignifícate de entre todos en la región, Dios llama a Moisés en atención a su pueblo y es con Moisés donde se establece la primera alianza. Las leyes mosaicas otorgaron un lugar especial para los marginados de Israel: viudas, huérfanos e inmigrantes. Es Jesús quien nace en Belem una de las comunidades más insignificantes de Israel, fueron los Apóstoles aquellos hombres no letrados que anunciaban el evangelio de Jesucristo a todos, que fueron vistos despectivamente por los eruditos fariseos. Para la Nueva Alianza pareciera que Dios en la evangelización desea volverse el Dios de los marginados del mundo, pero, no solo eso, sino que la Iglesia nos muestra que por el pecado el hombre queda marginado de Dios, queda aislado de El, el pecado es una injusticia cometida por el hombre en contra de si mismo y los demás, pero, Dios como siempre llama al marginado de Dios, teniendo interés por la oveja perdida obliga a la Iglesia a buscarla, a rescatarla, a reintegrarla a la Gracia. Como analogía de Abraham y la circuncisión de sus siervos, es Dios quien por medio de Jesús solicita el bautismo de todos sin excepción, sin dejar a ninguno afuera, queriendo Dios convertir al genero humano en su templo rompiendo la marginación que nos es producida por el pecado, es en esta marginación de la Gracia donde se producen las conversiones mas impresionantes pues estando muertos sin fe se clama interiormente por lo mas elemental: ¡la vida y el alimento!, donde ni riqueza ni pobreza pueden saciar tal necesidad.