El caso del sacerdote Aarón Cohen
Tapiero de Venezuela es singular, es parte de la comunidad de “hebreos
católicos” que está en comunión con la Iglesia Católica. Este sacerdote de
origen hebreo afirma ser descendiente de sacerdotes hebreos, esto significa que
es de las pocas personas que puede ejercer los dos sacerdocios: el de la
antigua alianza que era por linaje ò el que ejerce actualmente por amor a
Cristo sin parentescos ò genealogías.
Aarón es un joven sacerdote católico,
constantemente comparte por la red social fotos de fiestas y cenas hebreas que
celebran en su parroquia. Aunque es una cultura distinta a la nuestra, la
eucaristía y el Papa siguen siendo los mismos.
Recientemente Tapiero publico una
foto del sagrario de su Iglesia, esta tenía la forma del arca de la alianza
descrita en el libro del éxodo, pero en vez de tener en el interior las tablas
de los diez mandamientos de Moisés tenia la Eucaristía. No pude evitar hacer un
comentario: “creo que usted en ese sagrario ha resumido muy bien cuatro mil
años de historia de la salvación”.
Este 3 septiembre los judíos
iniciaron su año litúrgico con la fiesta del Rosh Hashanna ò “día del juicio”,
su segunda fiesta es Yum Kippur ò “el día del perdón” celebrada el 14 de
septiembre. Aunque yo no soy judío sino católico, mi fascinación por la cultura
judía nace por el deseo de conocer las tradiciones del antiguo testamento, es
más que nada cultura general. Entre más conozco de los judíos más me reafirmo
como católico.
Previo a la fiesta hebrea le escribí
a Tapiero: “este 14 de septiembre los judíos celebrarán Yum Kippur, ese día
quiero como católico unir mis oraciones personales a las de ellos. Ojalá
podamos unirnos a ellos en oración, sin duda San Pablo unía sus oraciones a las
de sus hermanos de raza”. Tapiero contesto de un modo sabio: “¡Shalom!, claro
que si, ese día tendré confesiones en mi parroquia”.
La fiesta de Yum Kippur conlleva
ayuno, abstinencia y confesión de pecados, a diferencia de nosotros ellos
tienen que esperar todo un año para confesar sus pecados en esta celebración,
dado que son muy severos con su liturgia, los rabinos hacen una lista de todos
los pecados que un judío puede llegar a
cometer para que no omita ninguno al confesarlo en Yum Kippur, según
esta creencia del antiguo testamento “no hay redención de pecados sin la
confesión”. Este rezo que los judíos hacen se llama Vidui, elevan su mano
derecha dándose tres golpes en el pecho, muy parecido a lo que nosotros hacemos
previo a cada misa: “yo confieso…”, “por mi culpa, por mi culpa, por mi gran
culpa”. En el Vidui judío se confiesan las faltas, pero no significa un perdón
definitivo sino que es un punto en el tiempo en el cual el judío se retracta de
sus malas acciones confesándolas, dejándose en manos de Dios. Interesante es la
respuesta de Dios por medio de Jesucristo: “a quienes les perdonen sus pecados
les serán perdonados” (San Juan 20:23). La redención llego con el Mesías.
En
lo personal, como acto simbólico deseaba ir a confesarme en mi parroquia el día
14 de septiembre para comulgar ese día, sabiendo que ese mismo día todos los
judíos del mundo están reunidos en sus sinagogas confesando sus pecados en el
rezo del Vidui. El día llego y no me confesé por cobardía, quiero hacerlo.
El
año litúrgico judío y católico continúan, la Iglesia sigue invitándonos a los
sacramentos, para los católicos cada misa es la fiesta de la redención plena.
Es natural que sintamos vergüenza por haber pecado, pero acudamos centrados en
el amor del Padre.