Este fin de semana me toco ver una película de Arturo de Córdova donde había escenas de gente en misa, estoy hablando de los años cincuenta cuando no había concilio vaticano segundo y las mujeres asistían a los templos con un velo sobre su cabeza y los sacerdotes oficiaban misa de modo distinto. Hoy los tiempos han cambiando muchísimo y aunque no es natural un mundo sin cambios en la moda, la tecnología y la ideología tampoco es bueno que los tiempos sean tan distintos porque Dios sigue siendo el mismo. En la película el contraste es apreciable al ver un México que ha quedado 50 años atrás y pareciera que uno puede apreciar la devoción de un pueblo por el simple modo de vestir y hablar.
Esto me hace recordar mi adolescencia cuando pensaba que Dios veía solo el corazón de las personas y que por esta razón no era muy importante el modo de vestir dentro de la iglesia, hoy como adulto joven pienso lo mismo mas debo reconocer que aquel pensamiento era usado por mí en aquel entonces no para tener una actitud correcta ante Dios sino mas bien para vestirme del modo que deseaba y ofrecer un justificante sin preocuparme lo que Dios pensara sobre mi apariencia, reconozco que fui egoísta.
En este momento si cualquier Cristiano al leer este articulo opusiera resistencia para no modificar su modo de vestir argumentando lo que yo en mis días de secundaria decía a mis mayores: “Dios ve el corazón y no el vestir”, me atrevo a responderle lo que entendí después de varios años: “Así es, Dios ve el corazón y no solo eso, sino que Dios ve todo, y puede ver que en tu closet y cajones hay ropas más dignas y decorosas”. Aclaro firmemente que no estoy hablando de usar lo más costoso y fino, ni tampoco de usar ropa acorde al primer concilio, sino de vestir con decoro dentro de la iglesia estar acorde con la misa y el decoro es el respeto que uno tiene hacia la persona de Jesucristo y su Iglesia. Por ejemplo si a cualquiera de nosotros un familiar nos invitara a su boda ó un funeral ¿Quién de ustedes asistiría sin vestirse acuerdo a la ocasión? y si así lo hacemos ¿no será esto una falta de respeto ó sentiremos vergüenza alguna? pienso que cualquiera de ustedes buscaría entre sus ropas algo que este acorde al evento para poder asistir, y si alguien los invita a participar en algún deporte ¿usarían ropa de vestir? ¿acaso no les dirán que están locos?
Creo que a la iglesia debemos asistir vestidos dignamente en el exterior e interior, ni lo uno invalida ó justifica lo otro, citando a Pablo sobre el modo de vestir digo: “Así mismo que las mujeres, vestidas decorosamente, se adornen con pudor y modestia, no con trenzas ni con oro o perlas o vestidos costosos, sino con buenas obras, como conviene a mujeres que hacen profesión de piedad” (1era de Timoteo 2:9,10).
Decía una tía abuela: “No uses esas ropas, porque esas ropas son para el domingo”, tal vez esa frase ya no se use pero me gustaba como los abuelos distinguían de entre todas sus ropas las prendas que usarían el día del Señor, será que hace 50 años la devoción se llevaba por dentro y por fuera.