Un amigo que es ateo, en una ocasión me pregunto
que si yo creía literalmente en lo que la religión afirmaba, el se refería a
que si creía en la existencia de “ángeles con alas emplumadas, tocando armas
doradas, en sandalias de cuero, vestidos blancos y cara de niño”, ese tipo de imágenes
son conocidas dentro de la fe. Le respondí que esos eran lenguajes de la época,
no necesariamente es así, sino que los símbolos afirma las cualidades; vestidos
blancos porque son perfectos en justicia, alas porque pertenecen al mundo celestial,
arpas porque alaban a Dios, cara de niños porque son puros, etc. Mi amigo ateo empezó
hacer otros cuestionamientos sobre la religión, el tema de la salvación apareció
y solo le conteste; “¿estás de acuerdo conmigo en que todos los hombres con
credo ó sin él, tienen una vocación natural hacia la justicia?”, “si” contesto,
respondí; “ojala los hombres se tomaran un tiempo para buscar lo que es justo y
seguirlo…”.
El justo de los justos es Jesucristo.
Sobre el lenguaje del credo, existen
muchos pasajes dentro de las sagradas escrituras que son referencias
mencionadas por los autores bajo una óptica ó símbolos de la época. Por
ejemplo, cuando Juan el Bautista se refiere a Jesús como “el cordero de Dios”,
todos comprendemos que se refiere a una persona y no a un cordero, sin embargo,
cuando Apocalipsis menciona “al cordero de Dios” entendemos que también se
refiere a Cristo, pero, cuando Apocalipsis menciona; “el dragón, la serpiente,
etc”, muchos toman literal “como si monstruos fuesen a salir desde los cielos ó
desde la tierra” cuando no es así, sino que estos son símbolos que representa
el mal contra la Iglesia.
Supongamos que hago la siguiente afirmación; “en
el país de los dos cuernos, el reino de las 115 millones de bocas, la mitad padecían
de dolores porque no podían comer. Al norte del reino estaba el imperio de las
estrellas, de barras azules y rojas que se enseñoreaba sobre el círculo de la
tierra. En el reino de los dos cuernos había un gran animal que gobernaba a
todos, este tenía tres largos cuellos con tres cabezas que nadie podía alcanzar,
cada cuello tenía un color; amarillo, azul y rojo, la cabeza amarilla tenia rasgos
latinos y nunca gobernó, la cabeza azul portaba cristales sobre sus ojos había reinado
dos veces y la cabeza roja que triunfo tenía un rosto joven y agradable para
las mujeres aunque tenía 70 años, estos, cada 36 y 72 meses disputaban y rugían
para tener el poder de aquel reino, las millones de cabezas gritaban: ¡salven
al reino, salven al país de los dos cuernos!”. Obviamente, estoy hablando de
México, por nuestro contexto histórico podemos entender la afirmación, pero,
¿alguien podrá comprenderlo dentro de cien ó mil años?, no, podrá interpretarlo
equivocadamente, pero, para conocer la realidad del texto necesitara conocer la
historia.
La religión tiene su propio lenguaje,
desgraciadamente las personas que están alejadas de la fe y quienes tiene
prejuicios contra la religión no pueden hacer la relación correcta para comprender
las virtudes del credo. Algo muy común sucede con “pecado”, esta palabra
pertenece a nuestro lenguaje religioso, la traducción de “pecado” es “injusticia”.
El mundo incrédulo está de acuerdo en oponerse a la injusticia porque nos
afecta a todos, injusticia es la mentira, el adulterio, la corrupción, el
alcoholismo, el narcotráfico, el odio, la venganza, la mentira, etc. Como católicos
debemos estudiar la profundidad de nuestro credo, pues, a mi si me incomoda que
la gente crea que nuestra religión es una herencia que nadie entiende y que está
llena de supersticiones, ¿a ti no?.