Un amigo público en su cuenta de Facebook un
pensamiento del astrónomo Carl Sagan; “No puedes convencer a un creyente sobre
nada; ya que sus creencias no se basan en evidencia, se basan en una profunda
necesidad de creer”. Debo señalar, ¿Cómo llego Sagan a tal conclusión?, ¿Acaso
es un experto en credos?.
La fe puede estar sustentada más allá de la
simple fe, por ejemplo, con la promesa que Dios otorgo a Israel podríamos
construir un modelo de probabilidad y estadística, este don señala; Israel es
el pueblo escogido por Dios y no será derrotado (Isaías 40:8-12). Bajo el pensamiento
matemático, ¿Cuál es la probabilidad de que una minoría, como los judíos,
prevalezcan en los siglos a pesar de la persecución del imperio Egipcio,
Babilónico, Helénico, Romano, y que la fe monoteísta triunfe sobre la fe de los
imperios politeístas?. Este ejercicio matemático es interesante porque
llevaríamos el antecedente histórico y bíblico a interpretaciones numéricas. La
probabilidad lleva un registro de lo acontecido para confiar en el futuro más probable.
Si por este método concluimos que la probabilidad de que Israel deje de existir
es nula ó que la existencia de un caso similar es imposible, decir “Dios
existe” no es descabellado en términos numéricos.
En nuestros días la tecnología y la ciencia
tienen alcances inauditos. Otro caso que está dando evidencias a la fe es la
neurociencia, disciplina científica que estudia las reacciones y
comportamientos del cerebro. Esta rama ha indagado seriamente en el estudio de
las religiones y las experiencias espirituales, tratando de medir lo que sucede
en nuestro cerebro cuando hacemos oración, rezamos ó sobre quien tiene experiencias
místicas. ¿Sabe usted que un vidente, al tener esta experiencia, registra
estados mentales que solo pueden ser logrados de modo inconsciente, pero el
vidente puede alcanzarlos de modo consciente? – la ciencia no se sabe cómo lo
logra, entonces, ¿será algo del espíritu ó algo que no hemos podido desarrollar
en nuestro cerebro?. Dichos estudios no pretenden de ninguna forma erosionar la
fe, solo tratan de entender el comportamiento cerebral y que suscita en el la
experiencia religiosa.
El Dr.
Andrew B. Newberg, neurocientifico pionero en estudiar este campo comenta; “Si
bien el estudio neurocientífico de los fenómenos religiosos y espirituales ha
avanzado sustancialmente en las ultimas décadas, este campo se encuentra en etapas
iniciales. Hay muchos desafíos metodológicos y barreras de financiamiento. Sin
embargo, la búsqueda de este tipo de proyectos puede dar grandes beneficios
para la ciencia y las disciplinas espirituales. Desde el punto de vista
religioso, tales estudios pueden ayudar a una mejor comprensión de la
experiencia humana de la espiritualidad y la religión. Desde el punto de vista
científico, puede ayudar a dilucidar el complejo funcionamiento del cerebro
humano. En última instancia, si se pueden satisfacer los desafíos
metodológicos, los estudios de las prácticas espirituales y sus experiencias
asociadas, podrían proporcionar un conocimiento importante para vincular
nuestras actividades científicas y espirituales”.