Sitios

sábado, 17 de julio de 2010

El esfuerzo de un remache‏


En alguna ocasión escuche que la torre Eiffel cuenta con más de un millón de remaches. La totalidad de los remaches trabajan en conjunto porque las piezas de acero suelen dilatarse por el cambio de temperaturas, y es natural que las piezas a lo largo del día tengan tamaños distintos (no apreciable al ojo humano). Todos los remaches sujetan con fuerza las piezas que forman la torre, obviamente alguien cálculo estructuralmente el número de remaches y sugirió una posición para que todos trabajen de forma correcta.

Recuerdo que en la universidad lleve clases sobre resistencia de materiales, en aquel entonces hicimos un ejercicio para calcular una soldadura y preguntaba: ¿Qué importancia tiene una soldadura dentro de un gran edificio? ¿No es esto irrelevante?, mi maestro afirmo: “No, pues en ocasiones las trabes están apoyadas sobre placas de acero, y las placas de acero están unidas por soldadura, si la soldadura es débil la placa de acero se caerá y la trabe también, y por efecto todo el edificio”.

En alguna ocasión asistí a una parroquia de la cual no pertenezco, converse con varias personas, en aquella visita me invitaron a ser parte del coro, a colaborar para escribir un libro y ser parte de los lectores, muy apenado dije: “muchas gracias, pero ya tengo otras actividades…”, al salir de aquel templo me di cuenta de la necesidad que tenían de servidores, y aunque aquella parroquia ya tiene su edad, necesitan que alguien por caridad los ayude (no solo ellos, sucede casi en todas las parroquias). Pero ¿Qué acaso entre los asistentes a misa no habrá alguno ó algunos que puedan ocuparse de estas actividades aunque sean muy pequeñas?, en aquella misa yo vi a más de cien personas esperando recibir la comunión ó esperando no recibirla, pero antes de iniciar solo vi a cinco personas y al terminar solo vi a dos de ellos.

¿Qué importancia tendrá dentro de la obra de Cristo, limpiar una silla, entregar las hojas de las lecturas a los fieles, participar en el coro ó hacer cualquier otra cosa por pequeña que parezca?, la suma de todos los esfuerzos mínimos nos da un esfuerzo enorme, el esfuerzo de un remache no puede soportar una torre, pero la suma del esfuerzo de un millón de remaches si. Cada parroquia tiene su necesidad, y así cada decanato, y así cada diócesis hasta llegar a la totalidad de la Iglesia.

¿Qué relevancia podrán tener estas cosas mínimas dentro de la agenda de cada creyente?, quizá son prioridades, quizá son actividades que se realizan esporádicamente ó periódicamente, quizá no estén incluidas porque no son importantes (solo ven un remache y no la totalidad).

Observe la torre Eiffel y pregúntese: ¿Qué importancia puede tener un simple remache en una construcción tan grande?, ¿Podrá un solo remache resistir la presión que resisten cinco al sujetar una pieza de acero?, “obviamente, no”, ¿Podrá un solo servidor atender las labores de cinco servidores?, “quizá si, pero no seria justo”.

Creo que la Iglesia empezando desde los Apóstoles y extendiéndola por muchísimos pueblos y lenguas es la edificación más grande de todas, pero ¿podemos contemplarla como una obra terminada?, “No, ya tenemos los cimientos, pero aun la estamos construyendo…”.