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domingo, 14 de enero de 2018

La liberación de la mujer

Actualmente se proyecta en los cines “Mujer sin filtro”, película estelarizada por Fernanda Castillo. La cinta es entretenida y buena para pasar el rato, sin embargo, el final feliz no es casarse ó reconciliarse sino volver a la soltería. Una película similar es “Treintona, soltera y fantástica” de Bárbara Mori, mujer que rompe sus ideales de vida y opta por vivir sin dirección, como si fuese una adolescente que replantea su futuro.
Este tipo de películas están enfocadas para determinada audiencia, donde se muestra la ausencia del varón como un elemento liberador. En estas historias la mujer es protagonista, trabajadora, ejemplar y el hombre suele ser impedimento para su desarrollo personal, emocional y profesional.
En la última cinta de “Star Wars: Episodio VIII, Los Últimos Jedi”, el obispo auxiliar de Los Ángeles, Robert Barron, fan de la saga, ha hecho una crítica a la trama. El protagonista, Rey, es una jovencita que desea convertirse en Jedi, pero el episodio VIII ha roto con la tradición de Star Wars, atrás quedaron los discipulados convencionales. En la cinta original, Luke Skywalker fue discípulo de Obi-Wan y Yoda. La nueva película dejo de plantear esto, Rey será la primer Jedi que no necesitara ser discípulo, Rey es mujer y será Jedi sin necesidad de algún hombre. Barron argumenta que la producción de Star Wars prefirió ceder a la cultura de género que conservar la tradición original de la orden Jedi.      
En el ámbito de la política podemos ver tintes de esta filosofía. Es común ver a los candidatos a la Presidencia; Ricardo Anaya, José Antonio Meade ó López Obrador acompañados de sus esposas en la publicidad política, pero ¿Por qué Margarita Zavala no se le ve acompañada de su esposo?, algunos dirán que Felipe Calderón es un impedimento porque fue Presidente, ¡claro!, podrían atribuirle los errores de su marido. Pero, ¿Qué pasa con las demás mujeres en política?, ¿alguien recuerda el rostro del esposo de Josefina Vásquez Mota, Claudia Pavlovich ó María Dolores del Rio?, no, nunca aparecieron en la publicidad de campaña. En la política el hombre se presume de familiar al lado de su esposa, si es mujer no muestra a su marido. El mensaje es el mismo, la mujer en su proyecto no necesita del hombre.
Cuando las feministas niegan al varón en el desarrollo de la mujer que triunfa, me recuerdan al conflicto que tiene un adolescente al negar en sus triunfos la presencia de sus padres, los ocultan, reniegan de ellos, los hacen menos.  

Más allá de la cultura de género, del feminismo, del espacio que la mujer requiere en el ámbito profesional, ¿Hasta qué punto esta cultura de los géneros va erosionando la relación y el dialogo entre hombres y mujeres?, ¿no estaremos construyendo una barrera más grande que aquella que deseamos derribar?, ¿no estamos fomentando la cultura del menosprecio entre ambos?. No lo sé, pero cuando la publicidad y la cultura orientan a la mujer para que se libere, para que rompa con el hombre que la limita así sea su marido, se menosprecia a la familia porque el esposo es varón y es familia. La mujer moderna no debe fiarse de su felicidad y el aspecto económico, no debe olvidar lo afectivo, valorar la estabilidad que padre y madre otorgan para el desarrollo pleno de los hijos. El afecto se vive en comunidad y la primera comunidad es la familia.