miércoles, 20 de marzo de 2013

El "si" y el "no" del mexicano


          Una de las enseñanzas de Jesucristo mas practica para la vida es la integridad, recordemos lo dicho; “que tu hablar sea si si es si y no si es no, porque lo que es mas de esto, de mal procede” (San Mateo 5:37), hasta el filosofo y pensador ateo Paolo Flores d´Arcais afirma que en esto le da la razón al evangelio: “todos deberíamos poner en práctica lo enseñado por Jesús sobre el uso del sí y el no, pues, la sociedad moderna es gobernada por la dictadura de la hipocresía…”.
          Los mexicanos parecemos estar en un espectro cómodo y discordante, recordemos los dichos populares: “mañana te pago, la última y nos vamos…”, hasta decimos “nos vemos a las 8 para estar a las 8:30…”, esta discordia entre el hablar y el hacer la vivimos incluso dentro de nuestras parroquias cuando hay reuniones de trabajo y todo mundo los acepta responsabilidades, pero, acabada la reunión parece que todo se olvido y se siguen haciendo las cosas del mismo modo.
          ¿Por qué somos así los mexicanos?, quizá se sorprenderá lo que voy a escribirle. Tras la crisis europea algunos españoles han emigrado a nuestro país para buscar trabajo, según un reportaje publicado por un medio de noticias nacional lo que más les molesta a los españoles cuando buscan un trabajo en México es que los hagan esperar, ellos no entienden porque “si la cita es a las 10 am los atienden a las 11 am” ó “les posponen la cita cuando ya pasan de las 10:30 am”, para nosotros es normal, pero, ¿por qué para ellos no?, ellos afirman “es una falta de respeto”, “es una humillación, el hecho de que no tengamos trabajo no significa que puedan disponer de nuestro tiempo ó que nuestro tiempo no valga nada…”. ¿por qué seremos así los mexicanos?, bajo una hipótesis personal lo atribuyo a una condición cultural, supongamos que, en tiempos de la Nueva España un español cita a un criollo a tal hora, pero, como el español quiere denotar que es superior al criollo lo hace esperar, después, el criollo tiene una cita con un mestizo, pero, para mostrarle que no son iguales el criollo hace esperar al mestizo, después, este mestizo se cita con un indio, pero, para manifestar que no son iguales también lo hace esperar y con esto se crea un circulo vicioso donde nadie es igual que nadie y nadie respeta se respeta y entre españoles, criollos, mestizos e indios se meten el pie unos a otros cada vez que caminan. ¡Viva México…canijos!.
          Expertos del lenguaje señalaban que los latinoamericanos hablan de un modo irregular por su pasado esclavista. Es común que el mexicano afirme y niegue al mismo tiempo, por ejemplo, decimos “que buena comida ¿no?” ó “nos vamos al cine ¿no?”, estas formas vienen porque en el tiempo de los esclavos los castigos eran muy severos, las personas se acostumbraron a hablar de esta forma peculiar para suavizar las circunstancias, dejar la posibilidad verbal para negar lo dicho y evadir las responsabilidades por temor a los castigos, “así se siente el país hoy ¿no?” con eufemismos y sin responsabilidades donde se elude lo dicho, por este pasado, a los mexicanos nos cuesta tomar la obligación con todas sus consecuencias y nos duele reconocer el error porque también como pueblo hemos hecho de la corrección un castigo, ridiculizamos a quien se equivoca, en México es común que todos se deslinden de la obligación, desde funcionarios, policías, maestros, profesionistas, vecinos, hasta en los grupos litúrgicos sucede.  
          Seamos prudentes y benévolos para corregir mas no negligentes, hablemos “si” cuando es “si” y “no” cuando es “no”, distingámonos de entre los demás, es algo solicitado por Jesucristo.