Alguien me dijo alguna vez: “La religión es el opio del pueblo” y me lo creí porque no conocía mucho de religión ni de historia, así que tome el dogma y sin meditarlo lo anunciaba a otros: “La religión es el opio del pueblo”. Hoy, soy arquitecto, egresado del Instituto Bíblico, y me considero un apologista de aquello en lo que creo. Sin hacer una apología directa del catolicismo, refutare el dogma de “la religión es el opio del pueblo” para que ustedes como lectores lo compartan.
Como constructor tengo conocimiento de las cosas necesarias para el desarrollo de un proyecto, cuando un proyecto es de carácter público impacta a la sociedad, y tiene una complejidad donde es necesario el apoyo de varios especialistas. Por ejemplo, se debe conocer las características naturales del terreno donde se piensa construir, su resistencia, la composición de la tierra., debe contarse con un proyecto arquitectónico que nos muestre las formas, y las medidas de la obra., un proyecto ejecutivo que indique lo relacionado con la cimentación, los muros, las techumbres, los acabados., también debe considerarse el suministro de materiales, si hay que importarlos ó si existen en la región, donde deberán ser almacenados, si el personal cuenta con los conocimientos técnicos para trabajarlos., debe considerarse el personal, jornadas de trabajo, turnos, días de descanso., las condiciones del clima, inundaciones ó siniestros., el como impacta dicha construcción en las actividades de la ciudad, etc. Hasta aquí he expuesto a groso modo las necesidades de una obra de carácter publico.
Hace poco me toco ver un documental sobre la construcción de Machu picchu, esta es considerada patrimonio de la humanidad desde 1983, fue edificada bajo un concepto: “La ciudad templo” no es una obra nacida de la improvisación ó el sin sentido. En el documental varios especialistas, ingenieros y arquitectos, trataban de descifra el “como” construir Machu picchu sin las herramientas modernas pues la ciudad esta a
No podríamos hablar de historia de la arquitectura sin citar los templos de Grecia, de Roma, de Egipto, de Asia, de Latinoamerica, como tampoco podemos hablar de historia del arte sin mencionar los frescos ó las esculturas de las catedrales Europeas. Los templos antiguos que hoy están en ruinas son el resultado de una inventiva que organizó a los pueblos antiguos para edificar una obra entorno a una deidad. En ellas hay que resolver los retos del proyecto, la estética, la proporción, los materiales y su traslado, la cimentación, estabilidad, la mano de obra y su terminación según los calendarios ó las fechas de equinoccio, estaciones del año ó ciclos de las cosechas para ofrecer ofrenda a los dioses. En la antigüedad la religión trajo consigo adelantos tecnologicos y sociales expresados en la arquitectura, pues la edificación eleva a la comunidad primitiva y la convierte en civilización, organizada, estructurada, con hitos religiosos, con costumbres, filosofía y creencias sobre la vida, la muerte y el entorno.
La religión no es opio de nada, mas bien la religión fue el motor de las grandes civilizaciones, solo miren la grandeza de sus templos y lo que un pueblo primitivo es capaz de construir a favor su fe.