Hace pocos días el Presidente de Estados Unidos
Barack Obama tomo protesta reanudando su segundo mandato presidencial para los próximos
cuatro años. Obama hizo juramento público ante la Biblia usada por el ex presidente
Abraham Lincoln y la Biblia que perteneció al activista afroamericano Martin
Luther King. ¿Cómo es que Obama puede hacer juramento sobre la Biblia, estar a
favor del aborto y sentirse orgulloso del asesinato de Bin Laden?. Sin duda, es
otro credo y otra la interpretación.
Como mexicanos una “toma de protesta
Presidencial con la biblia” es una práctica ajena a nosotros. Aprovechare este
evento reciente para hacer un resumen de la historia del protestantismo en
Estados Unidos. Creo que es importante conocerlo porque a final de cuentas el
mundo y sobre todo México están influenciados por E.U.
Primero que nada el pasado religioso de E.U. es
protestante. El primer culto realizado fue en Carolina del Norte en tiempos de
la colonia Inglesa. Incluso, el catolicismo estuvo prohibido en algunas
regiones por considerarlo una creencia de franceses e italianos ajena al sentir
Ingles. En los principios de E.U. los primeros hombres que incursionaron en política
en su mayoría eran pastores ó ministros de alguna congregación bautista,
metodista, presbiteriana, calvinista, luterana, etc. La división entre “Iglesia
y Estado” no fue tan abrupta como en México, porque, los Estadounidenses nunca
identificaron bien “que es Iglesia” por estar rodeados de tantos credos cristo céntricos.
Cabe mencionar que algunas Universidades como Harvard y Oxford tienen un pasado
religioso, pues fueron creadas como centros protestantes dispuestos para el
estudio de las Sagradas Escrituras con el fin de formar a los pastores de dicha
nación.
Dado que ellos tuvieron una estructura eclesial
difusa por la diversidad de credos, desde la antigüedad, los políticos pasaron
a ser vistos como una especie de “obispos” dispuestos a ejercer un cargo legal
con el fin de obrar los mandatos divinos de la nación que está bajo el amparo
de Dios (“One Nation Under God”). Por eso hoy, cuando un político estadounidense
confiesa ó se le descubre que “fumo mariguana ó tuvo amoríos fuera del
matrimonio” el pueblo se escandaliza. Para nosotros como mexicanos nos parece irónico
que un pueblo al que consideramos de “libre moral” se sorprenda por este tipo
de actos de sus funcionarios.
Por esta percepción político religiosa de las
cosas, el pueblo estadounidense en parte justifica la guerra cuando esta se
realiza buscando “la libertad y la democracia” de los pueblos, me atrevo a
decir que Washington es visto como un centro dispuesto para impartir justicia a
todas naciones con la ayuda de Dios (“in God we trust”). Es preciso saber que,
hasta 2010 el armamento usado por la milicia estadounidense incluía en alto
relieve citas bíblicas.
Para terminar, a los católicos mexicanos nos
tildan de “callados” con nuestra fe, no somos “parlanchines” como protestantes
ó evangélicos de influencia norteamericana. A mi juicio, nos pasa lo que a católicos
irlandeses que por la persecución religiosa vivieron su fe en secreto y de ahí viene
un trauma social hacia la confesión pública de la fe que se hereda a los hijos.
El pueblo norteamericano jamás vivió una persecución religiosa perpetrada por
el Gobierno como en el caso de la Guerra Cristera en México. Podemos sentirnos
orgullosos porque la fe permaneció a pesar de la tragedia. Demos gracias a Dios
por nuestra Iglesia que es una y es para todos los pueblos sin excepción.