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lunes, 25 de julio de 2016

La fe y la evidencia

Un amigo público en su cuenta de Facebook un pensamiento del astrónomo Carl Sagan; “No puedes convencer a un creyente sobre nada; ya que sus creencias no se basan en evidencia, se basan en una profunda necesidad de creer”. Debo señalar, ¿Cómo llego Sagan a tal conclusión?, ¿Acaso es un experto en credos?.  
La fe puede estar sustentada más allá de la simple fe, por ejemplo, con la promesa que Dios otorgo a Israel podríamos construir un modelo de probabilidad y estadística, este don señala; Israel es el pueblo escogido por Dios y no será derrotado (Isaías 40:8-12). Bajo el pensamiento matemático, ¿Cuál es la probabilidad de que una minoría, como los judíos, prevalezcan en los siglos a pesar de la persecución del imperio Egipcio, Babilónico, Helénico, Romano, y que la fe monoteísta triunfe sobre la fe de los imperios politeístas?. Este ejercicio matemático es interesante porque llevaríamos el antecedente histórico y bíblico a interpretaciones numéricas. La probabilidad lleva un registro de lo acontecido para confiar en el futuro más probable. Si por este método concluimos que la probabilidad de que Israel deje de existir es nula ó que la existencia de un caso similar es imposible, decir “Dios existe” no es descabellado en términos numéricos.
En nuestros días la tecnología y la ciencia tienen alcances inauditos. Otro caso que está dando evidencias a la fe es la neurociencia, disciplina científica que estudia las reacciones y comportamientos del cerebro. Esta rama ha indagado seriamente en el estudio de las religiones y las experiencias espirituales, tratando de medir lo que sucede en nuestro cerebro cuando hacemos oración, rezamos ó sobre quien tiene experiencias místicas. ¿Sabe usted que un vidente, al tener esta experiencia, registra estados mentales que solo pueden ser logrados de modo inconsciente, pero el vidente puede alcanzarlos de modo consciente? – la ciencia no se sabe cómo lo logra, entonces, ¿será algo del espíritu ó algo que no hemos podido desarrollar en nuestro cerebro?. Dichos estudios no pretenden de ninguna forma erosionar la fe, solo tratan de entender el comportamiento cerebral y que suscita en el la experiencia religiosa.    

El Dr. Andrew B. Newberg, neurocientifico pionero en estudiar este campo comenta; “Si bien el estudio neurocientífico de los fenómenos religiosos y espirituales ha avanzado sustancialmente en las ultimas décadas, este campo se encuentra en etapas iniciales. Hay muchos desafíos metodológicos y barreras de financiamiento. Sin embargo, la búsqueda de este tipo de proyectos puede dar grandes beneficios para la ciencia y las disciplinas espirituales. Desde el punto de vista religioso, tales estudios pueden ayudar a una mejor comprensión de la experiencia humana de la espiritualidad y la religión. Desde el punto de vista científico, puede ayudar a dilucidar el complejo funcionamiento del cerebro humano. En última instancia, si se pueden satisfacer los desafíos metodológicos, los estudios de las prácticas espirituales y sus experiencias asociadas, podrían proporcionar un conocimiento importante para vincular nuestras actividades científicas y espirituales”.