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domingo, 3 de enero de 2016

El becerro de oro

            Éxodo 32:1-7 “Cuando el pueblo vio que Moisés tardaba en bajar del monte, la gente se congregó alrededor de Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos un dios que vaya delante de nosotros; en cuanto a este Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. Y Aarón les dijo: Quitad los pendientes de oro de las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos. Entonces todo el pueblo se quitó los pendientes de oro que tenían en las orejas y los llevaron a Aarón. Y él los tomó de sus manos y les dio forma con buril, e hizo de ellos un becerro de fundición. Y ellos dijeron: Este es tu dios, Israel, que te ha sacado de la tierra de Egipto. Cuando Aarón vio esto, edificó un altar delante del becerro. Y Aarón hizo una proclamación diciendo: Mañana será fiesta para el Señor. Y al día siguiente se levantaron temprano y ofrecieron holocaustos y trajeron ofrendas de paz; y el pueblo se sentó a comer y a beber, y se levantó a regocijarse. Entonces el Señor habló a Moisés: Desciende pronto, porque tu pueblo, que sacaste de la tierra de Egipto, se ha corrompido”.
            En este pasaje del éxodo Moisés había subido al monte Sinaí para recibir los diez mandamientos. Como leemos, el pueblo perdió noción de Moisés y se desespero, pero al tener el amparo del becerro de oro, un ídolo creado por ellos mismos, se regocijo y se inicio un festín y borrachera. El pueblo había sido liberado de la esclavitud de Egipto. La mitología egipcia se refiere a la deidad “Apis” como un bovino que se asociaba a la prosperidad del ganado, quizá este fue el ídolo que edificaron los israelitas. Si leemos los símbolos en el “becerro de oro”, el oro es uno de los elementos más apreciados a lo largo de la historia, es símbolo de fortuna, el bovino es fertilidad, alimento. Este icono elevado a deidad, represento tras la liberación de la esclavitud, todos los deseos israelitas; fertilidad y abundancia, que en el fondo es el anheló de todo individuo; una vida resuelta y sin mortificaciones. “Apis” era un amuleto que no exigía gran cosa, solo un culto.       
            En la sociedad actual muchos bautizados han hecho del “cordero de Dios”, un “cordero de oro”, esto sería como un Jesús sin cruz, ósea, un Dios sin mandamientos, una deidad que está para el gran festín de navidad ó semana santa; “el pueblo se sentó a comer y a beber…”, un Dios al cual podemos acudir para que resuelva nuestras mortificaciones, un Dios que se queda en el culto y no en nuestra vida.
            Conozco muchísimas personas que aman a Dios, y que simbólicamente han cubierto a Cristo de oro y no de espinas, han puesto en El aquello que les gusta y les deleita; sus ambiciones y necedades, y han quitado de El aquellas espinas que nos duelen; los mandamientos y la obediencia. Hicieron un Jesús a su conveniencia, y no quieren soportar si quiera el mínimo malestar de la cruz, dicen; “que sea lo que Dios quiera…” y terminan haciendo lo que ellos quieren, olvidando los mandamientos de Dios.

            Para conocer al Cristo de la cruz es necesario estudiar los evangelios, saber que Dios es un padre amoroso que desea educarnos y que espera de nosotros un esfuerzo para seguir su enseñanza. Las palabras de Jesús en ocasiones nos duelen como clavos en la piel, pero si no asesinamos el mal que está en nosotros será imposible resucitar.