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domingo, 3 de diciembre de 2017

Dios y la soledad

El antiguo testamento narra una serie de liturgias hebreas necesarias para la purificación. Había un sacrificio principal donde una persona derramaba sangre para reconciliar a todo el pueblo de Israel. Este culto se practicaba a puerta cerrada, solo el sumo sacerdote entraba al templo una vez por año al lugar llamado “el santo de los santos”, ahí ofrecía el sacrificio de la reconciliación derramando la sangre del cordero, tras este acto todo el pueblo quedaba reconciliado.  
Este es un antecedente histórico importante que se asocia con el sacrificio de Jesús y nuestra reconciliación bajo la nueva alianza. Pero, ¿Qué más podemos aprender de esta práctica antigua?. Podemos apreciar que la reconciliación de Israel se daba en la soledad, el sumo sacerdote, un hombre a solas con Dios. Esta práctica antigua tiene algo de pedagogía divina, toda reconciliación con Dios –antes de ser un acto comunitario- inicia en la soledad; cuando yo me tomo unos minutos a solas para estar con Él, para apreciar mis faltas y corregir mi camino como el hijo prodigo.   
El individuo que no se toma unos minutos para estar solo, ¿podrá vivir la espiritualidad?, no lo creo. Dios se ha manifestado a los profetas en la soledad. Con Abraham cuando miro las estrellas, con Moisés en la zarza ardiendo, con Samuel en el silencio de la noche, con Jacob en su destierro, con San José mediante sueños, con Zacarías –padre de Juan el Bautista- a solas dentro del templo, con la Virgen María a solas en la anunciación, con San Pedro en la visión de los alimentos. En nuestro diario vivir debiésemos contemplar la soledad de una forma positiva, apreciarla como la oportunidad para estar con Dios.
En la liturgia del antiguo testamento entendemos que la reconciliación de Israel era una celebración a solas, sin acceso para ningún judío, y no solamente eso, era obligatorio cumplir ciertos requisitos para ser sumo sacerdote, este cargo no era para cualquier hebreo. La presencia de Dios en el lugar más sagrado del templo no era para todos, ¿Qué ilusión podrían tener para alcanzar lo más sagrado del templo celestial?.
En los evangelios, Jesús presenta la siguiente frase; “entrad por la puerta estrecha…” (S. Mateo 7:13). Pero, ¿Cómo habrá sido recibida esta frase por aquella comunidad de judíos, cómo un signo excluyente ó como una oportunidad?. Aunque el énfasis de esta enseñanza está en lo estrecho de la puerta, debemos alegrarnos porque al menos ¡hay una puerta!, una posibilidad, una alternativa de tener acceso al camino que lleva a la Vida. Todo individuo lo tiene si se deja guiar por Jesús, por él es posible acceder a la gloria del templo celestial.  

No malgastemos la soledad, es una oportunidad para estar con Dios y recibir su alegría, no importa el lugar. No es necesario ir a Jerusalén para vivir una teofanía, recordemos que Jesús cuando quería entrar en oración se alejaba de Jerusalén, de su bullicio. Apreciemos la soledad, es ahí donde logramos ver la pequeña luz que sale de la puerta estrecha en medio de nuestras tinieblas. La puerta es estrecha pero toda puerta está diseñada para que una persona pueda entrar, nadie ha podido meter una casa ó un automóvil por una puerta estrecha, menos un camello. Despréndase de aquello que lo limita para entrar, y por favor, regálese la oportunidad de entrar.               

domingo, 26 de noviembre de 2017

Un dia en el infierno

Había un hombre que se creía siervo de Dios. Un día Dios lo llamo de esta forma; “Necesito que mueras porque quiero que conozcas el infierno y que estés ahí solamente un día”. El hombre se inquieto por la propuesta, tuvo temor y respondió; “No, no quiero ir, no quiero conocer ese lugar”, el Señor respondió “eres soberbio”, al instante replico “¿Por qué lo dices?”, Dios concluyo diciendo; “Porque te lo pedí y no quisiste”.
En esa pequeña platica con Dios este hombre aprendió muchísimo; comprendió la dimensión del infierno, si el sintió temor por solo un día, no puede imaginar el terror de estar ahí por una eternidad. Esta vivencia provoco en él un despertar para estar más atento a sus pequeñas tentaciones, aquellas que parecen insignificantes pero lo hacen caer en esos pecados que son aceptados en la sociedad. También reconoció no ser tan obediente como él mismo creía, entendió que su fe y confianza en Dios es pequeña. Dios solamente le pedía una día, no una eternidad y prefirió decir “no” antes que fiarse del Señor. ¿Podía llamarse así mismo “siervo de Dios”, siendo que se negó a la petición?. ¡Siervo Abraham que estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac cuando Dios se lo pidió!. Pero, aquel hombre, a pesar de haberse sentido tan pequeño en su fe entendió la paternidad de Dios de un modo más sensible; a un hijo no se le ama por su obediencia, simplemente se le ama y se le añade por ser hijo. El afecto de Dios a nosotros no depende de lo que hagamos ó lo que no hagamos, pero si, estar cerca ó lejos de Él depende de nosotros, de nuestro modo de vivir. El siempre desea estar cerca, lo está.
¿Estaríamos dispuestos a pasar un día en el infierno si Dios lo pide?, en realidad deberíamos estar dispuestos hacer todo aquello que Dios nos pida, pero somos débiles en obediencia y en fe. Estas dos se irán perfeccionando con la gracia y nuestro vivir en Dios.
Debiésemos llegar al punto en donde estemos dispuestos hacer todo por Dios, fiarnos plenamente de Él, seguirlo y obedecerlo no por el deseo de recibir algún premio –el cielo- sino por el deseo de seguir con Él y estar con Él para no estar lejos de Él. Cuando una persona desea el cielo y está dispuesta a obedecer a Dios para llegar ahí, tiene algo de idolatría en su ser, es muy sutil, nadie debe desear el cielo primero y después a Dios. Es Dios al que debemos amar primero sobre todas las cosas y anhelos, eso incluye al cielo. A Dios debemos obedecerlo por amor, no por conveniencia, si lo hacemos por conveniencia entonces Dios no está ocupando el primer lugar en nuestro ser. Pensemos en esto y caminemos a una relación con Dios más perfecta, construyéndola y consolidándola con los sacramentos, la oración y la piedad, no caigamos en un cristianismo de raciocinio, de filosofía., el amor se completa solo amando.  
Terminare esta reflexión con una anécdota. Mi hermana tiene un hijo de menos de un año de edad, aunque tratamos de estar con él, el niño no desea estar lejos de su madre, nunca. Si no la ve llora, solo está contento cuando ella está en medio de nosotros. Mi hermana vive en Ciudad de México y tras el temblor decidió mudarse a nuestra ciudad, aunque la mudanza no se ha concretado, sé que el único interés del niño es estar cerca de su madre, para él, en su mundo diminuto no hay otro afán, no importa si la ciudad es buena ó es mala, si la casa es mas chica ó es más grande, si el barrio será mejor ó el peor del mundo, lo único que le da paz a este niño es estar cerca de mi hermana, él sigue a su madre por amor, no hay otro afán, él es capaz de ir al lugar de tormento si mi hermana esta ahí. Debemos tener una fe y una confianza como los niños para entrar al Reino de Dios.     

El siervo de Dios, Cristo, la tuvo, vivió el tormento de la cruz por amor, y el credo de los apóstoles señala; “y descendió a los infiernos y al tercer día resucito de entre los muertos”. Eso es fiarse de Dios completamente. Miremos la confianza y empeño que la Trinidad tuvo en el proyecto de nuestra salvación y tengamos esa confianza para añadirnos a Dios. No busquemos a Dios solo por el premio, busquemos a Dios porque es nuestro Padre que nos ama.    

domingo, 19 de noviembre de 2017

Jesús y los fariseos

Estando delante del sagrario, tomando una de las lecturas que encontré ahí, leí la frase dicha por la Virgen María en las bodas de Canaán “hagan todo lo que Él os diga…” (S. Juan 2:5), no puede evitar hacer la asociación con el verso del evangelista donde Jesús se refiere a los fariseos de esta forma; “De modo que haced y observad todo lo que os digan; pero no hagáis conforme a sus obras, porque ellos dicen y no hacen” (S. Mateo 23:3). Es curioso que alabemos a la Virgen por este pequeño versículo y estemos tan acostumbrados a leerlo, sin cotejarlo con lo que Jesús dijo de los fariseos. La Virgen dijo “hagan lo que él les diga…”, y él dijo a los judíos “hagan lo que ellos digan…”.
¿Qué relación tuvo Jesús con los fariseos?, por los relatos bíblicos sabemos que ellos intentaban encontrar errores en Jesús para poder llevarlo a juicio, pero al no encontrar error alguno, recurrieron a los falsos testimonios y de esta forma terminaron crucificándolo. En el verso de San Mateo, Jesús reconoce que la enseñanza inculcada por los fariseos a los judíos son correctas para la primer alianza. Entonces, ¿si fueron enseñanzas correctas, Jesús las cumplió?, claro –sostengo que Jesús fue el judío perfecto- y los fariseos al no encontrar error en él, recurrieron a la mentira para asesinarlo. Incluso, Jesús al predicar en tierras judías, afirmo; “si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entrareis en el Reino de los Cielos” (S. Mateo 5:20). Por lo tanto, Jesús no solo ratifica que la enseñanza de los fariseos es correcta, pide ser muchísimo más justo que los fariseos. Es interesante que Jesús en este verso no mencionó a los Saduceos, que eran judíos de otra corriente; ellos creían que los mandamientos eran algo para llevar una vida con orden y bendición del creador, no creían en la vida después de la muerte, ni el juicio, ni la resurrección, ni en el infierno, ni el cielo ó el purgatorio., los fariseos si tenían estas creencias.
Es obvio que Jesús en su resurrección cumple la fe esperada por la corriente de los fariseos, manifestando que la creencia de los Saduceos es errónea; los muertos si resucitan. Pero no solamente eso, el mayor número de cartas del Nuevo Testamento tienen como autor a un ex fariseo, San Pablo. ¿Sera esto casualidad?, no lo creo. Hasta creo que San Pablo mantiene las creencias que antes tenía; juicio, resurrección, infierno, cielo, vida eterna, etc. y solo se desprende de las leyes rabínicas porque en la Nueva Alianza ya no son de utilidad, la profecía se cumplió, el Mesías llego, nos compartió su Espíritu y su gracia, y por ello esperamos resucitar también.
Para concluir, a pesar de que los fariseos tuvieron enemistad con Jesús, él no tuvo enemistad con ellos, ni con nadie, él supo reconocer lo que es correcto en aquellos que se le oponían. Él tampoco se negó a la jerarquía y estructura religiosa de su tiempo pues se dejo juzgar por ella. Muchas veces nosotros mismos miramos la estructura católica y por el error de los hombres que la integran, queremos acabar con las estructuras religiosas, pero ¿Qué propósito tienen las estructuras religiosas en el proyecto de Jesús?, pues eso mismo, ¿Qué edificio se sostiene sin estructura?, ninguno.    

Miremos esta paciencia de Dios, y como Jesús supo reconocer lo bueno de los fariseos aunque estos desearan su muerte.              

domingo, 12 de noviembre de 2017

El infierno y la misericordia

Había dos predicadores, uno hablaba del infierno y otro no. El primero se refería a la audiencia de esta forma; “apártense de su egoísmo, hagan caridad, no engañen, santifíquense, busquen la gracia para que puedan ser librados del castigo eterno, el infierno…”. El segundo predicador no apreciaba el evangelio bajo un discurso así, el prefería hablar de la misericordia de Dios y el tema del infierno no lo tocaba. Este segundo hombre creía que el primer predicador debía añadir otro tono a su discurso. Un día lo visito para hablar de este tema: - ¿no crees que hablar del infierno de esta forma puede asustar a la audiencia? – claro que si, ¿Quién no se asusta por el infierno?, estar ahí no es un placer, es un sufrimiento y toda condena asusta a cualquiera – pero ¿no crees que si hablarás más de la misericordia de Dios más gente vendría a escucharte? – No se puede hablar del infierno sin hablar de la misericordia, Jesús es quien nos libra de ese lugar por su gracia, él como cordero es la misericordia de Dios. Si hablo del infierno constantemente es precisamente porque quiero librarlos de ese lugar, si no les advirtiera, ¿Cómo podría ser un hombre misericordioso cuando tuve la oportunidad de librarlos del infierno y no lo hice?. Quizá mi predicación le pueda doler alguno pero no hay cruz que no lastime. El segundo predicador partió a su casa con aquella reflexión, jamás pensó que hablar del infierno fuese un acto de misericordia cuando se desea librar a las almas del tormento eterno.
Pocos saben que la creencia del infierno no es una creencia judía. Ellos creen en castigos temporales después de la muerte pero no en un castigo eterno como el infierno. El modo judío me hizo reflexionar sobre la visión que tenemos los católicos entre la interpretación del Dios del antiguo testamento y el Dios del nuevo testamento. Constantemente hacemos distinciones entre ambos pactos; “el Dios justiciero” y “el Dios bondad”, como si el Dios del nuevo testamento fuese más “bueno” que el Dios del antiguo testamento. Sabiendo que los judíos no creen en el infierno y siguen las leyes de Moisés, escritas en el viejo testamento, ¿Qué Dios resulta más bondadoso?, ¿el Dios del antiguo testamento sin infierno? Ó ¿el Dios del nuevo pacto con infierno?. Es obvio que nos conviene creer en un Dios que no condene eternamente a nadie, pero ¿será esto cierto?. Es conveniente creer la Verdad antes de creer lo que nos convenga.
El apóstol San Pablo reflexiona sobre el significado del sacrificio de Jesús y concluye que mediante él somos justificados delante de Dios, pues si pudiésemos recibir su misericordia de algún otro modo, ¿Qué caso tiene haberlo sacrificado?. San Pablo como un ex fariseo y judío de nacimiento, tras su conversión al cristianismo entendió que las leyes judías del antiguo testamento no tienen sentido tras la resurrección de Jesús. Si los judíos creen encontrar misericordia divina usando las leyes de Moisés, ¿Qué caso tiene que Dios envíe al mesías para que sea crucificado?.

Con esto no afirmo que la misericordia divina sea exclusiva de los bautizados, al contrario, Dios en su infinito misterio se apiada del mundo de una mejor forma tras la resurrección del Verbo encarnado. Pero no debemos olvidar, es Jesús quien revelo la realidad espiritual del infierno precisamente para librarnos de ese lugar (leer S. Mateo 13:49,50). 

domingo, 5 de noviembre de 2017

Venid a Mí

Estoy leyendo un libro titulado “El Pan de Cada Día”, publicado por la Cofraternidad de la Preciosa Sangre, es un sumario de reflexiones, oraciones y lecturas para la vida diaria del sacerdote Anthony J. Paone. Entre todas las reflexiones diarias que este libro ofrece, hubo una que capto mí atención entorno a la Eucaristía, cito a continuación.
“Hijo, pondera a menudo mis palabras: Venid a Mí todos los que estáis cargados y llenos de trabajos y Yo os aliviaré. Son palabras mías, y deberías recibirlas lleno de fe y gratitud. Son mías porque fui Yo quien las pronunció, pero son tuyas también, pues las dije para tu salvación. Recíbelas de mis labios con gozo. Que penetren en tu corazón. En estas palabras puedes ver cómo me preocupo leal y tiernamente por ti. No detengas a tu conciencia que pide que te entregues a mis brazos. Yo sé lo necesitado que estás de mi amistad, pero pese a ello, te amo.
A pesar de tu nada y tu pecado te mando que te acerques a Mí con confianza. Es mi deseo en este momento que me recibas a Mí, aliento de inmortalidad. Por medio de este alimento celestial, que es en realidad de verdad mi propio Cuerpo y Sangre, obtendrás vida imperecedera y gloria eterna. Yo he dicho: Venid a Mí los que estáis cargados y llenos de trabajos y Yo os aliviare. Estas palabras son consoladoras en los oídos de un pecador. Yo, tu Señor y tu Dios, te invito a ti, pobre y necesitado, a que recibas mi Cuerpo y Sangre. No digas: ¿Quién seré yo para pretender acercarme a Ti?  Te mando que vengas y me recibas, porque sin Mí estás perdido.
Prepárate por medio de la confesión en el caso de que sea necesario y con oraciones. Aproxímate después a mi altar con confianza y con un ardiente deseo de agradarme en tu vida diaria”.
 Lo más sorprendente de esta lectura fue la interpretación que se da al verso de San Mateo “Venid a Mí los que estáis cargados y llenos de trabajos y Yo os aliviare…” (Cap. 11, v. 28), este verso comúnmente es leído y citado como una invitación y no como un mandamiento. Y es verdad, ¿Cómo debemos considerar un llamado de Dios?, ¿Cómo una invitación ó como un mandamiento?. Creo que usamos la palabra “invitación” porque no tiene la intensidad y connotación de “mandamiento”, que es una imposición, una orden. La palabra “invitación” es más ligera y más abierta, menos intensa.     
Consideremos, si Dios nos llama y no acudimos estamos siendo injustos con Él y con nosotros mismos. Él desea aliviar y sanar nuestra alma del daño causado por nuestra injusticia, nuestro pecado.
Si el primer mandamiento es “Amaras al Señor tu Dios sobre todas las cosas”, ¿En qué lugar quedamos si Dios llama y no acudimos?, obviamente, cada vez que tenemos oportunidad de comulgar y no lo hacemos caemos en un pecado de omisión –me incluyo- siendo nosotros mismos los afectados porque nos privamos del perdón y de la gracia de Dios. Anthony J. Paone en su reflexión utiliza “Venid a Mí…” y añade con certeza en su sentir “Te mando que vengas y me recibas…”.

Es importante que todo creyente considere la comunión frecuente al sacramento, sin olvidar, ni omitir, su situación espiritual. La Eucaristía siendo un sacramento es también una exhortación a la conversión y una pedagogía, dado que, no podrá ser recibida por aquel que esté en pecado grave. Miremos con alivio y agrado estas instrucciones de Jesús y sus apóstoles, que nos advierten y nos piden desprendernos de nuestro mal para abrazar la gracia de este sacramento. La advertencia no es una limitante, al contrario, es la alegría de tomar la Eucaristía como debe ser para que sea disfrutada como Dios lo anhelo para nosotros.    

sábado, 28 de octubre de 2017

¿Jesús religioso ó rebelde?

En algún tiempo veía a Jesús como un revolucionario, un rebelde del judaísmo, alguien que nos vino a liberar de la religión. En aquellos años conocía poco la biblia y la Iglesia, veía a un Jesús rebelde porque en el fondo el rebelde era yo.
Cualquiera de nosotros alguna vez habrá hecho una asociación entre fariseos y jerarquía católica, es fácil otorgar ese lugar a los clérigos cuando no estamos dispuestos a escuchar amonestaciones y estamos empecinados en hacer nuestra voluntad, obviamente, queremos tener a Jesús de nuestro lado y lo imaginamos rebelde para justificar nuestra rebeldía. No dudo que existen religiosos que son como fariseos pero también existirán otros clérigos a imagen de Cristo.
El motivo de esta reflexión es desmitificar el Cristo que cada individuo ha hecho para sí: “el Cristo con el que justifico mi rebeldía eclesial”. En los evangelios encuentro un Jesús más religioso que los fariseos. Daré algunos ejemplos; ellos permitían el get –la carta de divorcio- Jesús no la permitió, ellos lo justificaban en textos de Moisés pero él uso la moral anterior a Moisés, el Génesis “serán una sola carne…”. El enseño “cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adultero en su corazón”, esto me hace pensar que los fariseos no tenían objeción en desear a la mujer ajena, a fin de cuentas el divorcio y el matrimonio múltiple estaba permitido. Ellos convirtieron el templo en un mercado pero él no lo permitió, citando al profeta Isaías “mi casa será llamada casa de oración…” los amonesto duramente. Incluso, si distinguimos ambos credos, los judíos acuden solamente el sábado a la sinagoga y una vez al año comen el pan sin levadura, en cambio, la Iglesia ofrece el pan Eucarístico todos los días meditando en la Escritura. ¿Quién resulto ser más religioso?.
Cada vez pongo más en duda esa idea de un “Jesús rebelde”, ¿Cómo va ser rebelde si él hizo las cosas para que la Escritura se cumpliera?, cumplir la Escritura es la ortodoxa más excelsa. Esta idea de un “Jesús religioso” puede escandalizar a muchos progresistas, aquellos que quieren una fe con menos religión, que quieren un Dios sin liturgias y sin Iglesia, un Dios de amor sin santidad y un cielo sin infierno con una teología alegre donde nadie cargue su cruz sino que todos se liberen de sus cruces, en una Iglesia que se limite solo a despojar de complejos y prejuicios de culpa para vivir “plenamente”, sin afirmar claramente que la santidad es la manera plena de vivir.      
Para mí, el mesías resulta ser un individuo con una moral y sacralidad más exigente que la de los fariseos. Hay algo curioso, entre judíos, el rabino de mayor misericordia es el ortodoxo y esto parte de un razonamiento sencillo: para aplicar la misericordia sin faltar a la ley se debe conocer la ley con mayor profundidad, es falsa la misericordia que quebranta la ley divina. ¿Usted cree que Jesús no conocía las leyes judías y la revelación con profundidad?, ¡claro que las conocía!, quizá mucho más que los fariseos, él puso la ley en su correcta dimensión. Jesús supo aplicar la ley de un modo correcto porque el motivo de la ley no es condenar, es corregir para integrar a la persona al proyecto de Dios. Llamamos a Jesús “abogado nuestro” y un abogado consigue la absolución mediante el uso de la ley, no fuera de la ley.       

domingo, 22 de octubre de 2017

La puerta estrecha

Es común que la gente cuestione a la Iglesia Católica, afirman; “¿Por qué la Iglesia no se moderniza y se adapta a la cultura moderna?”. Esto por la dinámica social que vivimos; la unión libre, el divorcio, la homosexualidad, el sexo sin compromiso, etc. y también por la vivencia de la fe en la sociedad; sectarismo cristiano ó una fe sin estructuras, ni jerarquías, sincretismos ó mezclar toda clase de creencias y no profundizar o comprometerse con alguna, esoterismo y supersticiones, filosofías, activismo y doctrinas que pueden dar luz temporal y caducan cuando dejan de sorprender.
Todo va en constante cambio y movimiento pero la Iglesia parece no cambiar, queda ahí como una opción “vieja”, “tradicional” ó “retrograda” para una sociedad que se mueve con rapidez. La Iglesia Católica no luce como una denominación cristiana moderna donde resaltan las pantallas gigantes, las luces, el escenario moderno con música avivada y discursos motivadores que se apegan a la visión del hombre actual; la cultura del éxito, la felicidad y del triunfar. Nuestra Iglesia no luce como el lugar donde todo se resuelve fácilmente y rápido, pareciera que no pasa nada y que para todo se ocupa un permiso ó una carta firmada por el Obispo ó el Vaticano.  
La pregunta es natural, el mundo moderno está en constante cambio pero ¿Por qué la Iglesia Católica no se moderniza?. De esta interrogante debemos profundizar, ¿Para que deseamos cambiarla?, ¿Qué nos mueve a pensar así?, ¿para que deseamos la modernidad?, ¿Qué nos mueve a creer que lo moderno será mejor que lo tradicional?, ¿No será que en el fondo somos egoístas?.
Citare un ejemplo paralelo; cuando Israel fue liberado de la esclavitud de Egipto paso cuarenta años perdido en el desierto, esto le sucedió por su rebeldía, probablemente si hubiesen sido menos rebeldes y más atento para escuchar a Dios, hubiesen llegado más rápido a la tierra prometida. ¿Qué podemos aprender de esto?. Que probablemente Dios nos ha puesto las cosas más fáciles de lo que creemos pero nosotros por estar en constante cambio, no nos tomamos unos minutos para meditar, para entender que en realidad no hay necesidad de cambiar gran cosa porque la plenitud de la gracia ya está ahí, somos nosotros quienes no tenemos tiempo para apreciarla.   
Por la vivencia de este mundo complicado y enredado, confundido por la mala herencia teológica de muchos que opinaron en ignorancia y de modo irresponsable, contaminando la razón de muchos por sus doctrinas, llegar a la tierra prometida –la Eucaristía- resulta un verdadero laberinto. Pareciera que Dios también permite estos enredos para que los hombres lo busquen, toquen y encuentren.
En ocasiones me imagino a Dios poniendo las cosas y las situaciones con gran sabiduría, haciendo de su culto y su adoración algo aburrido para los hombres, precisamente para medir la disposición del corazón; el que es fiel permanecerá, el que es obediente estará conforme, el inconstante se ira y el rebelde querrá quitar y poner.

¿Por qué la Iglesia Católica no cambia, porque es tan cerrada?, la respuesta es sencilla, la Iglesia Católica no cambia y es estrecha en su forma de pensar porque el camino a la perdición es amplio y estrecho es el camino que lleva a la salvación. 

viernes, 13 de octubre de 2017

La misa coldplay

Debo confesar, fui ateo por muchísimos años y por un tiempo fui anti católico. Por mucho tiempo estuve convencido de que la Iglesia Católica, sobre todo el culto, eran un estorbo para el desarrollo de la espiritualidad y la fe. La misa me parecía una cosa aburrida, antigua y sin sentido para este mundo moderno. Conforme fui creciendo en mi conocimiento de la Biblia me di cuenta de la maravilla que es la Iglesia Católica. Quizá suene ortodoxo, me atrevo a decir que el culto anterior al Concilio Vaticano II, donde el sacerdote oficiaba dando la espalda al pueblo, era un culto mas bíblico porque esa era la postura que tenían los sumos sacerdotes a lo largo de la historia de la salvación (el pueblo estaba detrás de la cortina y la cortina estaba detrás de sumo sacerdote) desde el tabernáculo de Moisés hasta el templo en Jerusalén., la cortina se rompió con la crucifixión.
Como mencione, fui ateo, nací en un contexto de liturgia post-concilio y nadie tuvo que cambiar nada de la misa para que pudiese apreciarla hoy como un católico. Por esta conversión, no veo motivo contundente del porque alguien deba cambiar algo de la liturgia, ¿para qué?. Argumentaran que “se hace para atraer a la gente”, como si la evangelización fuese un asunto del número de asistentes, ¿Cuánta gente que acude a misa está realmente en misa?, ¿Por qué alguien se siente satisfecho cuando ve un templo lleno?. Desde hace mucho tiempo deje de preocuparme del número de asistentes, la evangelización es así; “el que tenga oídos para oír, oiga…”. ¿Por qué ese afán de medir el éxito por la multitud?, es vanagloria.  
Entiendo el interés de pretender renovar el culto, avivarlo, hacerlo atractivo, pero ¿si la Eucaristía por sí sola no atrae, qué sentido tiene atraer por cosas ajenas a la Eucaristía?. Yo fui un ateo, anti católico, me tarde años para encontrar la Iglesia que Jesús dejo, y me resulta irónico que habiéndola encontrado encuentre en ella católicos que deseen modificar el culto porque “la gente se aburre y no atrae a nadie…”, son de lastima, es decepcionante encontrar creyentes así, gente que no cree en el impacto que tiene la unidad del culto católico y de lo que el Espíritu puso en el Concilios bajo la sucesión Apostólica. ¿Qué sentido tiene modificar el culto para que la gente no se aburra?, después les aburre la novedad y se volverán a ir porque no están ahí por la Eucaristía, están ahí porque les entretiene.
¿Tiene sentido un templo lleno con gente que no es capaz de cargar la pequeña cruz de su aburrimiento?, ósea, ni el más mínimo sacrificio. ¿No valdría mas que se revolcaran en su pecado hasta el hartazgo y que volviesen al Padre como lo hizo el hijo prodigo?, creo que sí, sería mejor que se fueran y que su propio pecado les predique para que vuelvan a Dios con un corazón dispuesto amarlo. Eso yo lo viví, nadie me lo conto y doy gracias porque alguien estuvo orando por mi conversión.

Dicen que la “misa coldplay” fue un éxito, que había muchos jóvenes, pero creo que el culto estaba vacío porque ellos estaban “en su onda”, ¿estaban ahí por la Eucaristía?. No te fíes de la multitud, no te fíes de lo que tus ojos ven.    

domingo, 1 de octubre de 2017

La luz que nos cegó

Estaba un hombre dormido en su recamara cuando Dios le hablo en medio de la noche y le dijo; “enciende tu lámpara que deseo hablar contigo”, él respondió “esta obscuro, si la enciendo no podre ver porque el destello de su luz lastimara mis ojos”, Dios replico; “así se juntan muchos a discutir en la luz que los ha cegado”. Con esta respuesta aquel hombre entendió que no hay necesidad de discutir por las cosas santas con aquellos que no pueden apreciarlas, el mismo destello de lo sagrado lastima la visión del que vive en obscuridad.
El antiguo testamento afirma que el rostro de Moisés destellaba después de que estuvo en el monte Sinaí platicando con Dios. El profeta tuvo que usar un velo para cubrirse porque los hebreos no soportaban el desello de su rostro (Éxodo 34:29-34). De este relato podemos aprender algo importante, la audiencia de Moisés no estaba preparada para recibirlo, tenían que opacar un poco ese destello para poder estar cerca de él, ósea, añadir un poco de obscuridad a la radiante presencia que Moisés vivió en el Sinaí.    
Todos tenemos un poco de tiniebla en nuestra vida, el pecado, pero no solamente eso, nuestro entender tiene un poco de obscuridad por la ignorancia. Por ejemplo, algunos dicen “creo en Jesús pero no creo en la Iglesia…”, como si la Iglesia fuese un proyecto aparte, totalmente deslindado que la presencia de Jesús., otros dicen “creo en la Iglesia pero la confesión es algo personal, no creo que sea necesario un sacerdote y yo le doy cuentas a Dios…”, como si el papel sacerdotal no fuese una intención de Dios., otros afirman “creo que Dios es misericordia y no veo ningún mal si dos personas deciden vivir juntas sin casarse, no soy quien para juzgarlos…”, como si a Dios no le importara en nada los sacramentos que el mismo instituyo para compartirnos su gracia., otros creen en Jesús, en la Iglesia, en los sacramentos, tienen apostolado pero cuando hay oportunidad de poner en duda la jerarquía católica lo hacen, como si la propia jerarquía no fuese parte del proyecto divido –a mi ver lo es, toda la Iglesia lo es. Entonces, pareciera que cada uno desde su óptica tiene que opacar algo de ese destello divino para poder vivirlo. ¿Habrá algún católico que no cuestione nada en absoluto de su propia fe?, ni los misterios ó los dogmas, ni la jerarquía, ni la liturgia, ni la moral, ni los sacramentos, ni los concilios, ni las encíclicas, ni la propia Iglesia, ¿habrá alguno?, lo dudo. Pero esta reflexión no es una invitación a no pensar y aceptar todo, más bien es una invitación a salir de nuestras obscuridades, como el ojo que estuvo en un cuarto obscuro y tras encender la lámpara poco a poco alcanzo a distinguir.
Tenemos que ser hombres de oración, estudiar a Jesús, estudiar la Iglesia, hacer apostolado e ir descubriendo lo que el proyecto divino es. Los bautizados somos como arboles, el que no crece es porque está seco ó está muerto.

Habrá muchas cosas que no podremos entender, ni percibir por nuestra limitación, tendremos huecos y obscuridades, Dios nos invita a encender la lámpara y habrá un punto en el cual el resplandor de su luz nos cegara pero debemos fiarnos de Él, de su proyecto en su hijo Jesucristo y la promesa sobre su Iglesia, hasta que podamos distinguir pues Dios nos llama siempre a la luz de la Verdad, siempre.     

domingo, 24 de septiembre de 2017

Dios y el terremoto

"Cuando se iban cumpliendo los días para su pasión, Jesús se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén, y envió mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén. Al verlo sus discípulos, Santiago y Juan, dijeron: “Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?”. Pero volviéndose, les reprendió" (San Lucas 9:51-55)
Tras los terremotos de septiembre han circulado por redes sociales mensajes afirmando “Dios castigo al pueblo de México por sus pecados”, algunos se refieren al aborto, uniones homosexuales, corrupción del Gobierno, otros, las sectas Cristo céntricas afirman “este castigo vino por la idolatría”.
Existen muchos textos del antiguo testamento que se refieren a la destrucción como un “castigo” divino; Sodoma y Gomorra, el diluvio con Noé, etc., pero estos textos corresponden a un período en el cual lo bueno y lo malo era imputado a Dios, el creador bendecía ó maldecía, esa fue la interpretación que los antiguos hicieron de las catástrofes naturales, y de alguna forma intentaron liberarse de tal castigo; los paganos haciendo sacrificios y los hebreos guardando la ley de Moisés ó creando mas leyes para guardar mejor la ley.  
Cristo concluye la revelación, él nos muestra aquello que no conocíamos de Dios; su infinita bondad y misericordia. Es un error de interpretación sobre poner los textos bíblicos más antiguos por encima de la última revelación dejada por Jesús. La biblia se interpreta desde la enseñanza de Jesús y no desde la óptica de los hebreos de la antigüedad. En el fragmento del evangelio de San Lucas, el mesías reprende a sus discípulos por tener esa actitud de dañar la integridad de aquel que se niega a recibir al salvador., pensar que Dios daña al que se opone a él no es correcto.
Sobre la tragedia que vive el país tras los terremotos, ¿podemos culpar a Dios por la autoría de tal calamidad?, no, él no es culpable, él no es el autor de esto ni se complace en el dolor ajeno. El creador hizo funcionar su creación por medio de leyes –los físicos saben de esto- fuimos nosotros los que edificamos en zonas de riesgo; sismo, huracán, inundación, etc., los antiguos lo hicieron ignorándolo pero el hombre moderno con tecnología no debe hacerlo. Dios provee al mundo hombres de ciencia que nos hablan con cordura pero no los escuchamos., simplemente en Hermosillo, ¿cree usted que Dios no envío algún profeta para anunciar que no es correcto edificar sobre el vado de un rio?, ¡claro que lo hizo!, pero no entendemos hasta que el agua arrase con todo.

En medio de las tragedias Dios provee al mundo de seres con vocación de servir y hacen posible encarnar el mandamiento; “amarás a tu prójimo como a ti mismo…”, y quizá sin saberlo ó conociéndolo responden a ese llamado del Espíritu ante la necesidad de las víctimas. Dios ha estado con nosotros en todo momento, ha hablado por las bocas de los hombres de ciencia que dijeron; “no construyas tal cosa…”, ha estado en las manos del que ayuda y ha estado atento a la oración del que desfallece. Dios ha estado con nosotros siempre para que nosotros estemos con él.    

domingo, 17 de septiembre de 2017

¿Jesús tiene sangre pagana?

El papa Francisco visito Colombia a principios de septiembre y entre sus discursos resalto la siguiente frase: “por las venas de Jesús corre sangre pagana…”, las criticas en redes sociales no se hicieron esperar, los sectarios hicieron escarnio del Pontífice acusándolo de “blasfemo”, hasta algunos católicos pusieron en duda la afirmación de Bergoglio porque creen que esta expresión demerita a Jesús.
La sangre de Cristo nos limpia de todo pecado, su sacrificio nos reconcilia, ¿Porque el papa afirma que Jesús tiene sangre pagana?, ¿Quiénes son los paganos?. Los paganos eran los pueblos politeístas ajenos a la fe de Israel y el pacto de Abraham. En la biblia podemos encontrar que en la antigüedad se prohibió a los Israelitas mezclarse con paganos porque ellos tenían cultos politeístas. En muchos textos bíblicos los paganos resultan ser los enemigos de la fe judía porque los obligaban adorar a otros dioses.
El celo judío por preservar el linaje puro y un culto alejado del sincretismo politeísta era el sello distintivo de todo israelita, la enemistad entre judíos y samaritanos fue eso, los samaritanos fueron hebreos mestizos mezclados con paganos de culto sincretista, ilícito para judíos. En el pasaje de Jesús y la samaritana, cuando este pide de beber, ella manifestó su sorpresa con una pregunta; “¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana?”. En este pasaje el mesías no se detiene por el prejuicio y la costumbre social de la época, él es cercano a todos, necesitado como todos. Hasta sus discípulos se sorprendieron de verlo hablar con una samaritana.  
Aunque las palabras de Francisco buscan propiciar el acercamiento entre los pueblos y derribar barreras que dividen, su expresión obliga a estudiar y mirar al Jesús bíblico, nacido de mujer, con una genealogía donde hay buenos y malos, hebreos y paganos. Parece que el dicho de Francisco despertó en algunos lo contrario; una barrera, vuelven las rencillas de “linajes puros” y el espíritu de los fariseos está de nuevo en muchas bocas, como si la sangre de Jesús fuese limpia por su estatus de raza y no por su obediencia al Padre, como si la sangre ajena a nuestra fe valiese menos.    
Dentro de la genealogía de Jesús no es difícil mostrar la sangre pagana, basta citar un solo verso: “Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham” (S. Mateo 1:1). El padre de Abraham, Terah, fue un pagano, según la tradición judía, era un politeísta que se ganaba la vida fabricando ídolos, esto lo sabe cualquier judío formado y lo enseña sin espantarse. ¿Cómo es que el papa ahora ha dicho “por las venas de Jesús corre sangre pagana” y esto espanta a muchos?, ¿Cuál será el verdadero apego de aquellos que se espantan?, ¿Sera que su fe es débil y frágil y han puesto a Jesús en una vitrina, aislado de las realidades humanas? Ó ¿simplemente están buscando algún pretexto para acabar con Francisco?.

Cuando el papa expresa esta realidad en la genealogía de Jesús desea mostrarnos que en la construcción del proyecto divino todos los pueblos participan, Dios lo ha permitido porque es necesario que veamos el bien común dejando atrás las diferencias ó los privilegios. Por la historia de la salvación podemos apreciar cómo fue posible construir esa encarnación del mesías por la sangre de muchos, de generación en generación hasta llegar a él, y que, por la sangre de uno –el Cristo- se logra reconciliar a todos. ¿Estamos reconciliados entre sí?, ¿no debiese ser la discordia un motivo de mayor espanto?. La enemistad con el prójimo es enemistad contra Dios. 

domingo, 10 de septiembre de 2017

La formación en los menores

Había un hombre que enseño a sus pequeños hijos amar la vida, y para esto, planto una planta muy pequeñita en una parte del patio. En el inicio los niños estaban interesados pero conforme paso el tiempo perdieron interés por la planta, no querían regarla ni limpiar sus hojas, les daba flojera y preferían hacer otras cosas pero el padre los obligaba y se armaban discusiones por la rebeldía de los hijos. Los hijos crecieron y el árbol también, en los veranos aquella familia disfrutaba la sombra y los frutos de aquel árbol que había crecido fuerte y bien enraizado, y atender al árbol era más fácil por la sobra que tenia.     
El amor en ocasiones es así, es el árbol que todos quieren tener pero nadie quiere atender. Este amor no es solo un amor de pareja, es un amor a Dios, al prójimo, a los hermanos, el amor a la vida y el amor a uno mismo.
Sonora ocupó el cuarto lugar en suicidios este año y cuatro de cada diez son cometidos por jóvenes de 15 a 29 años. Estos jóvenes no amaron su vida como para vivirla ó quizá la vivieron muy rápido, esta realidad parece no conmovernos, los vemos como arboles ajenos.   
Sin duda el papel de la Iglesia debe ser formativo, una escuela para apreciar la vida ajena y la propia, sin embargo, siento que el catecismo para niños culmina en una Eucaristía y desconozco si el modo y la forma en la formación logra trascender en el menor para tener una experiencia con Dios. El despertar al Espíritu no puede darse solo por la experiencia académica de memorizar información y responder correctamente las preguntas de un examen final. Cada formador debe ser sensible y no olvidar que está educando almas y que la experiencia no debe ser a la de un aula de cualquier escuela pública, es una formación de espíritu que no se limita al resultado de un examen, eso hasta lo denigra. Es difícil compartir las cosas espirituales.  
Son el padre y la madre los principales formadores en la fe y el amor a la vida, pero en tiempos modernos parecieran ser el principal obstáculo porque ellos mismos carecen de una formación apta para llevar una vida cristiana, y los más laxos hasta prefieren no bautizar sino dejar que el menor lo decida cuando a él le plazca. Esta idea de libertad es errónea, la formación es necesaria para ser libres. Nadie deja a libre elección del adolescente ir a la escuela ó no ir, todos optaran por no ir. Ellos no son libres para escoger lo mejor porque lo mejor no lo conocen aun, no pueden verlo a su corta edad. La formación espiritual es necesaria para ser libres, la Educación Pública no formara a los menores en cuestiones de afecto, discernimiento y significado de la vida, los menores necesitan una formación que los ayude a vencer las tentaciones promovidas en el mundo; televisión, internet y calles. Dentro de cada  individuo existe una lucha interior entre el bien y el mal, y es necesario cooperar con los menos formados para que el bien en ellos crezca. Como un árbol pequeño que está indefenso ante tormentas y sequias, necesita profundizar en el bien para tener raíces y ramas fuertes.

El catecismo no concluye en la primera comunión, al contrario, es solo el inicio, la formación cristiana abarca todas las etapas del individuo y tiene como meta el convertirnos en un reflejo vivo de Jesús. ¿Qué tanto nos parecemos a él hoy?.         

domingo, 3 de septiembre de 2017

La pobreza de San Ignaciano

Recientemente en una reunión se expuso parte de la vida de San Ignacio de Loyola enfatizando su afecto por la pobreza. No soy un conocedor de la vida de este santo pero vale la pena compartir lo poco ó mucho que pude reflexionar en base aquella reunión. 
San Ignacio fue un militar español converso a la fe católica, provenía de una familia de nobles e ilustres de la casa de Balda, uno de los linajes más antiguos de la provincia de Guipúzcoa, España. A él se le debe la fundación de la compañía de Jesús comúnmente conocidos como “Jesuitas”, caracterizados por el uso de ejercicios espirituales y el voto de pobreza.
Tras su conversión y en su proceso, San Ignacio se despoja de sus comodidades para abrazar la pobreza, vive pidiendo limosna y reparte lo recibido entre los pobres. En un tiempo él pensó que guardar cosas materiales –por más pequeñas que fuesen- limitaba su confianza en Dios, de tal forma, que en un tiempo vivió solo con lo que tenía en su bolsa, en el hoy, sin saber, ni guardar algo para mañana. Por esta experiencia puedo decir que parte de su formación e inspiración religiosa la recibió gracias a la pobreza.
Parte del interés de San Ignacio fue la preocupación de los pobres, también, la necesidad espiritual ó más bien la pobreza espiritual que existe dentro de cada persona, esto es, la carencia de Dios, la necesidad de la evangelización y la predicación para resolver tales carencias que son invisibles y no distinguen clases sociales.
De tal suerte, al pertenecer a una familia de ilustres y nobles españoles, me atrevo afirmar que San Ignacio al encontrarse en Dios, huye de su pobreza espiritual enraizada por la confianza que tuvo en la nobleza y se une a la pobreza para enriquecerse espiritualmente. Tras este acto radical, San Ignacio nos enseña en su arrebato, que la pobreza espiritual puede ser peor que la pobreza material, al lanzarse a ese vacío confiando en Dios nos hace entender que él apostó por algo mejor y el costo de oportunidad de esa inversión fue despojarse de sus riquezas terrenales.
Entonces, si un rico se atreve hacer una inversión de ese tipo para recibir algo mejor –dejar sus bienes terrenos, abrazar la pobreza buscando la riqueza espiritual- no debiésemos ver a la pobreza como “algo malo” ó como “una tragedia” –lo vemos así porque nuestro corazón está inclinado a las comodidades terrenas- mirando el ejemplo del Santo, la pobreza debiese ser vista como una oportunidad de crecimiento interior y aprendizaje, de tal manera que no debiésemos ver a los pobres con lástima sino con admiración, como maestros en la fe por su confianza en Dios y retribuirle en su necesidad terrenal como a un hermano, no como a un marginado, ósea, el que vive al margen de nosotros.

Termino con una fracción del pensamiento Ignaciano; “Dios me ama más que yo a mí mismo. ¡Siguiendo a Jesús, no me puedo perder!, Dios proveerá lo que mejor le parezca”. 

domingo, 27 de agosto de 2017

La obra del maligno

El cristianismo enseña que la intención de Satanás es matar y destruir. El enemigo se caracteriza por promover lo opuesto de todas las cualidades del creador. Dios es orden, Satán es anarquía, Dios es verdad, Satán es mentira, Dios es misericordia, Satán es venganza, Dios es libertad, Satán es libertinaje, Dios es paciencia, Satán es necedad.
El tentador opera de muchas formas en la vida del ser humano, el disfraza la verdad de mentira y es hábil para confundirnos. Sus tentaciones irán de menos a más, él no utiliza las cosas que nos disgustan, usa las cosas que nos gustan. Usará nuestros temores mas escondidos y no se limitará en hacernos pecar, provocará en nosotros sentimientos que nos acorralan y limitan en el desarrollo pleno de la vida; la desconfianza, la tristeza, la soledad. Si alguien está interesado en que la pasemos mal aunque todo este bien, ese es Satán, y, el mismo nos hace creer que estamos bien cuando nuestra vida es un nido de maldad. Él desea que vivamos en la mentira; al malo le dice “estas bien, sigue así”, y al bueno le dice “estas mal” y le atormenta la vida.     
Cuando el enemigo no consigue hacer caer a un cristiano que posee formación en la fe y los valores, recurre a otro tipo de artimañas. Supongamos, una mujer acude cotidianamente a la Iglesia, trabaja en las cosas de Dios y por su edad no es movida por los deseos de la juventud, ¿Cómo podrá Satán tentarla?. El tentador no usara las cosas del mundo, él usara las cosas de la Iglesia. Si aquella mujer acude varias veces a misa en la semana, Satán la acusará por no haber asistido siempre, y si con alegría está interesada en participar en las labores del templo, el tentador la acusara para que participe mucho más hasta agotarla. El enemigo le exigirá una perfección sin errores y hará de aquello una competencia. Satanás se disfrazara de Dios mismo para exigir una fe extenuante que ralla en el fanatismo, eso la desgastara en las labores del templo y propiciara el hartazgo y distanciamiento al Verdadero Dios; el Padre que nos da perdón y reposo. En el evangelio Jesús menciono: “mi yugo es fácil y ligera mi carga…” (S. Mateo 11:30), pero Satán aprovechándose de la buena voluntad añadirá más peso hasta volver aquello insoportable. En esta tentación, el siervo de Dios responderá de modo humilde al decir “no puedo”, mientras el ciego alentado por el ego insistirá en lograr todas las cosas pero no podrá, y ahí, Satán aprovechara su situación para acusarlo de su incapacidad en la obra de Dios.  
Entonces, ¿Cuál podrá ser el termómetro ideal para poder detectar este tipo de tentaciones?, en primera distinguir el ánimo que nos mueve a servir y hacerlo, y, al ser llamados a llevar más compromisos para el Reino de Dios, distinguir si esto viene de una invitación de Dios ó de un ego personal, que es una tentación. También apreciar y notar la forma en que se desarrolla nuestro interior, ¿aquello nos hace sentir superiores al resto de servidores del templo ó nos hace estar más motivados y añadidos al Señor?. Por el contrario, si no existen más compromisos dentro de la Iglesia y por años hemos participado en lo mismo, ¿Cómo nos sentimos con esa situación?, ¿secos, aburridos, sin ánimo de servir aunque lo hagamos? Ó ¿es esa labor lo que nos hace sentir parte de la obra de Cristo?. Sigamos adelante trabajando y si algo nos perturba pongámoslo en oración, seamos atentos a nuestra actitud, no sea que nosotros mismos le estemos haciendo la obra al diablo dentro de la Iglesia.         

domingo, 20 de agosto de 2017

Dios y la riqueza

"Jesús les dijo: “Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aun en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes”. Les dijo una parábola: “Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto; y pensaba entre sí, diciendo: "¿Qué haré, pues no tengo donde reunir mi cosecha?", y dijo: "Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, y edificaré otros más grandes y reuniré allí todo mi trigo y mis bienes, diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea. Pero Dios le dijo: "¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?". Así es el que atesora riquezas para sí, y no se enriquece en orden a Dios". (San Lucas 12:15-20)
La inquietud de muchos es el deseo por las riquezas y el evangelio, pero ¿será posible ser católico e intentar ser rico?, ¿no dice también el evangelio “es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja a que un rico entre al reino de los cielos”?, si, lo dice. En la búsqueda de las riquezas muchos se han alejado del evangelio porque lo ven como impedimento para lograr el éxito y la abundancia financiera. Están en un error, lo que Dios desea es la salvación de nuestra alma, el evangelio nos advierte de las tentaciones que vendrán por buscar la riqueza ó por tenerlas y no compartir.
Imaginemos a Carlos Slim, es uno de los hombres más ricos del mundo con 77 años de edad, ¿Cuánto años mas podrá vivir?, ¿10, 15 años?, quizá muera antes de los 90 años. Si Slim optara por dejar de invertir y dejar de hacer negocios para retirarse ¿sabe usted que cantidad de personas no podrán tener un trabajo solo porque Slim decidió dejar su dinero guardado?. Es obvio, cuando Slim decide mover el dinero de sus cuentas bancarias para generar negocios, crea empleos. El problema de guardar el dinero en “el granero” para llevar una vida ociosa es que nadie se beneficia.
Si usted tiene dinero guardado y desea invertirlo comprando una casa, por más pequeña que esta sea, ¿sabe la cantidad de personas involucradas en ese bien?, albañiles, carpinteros, plomeros, electricistas, arquitectos, proveedores de insumos y de materiales, notarios, hasta autoridades municipales y estatales, es una concatenación laboral y de servicios.
El buen uso de la riqueza es crear beneficios, crear empleo, el evangelio y la riqueza no es solamente un asunto de repartir bienes entre los pobres. Cuando el trabajo está en peligro de exención hay que tener ingenio para generarlo, y quizá, alguien tenga mucho dinero pero no tenga ideas y otro tenga buenas ideas pero sin dinero. Hay que hacer sinergia para crear mejores condiciones para todos.

Si Dios da la oportunidad, el ingenio y la sagacidad para multiplicar el capital, no olvidemos que tenemos una responsabilidad en beneficio de la sociedad. No veamos el evangelio como un impedimento para emprender negocios, al contrario, conozcamos los valores del cristianismo para que estén en nuestros proyectos. Por el contrario, si no recibimos de Dios el ingenio y la sagacidad para crear riqueza, pensemos también que nuestro patrón ha invertido en un negocio y nos ha dado un empleo, y que, si a él le va bien en el negocio, ojala entienda lo que es compartir, para que a sus empleados también les vaya mejor.  

domingo, 13 de agosto de 2017

El caso del Cardenal Norberto

El 11 de agosto ACI Prensa público el siguiente encabezado; “Cardenal Rivera demostró falsedad de acusaciones sobre encubrimientos, afirma Arzobispado”, señalando que “El Cardenal Norberto Rivera ha demostrado ante el Ministerio Público que las acusaciones de los ex sacerdotes Alberto Athié y José Barba sobre supuestos encubrimientos a curas pederastas fueron una “farsa orquestada”, afirmó la Arquidiócesis de México”. Esta noticia tuvo menos difusión en medios que la noticia de la acusación hecha por Athié y Barba contra Norberto.
Desgraciadamente pocos medios señalaron lo que ACI Prensa público, incluso, algunos publicaron encabezados donde se deja en duda la inocencia de Rivera. Por ejemplo, el medio “Animal Político” utilizo “Norberto Rivera rechazó que haya encubierto a sacerdotes pederastas”, el portal “Sin embargo” uso “Norberto Rivera reconoce ante la PGR que supo de al menos seis casos de pederastia”. Aunque la noticia es la misma y el Cardenal demostró no encubrir a nadie -mostró copias de las denuncias presentadas por la Arquidiócesis de México desde 2010, como lo marca la ley, contra presuntos actos delictivos al interior de la Iglesia- los medios de comunicación parece que se niegan a otorgar la inocencia al Cardenal.
Lo curioso es que dentro de los shows mediáticos, a los cuales los medios de comunicación nos tienen acostumbrados hoy en día, noto que el periodismo no indaga en Athié y Barba, la denuncia contra el Cardenal se baso en una nota publicada por el diario El Universal en diciembre de 2016. Ósea, ¿alguien puede denunciar a una figura pública usando como sustento la nota de un periódico y ningún periodista cuestiona “porque”?, ¿nadie cuestiona ó indaga si existió una doble intención en los actos de Athié y Barba?.
Es una lástima para nuestra sociedad hacer escarnio con un sacerdote. Es evidente que la imagen del Cardenal se vio dañada con este acto, Athié y Barba aprovechándose de la renuncia de Rivera –hecha por motivos de su edad- apalancaron su intención, lo denunciaron sin sustento sólido y nadie los cuestiona.
Tengo tristeza por los católicos que replicaron las intenciones de Athié y Barba, y que de buena intención creyeron estar de lado de las víctimas, aunque la victima resultó ser el Cardenal, ha sido víctima de injuria en los medios de comunicación. El Cardenal pudo mostrar su inocencia pero a nadie le interesa retribuir el perjuicio. Ojalá esto nos enseñe como católicos a que “un sacerdote acusado” no necesariamente es culpable, yo puedo acusar al Papa por haberme robado un lápiz y eso no significa que sea cierto.

Seamos prudentes y no emitamos juicio contra nadie, eso depende de Dios y de la autoridad civil. ¿Por qué termino Jesús crucificado?, por un falso testimonio. Ante la toma de una postura puede ser más puro y más sabio decir “no se” antes que tomar un bando. Existe una evidente campaña de odio contra la Iglesia Católica, eso como católicos tengámoslo bien claro, que nuestra fe no se mueva, al contrario, preparémonos más, porque entre mas se lacere el cuerpo de Cristo más próximo estará para morir pero también para resucitar, y ahí, Dios considerará solo al justo.  

domingo, 6 de agosto de 2017

La santidad del templo

Recientemente el apologista católico, Frank Morera, estuvo como invitado en el programa de EWTN, “Cara a cara” con Alejandro Bermúdez, donde toco el tema de la liturgia y la pérdida de sacralidad en parroquias y misas a lo largo de América.
El apologista nota el afán de muchos sacerdotes por hacer la misa algo emotiva y divertida para atraer a los creyentes, pero estas intenciones en los actos del culto pueden confundir a la audiencia haciéndole perder el sentido de lo sagrado, y, aunque no se haga con mala intención es un aspecto que debe cuidarse porque se acostumbra a la audiencia a estar centrados en sus estados de ánimo; si fue una experiencia divertida ó aburrida, cuando el centro de la misa no es ese, sino adentrarse en la reconciliación con Dios por medio de la Eucaristía. Es cierto que la decoración, la música del coro ó el chascarrillo del sacerdote en la homilía puede ser catalizador de nuestra atención pero el complemento no debe ser sustancia.
Como pueblo que sigue a Jesús debemos hacer el esfuerzo por darle al culto el lugar que se merece en nuestro corazón, considerando que la misa no es un evento “de nosotros” sino un evento de Jesús, que se entregó en obediencia al Padre para la redención de nosotros. El sacerdote Jorge Loring afirmaba: “si la misa te aburre vete al cine ó al parque, la misa no es para entretener…”, es verdad, la misa no tiene esa intención.
En los textos del antiguo testamento encontramos el llamado a Moisés en la zarza ardiente, ahí se menciona; “Yavé le dijo: No te acerques más. Sácate tus sandalias porque el lugar que pisas es tierra sagrada” (Éxodo 3:5). ¿Para qué pidió Dios quitarse la sandalias?, ¿existe alguna diferencia?. El verso parece ser un regaño de parte de Dios pero veámoslo de esta otra forma; ¿alguien que acude a la playa no se toma unos minutos para estar descalzo con tal de sentir la arena?, si, así es, cuando vamos a la playa usamos ropa acorde para sentir el mar, la brisa, las olas y la arena, y disfrutar la experiencia completa. El asunto es así, para disfrutar el suelo santo tenemos que despojarnos de lo que nos estorbe, si no nos despojamos de lo que nos impide disfrutar la santidad del templo y contemplar esos momentos eucarísticos en comunidad, nos quedaremos fuera de esa experiencia, será como ir a la playa vestidos con saco y corbata contemplando el reloj sin bajarse del automóvil. Estaremos perdiendo la oportunidad de disfrutar por tener nuestro interés en algo ajeno al evento. 
Pensemos de modo contrario en el caso de Moisés, si él se negase a quitar sus sandalias para evitar lastimar sus pies, ¿valdrá la pena ensuciar el suelo santo con sus zapatos?. A veces me pregunto cómo Iglesia si es conveniente otorgarle al pueblo tantas concesiones con tal de que regrese al templo; ¿habremos de acabar con la reverencia y la solemnidad del templo pues esta generación no desea entrar porque está acostumbrada a ser irreverente e insolente en cualquier lugar?. No, no debemos destruir estos atributos del templo para que el pueblo entre, más bien, debemos inculcarle al pueblo que el templo es un lugar distinto a todos los demás, que en este lugar se experimenta una experiencia única, y es necesario despojarse de la experiencia del mundo para entrar en la experiencia de Dios.

Para entrar en la experiencia de Dios, es necesario despojarnos de pensamientos, emociones y sentimientos que se sucintan en nuestro interior y nos perturban, deshacernos de esa vivencia sembrada por el mundo y entrar en la quietud, como aquel que observa en silencio el fuego en medio de la noche, como un Moisés en medio de la zarza y entender que ese sitio es sagrado porque Dios está ahí.      

lunes, 10 de julio de 2017

Animar a un sacerdote

Cada vez que un sumo pontífice visita nuestro país los medios de comunicación se aglutinan para informarnos los hechos y la agenda del clérigo. No faltan periodistas cuestionando el papel de la Iglesia en los casos de pedofilia, reviviendo encabezados de crímenes y escándalos añejos, justificándose en atender a las víctimas aunque pareciera que la preocupación es que la herida nunca sane para vender la nota cuantas veces sea posible. Ningún periodista, ninguno, ha increpado algún sumo pontífice por el desmedido asesinato de sacerdotes en el país, siendo México, uno de los países más peligrosos para ejercer este cargo. Pareciera que a ningún periodista ó medio de talla nacional ó internacional le interesa este tema, y creo que es por simple marketing. Cuando un sacerdote es acusado por un delito la noticia se publica por todos los medios, y cuando es absuelto de una acusación judicial por ser declarado inocente no hay medio que publique el hecho, salvo uno o dos, y ACI Prensa. Parece que no es rentable para ningún medio de noticias mostrar a la Iglesia cuando es víctima.  
Hace algunos meses un hombre entro a misa en la Catedral Metropolitana en Ciudad de México, fue testigo de toda la liturgia, se formo en la fila para la comunión y cuando tuvo al párroco enfrente saco una navaja e intento degollarlo. Aunque la noticia fue mostrada a nivel nacional, la investigación concluyó en que el culpable es un enfermo mental. Pero, ¿un enfermo mental puede guardar un arma entre sus ropas, seguir toda una liturgia sin escándalo, focalizar a su víctima, usar su arma con destreza y pretender emular el asesinato del sacerdote francés, Jacques Hamel?, ¿en verdad el rufián es un demente?. Me parece lógico alegar demencia cuando deseas que tu sentencia sea menor. ¿Y si el criminal no fuese un demente?, su sentencia seria mayor y el acto sería un crimen de odio contra la Iglesia Católica. Hay algo que debo hacer notar, ningún grupo social, religioso ó político en México reprobó este crimen ó dio palabras de aliento a la víctima, ni la CNDH, ni la CONAPRED, ni LGTB, ni grupos evangélicos, ni judíos, ni musulmanes, etc. ¿Cómo debemos interpretar este gesto de apatía?, ¿La vida de un sacerdote no vale ni una palabra de aliento?.
Hace algunos días, un grupo de católicos me envío una invitación para firmar una petición ciudadana que tiene como fin hacer comparecer al Cardenal, Norberto Rivera, por supuesto encubrimiento de quince sacerdotes acusados de pedofilia. Aunque la demanda fue puesta por un tercero a inicios de junio, se sustenta en una declaración pública hecha por Rivera en diciembre de 2016. La acusación se basa en el hecho de que Norberto confieso “turnar los casos a Roma” –si lo turno a una instancia superior, ¿por qué la acusación afirma que los encubrió? (no entiendo)- Lo curioso es que parece que a nadie le importa que paso con los quince sacerdotes, si fueron culpables ó inocentes, el ímpetu ciudadano esta en juntar firmas para presionar al juez y al Presidente de la República y hacer declarar a Norberto, como si la comparecencia se lograra por votos y por firmas, y no, por el dictamen de un juez en su conocimiento de las leyes y el derecho, y la evidencia presentada que sustenta la demanda. El caso es alimento para los medios, y no faltará aquel católico que sin fundamento vea a Norberto como el mismo Caifás solo por ocupar un lugar dentro de la jerarquía católica. 

Para concluir esta reflexión, en México la vida de un sacerdote parece valer menos que nada, y es tan fácil hablar pestes de un párroco y que la gente lo crea sin meditarlo y lo replique como si fuese verdad. Como bautizados tenemos la obligación de hablar lo que es justo. La recomendación de San Pablo a Timoteo fue; “No admitas ninguna acusación contra un presbítero si no viene con el testimonio de dos ó tres” (I Timoteo 5:19), aunque parece que cambiamos la palabra “testimonio” por dos o tres “rumores”. Hay que apoyar a nuestros pastores, dar ánimo y aliento, el mundo no lo hará.   

domingo, 2 de julio de 2017

Confiar en Dios

En una reunión con amigos, alguien comento “creo que no confío en Dios lo suficiente…”, conteste: “¿Cómo lo sabes?”. Muchos nos hemos realizado la pregunta partiendo desde el prejuicio pensando que no nos fiamos de Dios lo suficiente, creo que Dios tampoco exigirá más de lo que podamos ofrecerle, aunque siempre nos invitara a dar algo más cuando podemos darlo.
Pero, ¿Cómo sabemos que no confiamos en Dios?. En primer lugar, hacerse la pregunta tiene en si un valor, una virtud, no cualquiera se pregunta tal cosa, quien se cuestiona, lo hace en un intento de confiar en Dios de modo correcto. Entonces, más que sufrir por la interrogante debemos alegrarnos porque nuestro interés está en agradar a Dios, y eso, será bien recibido por Él. Creer que no confiamos en Dios puede ser también una tentación de Satán para no disfrutar y lamentarnos por nuestra incapacidad humana. Confiamos en Dios porque tenemos fe. No debemos sufrir creyendo que vendrán pruebas que no podremos superar, ya lo dijo Jesús;  “no se preocupen por el día de mañana, el día de mañana traerá su propio afán…” (S. Mateo 6:34).    
¿Cómo sabemos que no confiamos en Dios cuando Él nos regalo la vida, nos dio casa, trabajo y alimento?, ¿estaremos mortificados creyendo que no confiamos en Dios lo suficiente para no disfrutar lo que Dios nos dio?. Debemos entender que Dios llama al hombre para disfrutar porque Dios nos invita al Edén eterno. Cuando un hombre se arrepiente de su mala vida esta confiando en Dios, está admitiendo que Dios ofrece una mejor vida para disfrutar y el arrepentimiento es el primer paso de esa confianza.   
Desde el canon ético, confía en Dios aquel que se fía de sus mandamientos –aunque no tenga religión- desde el punto de vista religioso, confía en Dios aquel que cree que Jesús es el mesías –aunque no participe de la Iglesia- desde el punto dogmatico, confía en Dios aquel que se fía de las promesas de Jesús entregadas a sus apóstoles –aunque no logre entenderlas ó las entienda- Desde la generalidad, confía en Dios aquel que cree, aquel que entiende que la creación esta mas allá de lo que vemos y tocamos. Confía en Dios el que puede hacer daño y no lo hace, aquel que opta por hacer el bien.
La vida de fe es parecida a la vida humana; de niños nuestros padres están al cuidado de nosotros, se manifiestan en cualquier momento e instante, en la edad adulta pasamos más tiempo en las obligaciones, vemos poco a nuestros padres pero sabemos que están ahí. Cuando experimentamos la conversión, en el despertar a la vida de fe, Dios parece evidente, se manifiesta en experiencias de vida que se vuelven inolvidables, conforme pasa el tiempo aquellas manifestaciones son esporádicas ó nulas. Esta ausencia es la invitación que Dios nos hace para confiar más allá de lo vivido. Somos sus hijos.
De esto puedo contar una historia, había dos hombres, uno hacia oración y quería sentir la presencia de Dios en cada oración, otro, cuando hacia oración no prestaba importancia si sentía ó no, el lo hacía. ¿Cuál de los dos confiaba más?, creo que el segundo porque se necesita más fe para orar y no sentir nada. El argumento es que Dios sigue ahí sin importar si lo sentimos ó no. Dios está con nosotros.  
Espero que quienes experimentaron una conversión no alimenten su fe solo por emociones. Es bueno buscar las cosas que nos hacen sentir cerca de Dios, solo debemos entender que cuando no sintamos nada, debemos seguir ahí porque Dios sigue ahí.

       

domingo, 25 de junio de 2017

La partida de San Pedro

La intercesión de los Santos es una de los temas más discutidos entre católicos y hermanos separados. Ellos condenan esta creencia afirmando que “los muertos no deben ser invocados”, justificando esta prohibición en las leyes de la Torá de Moisés, que nosotros llamamos “Pentateuco” y está dentro en el compendio del Antiguo Testamento.
Sin embargo, muchos ignoran las creencias judías, desconociendo la creencia judía de los tzadik: hombres justos de Israel que ruegan ante Dios por su pueblo desde esta vida ó desde la otra vida. Los rabinos conocen claramente la prohibición de Moisés y saben que no infringen su ley cuando recurren a un tzadik para pedir amparo, la prohibición de invocar muertos se refiere a las sesiones espiritistas, médiums, agoreros, etc., (¿vamos a enseñarle Torá a un judío?, no).
Uno de los ejemplos más claros en la vida religiosa del pueblo judío es la tumba de Raquel, esposa de Jacob, ahí, los Israelitas se congregan para llevar ruegos y peticiones a Raquel para que Dios escuche y atienda en atención a ella, todo esto en base al profeta que escribió;
“Esto dice Dios: en Ramá se han oído unos quejidos y un amargo lamento: es Raquel que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, pues ya no están. Así dice Yavé: Deja de lamentarte, y seca el llanto de tus ojos, ya que tu prueba tendrá su recompensa: tus hijos volverán del país enemigo. Ten esperanza para el futuro, pues tu descendencia regresará a su tierra” (Jeremías 31:15-17).
Para mí, Raquel es el antecedente más importante para comprender el papel de la Virgen María en la nueva alianza, aclarando que la mediación de Jesús es única e insustituible, él es el sacrificio para la propiciación de nuestros pecados, ningún santo nos redime, la Virgen tampoco, pero si podemos encontrar por ella beneficios porque sus ruegos son más potentes que los míos.  
 Dentro del Nuevo Testamento existen unos versos escritos por San Pedro que pocas veces son leídos con atención, en ellos, el apóstol –judío de nacimiento-anuncia su muerte y afirma que después de su partida velará por sus discípulos. La biblia versión Reina Valera –usada por hermanos evangélicos- señala;
“Sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado. También yo procuraré con diligencia que después de mi partida vosotros podáis en todo momento tener memoria de estas cosas” (2da carta, cap. 1, v.14, 15).
¿San Pedro se está refiriendo a que después de muerto hará lo necesario para que sus seguidores recuerden sus enseñanzas?, podríamos decir que sí, no olvidemos que él fue testigo de la transfiguración de Jesucristo cuando este hablo con Moisés en el monte, podríamos pensar que San Pedro inspirado en la transfiguración no duda en que después de fallecer hablará con Jesús como lo hizo Moisés desde la otra vida. Incluso, tres versículos más adelante, la propia carta  hace mención a lo ocurrido en el monte, entonces, puede creerse que San Pedro está comprometiéndose para apoyar a sus discípulos después de esta vida.

Para finalizar, creo que todo bautizado, discípulo de Jesucristo que espera con anhelo entrar a la gloria del Padre, ¿no procurara estando una vez ahí, que sus hermanos y amigos que participan de esta vida, puedan acceder a esa misma gloria una vez que dejen este mundo?, pienso que sí y creo que también San  Pedro lo creyó.