Hoy en día tenemos
Biblias de todo tipo de versiones, para católicos las más comunes
“latinoamericana” y “Jerusalén”, para evangélicos las más populares “Reina
Valera”, “Versión internacional” ó “King James”, para adventistas
norteamericanos la “Biblia de la palabra clara” con comentarios de Elena G.
White, también, la Biblia ecuménica “Dios habla hoy” para católicos y
evangélicos, para Testigos de Jehová la versión “la traducción del nuevo
mundo”, para Mormones es común “Reina Valera” mas “el libro del Mormón”, para
Menonitas una versión medieval escrita en alemán extinto, cada credo tiene
versiones para su público “la Biblia para la mujer”, “la Biblia para jóvenes” ó
“la Biblia ilustrada para niños”.
Me gusta leer y conocer sobre Judaísmo porque creo que es una buena
forma de dar una apología de nuestra fe Católica. Todos los discípulos de
Jesucristo fueron judíos, los samaritanos en realidad tenían raíces hebreas de
sangre y de culto pero los judíos los veían con desagrado por ser mestizos,
Jesús en sus enseñanzas en ocasiones pone de ejemplo a los samaritanos para
mostrar que el amor al prójimo no es exclusivo de las correctas teologías ó el
linaje perfecto y puro que con tanto celo guardaban los judíos. Jesús pone de
ejemplo a un hombre piadoso de samaria más no la cátedra del culto dado en
samaria, de ello podemos entender que hasta los ateos pueden ser ejemplo de
piedad para nosotros pero eso no significa que el ateísmo sea el camino.
El judaísmo es
importante como recurso de apologética porque los apóstoles en realidad eran
judíos bautizados, a excepción de Lucas todo el nuevo testamento fue escrito
por judíos seguidores de Jesucristo que entendían la nueva alianza desde un
antecedente cultural judío, nosotros entendemos bajo las expectativas de una
sociedad moderna que lo poco que sabe de Israel es por Jesucristo. La Iglesia
es un beneficio porque es la obra iniciada por aquellos judíos bautizados,
sería sumamente injusto y pobre hacer una lectura literal del nuevo testamento
sin indagar en el pasado de Israel, eso sería una lectura superficial y egoísta
de las escrituras, una lectura ajustada a las expectativas de la época del
lector y no al contexto de los autores que en su mayoría fueron Judíos ó están
ligados a ellos.
El profeta Jeremías
en el antiguo testamento dará un anuncio sobre la nueva alianza que después
será citado en el nuevo testamento en la carta a los hebreos; "Y
estableceré con la casa de Israel un nuevo pacto: Daré mi ley en su mente y la
escribiré en su corazón, y ellos serán por Dios y ellos serán mi
pueblo..." (Jeremías 31:33 ó Hebreos 8:10). Claramente se afirma y se
retoma que el nuevo pacto es con Israel, todos los apóstoles y discípulos
directos del Señor fueron judíos, el evangelio que recibimos de los judíos es
una invitación a todos los pueblos y así es como floreció la Iglesia
(católica significa universal, para todos los pueblos). Cabe mencionar lo
dicho “Dios dará su ley en la mente y la escribirá en el corazón”, si indagamos
en el texto, nos daremos cuenta que se refiere al Espíritu Santo recibido por
apóstoles en pentecostés, con El, ellos fueron guiados hacia la verdad,
evidencia de ello es la celebración del primer concilio de Jerusalén citado en
Hechos 15, la ley quedo impresa en el corazón y en la mente de aquellos judíos
apóstoles, habrá que confirmar si nuestro corazón es conforme a estos judíos de
la nueva alianza: “Jesús y los apóstoles”. La mayoría de los evangélicos y
protestantes hacen una lectura distinta, según ellos, cualquiera puede leer
libremente e interpretar lo que desee porque “Dios lo guía ó pone sus deseos
sobre sus corazones”, pero, los textos son claros, el nuevo pacto fue impreso
en el corazón de aquellos Israelitas, Jesús nació en
tierras hebreas y enseño solo entre los judíos, la nueva alianza fue con los
judíos que creyeron, estos se convirtieron en apóstoles, no podemos deslindar
nuestra interpretación de la herencia dejada por ellos en la Iglesia.