Cuando estaba niño se rumoraba que el fin del mundo seria en el año 2000, después próximo a concluir la Universidad todos hablaban del colapso que vendría sobre las computadoras al entrar el año 2000, pero el año 2000 vino y nada sucedió, aun así yo tuve un plan para salvar mi computadora de aquel colapso.
Compartía el padre Humberto Ponce una enseñanza sobre el fin del mundo que me gusto muchísimo, en aquella misa se acababa de leer al profeta Daniel en tiempos del Rey Nabucodonosor famoso por su crueldad, el evangelio hablaba sobre las profecías de la destrucción del templo de Israel símbolo de orgullo para aquella nación. Las lecturas leídas literalmente no eran muy alentadoras.
El sacerdote inicio explicando que desde tiempos de Pablo en el siglo I, los hombres ya esperaban el fin del mundo, en tiempos modernos ha sucedido y sigue sucediendo esta espera, este evento ocasiona una paranoia colectiva y es atractivo para las masas. El sacerdote lanza varias preguntas: ¿Y para que estamos esperando el fin del mundo?, ¿Nos aterra el fin porque nos gusta un mundo lleno de injusticias? ó ¿Esperamos el fin porque el reino de Dios está cerca?. Debemos entender que para que venga la nueva creación que Dios ha prometido es necesario que esta creación termine pero: ¿Por qué no queremos que este mundo termine? ¿Sera que no queremos que el reino de Dios venga, porque estamos totalmente cómodos en medio de tantas imperfecciones?. Para que venga la resurrección de nuestro cuerpo es necesario que venga primero nuestra muerte pero: ¿Por qué nos da miedo morir? ¿Sera porque no sabemos a dónde terminara nuestra alma ó en pocas palabras tenemos una fe muy pobre? Ó ¿Sera que jamás nos intereso llegar al cielo?. Decía por último el padre que el pecado era el preámbulo de la gracia, pero ¿Por qué no queremos ir a los sacramentos? ¿Sera que queremos vivir pecando?.
El mundo terminara simplemente porque no es infinito, no necesitamos conocer una fecha específica sobre el fin pues Dios nos llama diariamente a ser parte de su nueva creación, la muerte y el fin deben darnos esperanza sobre los deseos y designios de Cristo.
Estamos próximos para que el año termine y entraremos a un año nuevo, enfatizando lo que antes dije: ¿Para qué queremos que termine el año? ¿Seremos mejores personas el próximo año? ¿Qué no podremos ser mejores simplemente hoy?.