lunes, 28 de diciembre de 2015

Dios y los paganos.

            Existe de parte de algunos bautizados, sectarios, cierta paranoia hacia todo aquello que provenga de origen pagano. Sus argumentos propagan la duda hacia fiestas celebradas por la Iglesia, esto divide a los creyentes. Cuando la Iglesia ha santificado algo, no debemos sentir temor. A continuación mostrare como Dios ha usado a los paganos para su proyecto.
            El pensamiento monoteísta es herencia de Abram, el fue llamado por Dios estando en Ur de los Caldeos. Los familiares de Abram eran paganos. La tradición judía afirma que el padre de Abram poseía una tienda donde vendía “ídolos” (figuras de barro que representaban deidades paganas), de ese modo se ganan la vida. Abram es descrito como hombre acaudalado, sin duda, esto provenía del negocio familiar.  
            Siglos después. Dios solicito a los hebreos salir de Egipto, pero también, fue Dios quien pidió a los hebreos entrar en Egipto (Génesis 46:1-7) en tiempo de la hambruna, y así, la familia de Jacob se convirtió en un pueblo en medio de paganos.
            Pasados los años, llego Moisés, el gran legislador de Israel, pero este también se crio entre paganos, cuando el faraón decreto asesinar a los niños hebreos. La historia narra que Moisés fue salvado por la hija del faraón. Se dice y se cree, con suma lógica, que la estructura organizacional de los egipcios fue influencia para que Moisés estructurara al pueblo de Israel.
            Tras el destierro a babilonia, Ciro el grande, Rey de Persia, restauro el culto en Israel (Esdras 1:1-5), poniendo fin al exilio judío en babilonia. La política de Ciro fue respetar el culto de los pueblos dominados.
            Dentro del vocablo hebreo, los judíos suelen llamar a Dios como “Elohim”, pero esta palabra es plural, no singular. Aunque los judíos no creen en la trinidad, por la influencia del paganismo utilizan un plural para referirse a Dios. Cuando dicen “Elohim es uno”, afirman “Dioses es uno”. Para mí, la palabra “Elohim” representa un anuncio escondido de la trinidad en el antiguo testamento.
            En el nuevo testamento, en los evangelios, encontramos la parábola del “buen samaritano”, en este pasaje, un hombre esta herido en un camino y es auxiliado por un samaritano, mientras que religiosos judíos no se compadecieron. Jesús pone de ejemplo al samaritano, pero los samaritanos surgieron del sincretismo y mestizaje entre hebreos del norte y babilonia. Parece que Jesús centra su enseñanza en la piedad, sin escandalizarse del culto de los samaritanos como lo hacían los judíos.
            Entre las lenguas usadas por los judíos, el arameo era común en el siglo I cuando Israel fue dominado por Roma, pero la lengua de los judíos es el hebreo, no el arameo, y el latín era usado por los romanos, ¿Por qué los judíos hablaban arameo?. Los judíos hablaban arameo porque esa lengua se aprendió cuando vivieron en babilonia.
            Otro detalle importante, en el nuevo testamento, cuando san Pablo cuando estuvo en el areópago griego cito la literatura de los paganos para evangelizar (Hechos 17:28,29), el apóstol no cito la Biblia.
Como conclusión, lo más importante de las celebraciones de la Iglesia es anunciar a Cristo y su doctrina, dando ejemplo de vida cristiana, en eso, no hay pecado.


domingo, 20 de diciembre de 2015

La exhortación de Malaquías.

            Hace algunos días reflexionaba en el libro del profeta Malaquías, último libro del antiguo testamento. En sus capítulos hace un reclamo a los israelitas que dejaron de sorprenderse del adulterio (M. 2:14,15) y se justificaban sintiéndose inocentes, el profeta exclama; “Vosotros cansáis a Dios con vuestras palabras. Decís; ¿En qué le cansamos? _ Cuando afirmáis; Dios aprueba al que hace el mal, lo acepta complacido; o también; ¿Dónde está el Dios justo?” (Malaquías 2:10).
            El libro de Malaquías promete la llegada del mensajero que “preparara el camino delante de Dios” (M. 3:1), este es San Juan Bautista, curiosamente, el bautista fue decapitado por denunciar el adulterio del Rey Herodes, pues su esposa, Herodías, fue mujer de hombres distintos (S. Marcos 6:14 al 29).
            Bajo la enseñanza traída por Jesús, el adulterio no es solo engañar a la esposa. Quien contrae matrimonio por segunda vez también vive en adulterio (S. Mateo 5:32, S. Lucas 16:18). Contraer un segundo matrimonio entorpece y pisotea el sacramento de un primer matrimonio, quebranta la alianza previa y juramento que se dio en el altar.      
            Malaquías denunciando el adulterio de su tiempo anuncio que en atención a los justos: “se escribió en presencia de Dios un libro en memoria de sus fieles, aquellos que honran su nombre…” (M. 3:16). A pesar de las traducciones, significados y contextos, recordé que la palabra “memoria” también es usada por Jesús al instaurar la Eucaristía; “hagan esto en memoria mía”. Quizá el “libro” señalado por Malaquías sea un símbolo referido a la Eucaristía (no lo sé). Pero bajo la enseñanza los adúlteros no tendrán parte en ese libro, ni en la Eucaristía. Para poder acceder es necesario retractarse de aquello que atenta contra los mandamientos de Dios, confesar el pecado y avanzar.    
            Ni la Iglesia, ni la biblia reprueban la separación de los cónyuges cuando estos no pueden vivir un matrimonio pleno. Dios desea matrimonios que vivan en paz, sin embargo, no se permite que los separados contraigan matrimonio por segunda ocasión, esa enseñanza es sumamente clara y firme. La Iglesia reconoce causas para anular el primer matrimonio, por ejemplo: cuando existió engaño, ausencia de la fe, o fue en contra de la voluntad de alguno de los dos, etc. Supongo que es difícil recabar evidencia necesaria para poder anular un matrimonio, pero también, siento que la modernidad hace que las parejas vean esto como un protocolo, un papéelo y se aprovechen de este recurso para su comodidad y no para su salvación, propiciando que la Iglesia caiga en la injusticia de anular algo que no puede, ni debe ser anulado.

            Los bautizados debemos reflexionar en nuestras obras a la luz de los textos de Malaquías; “Vosotros cansáis a Dios con vuestras palabras. Decís; ¿En qué le cansamos? _  Cuando afirmáis; Dios aprueba al que hace el mal, lo acepta complacido…”. A esa generación nos parecemos cuando queremos justificar la unión libre y el segundo matrimonio, queremos que Dios apruebe el mal y hasta decimos; “si dos se aman deben estar juntos, Dios es bueno, El es amor”. Meditemos en Dios, tomemos la cruz sin adulterar sus enseñanzas, guardar el mandamiento traerá su recompensa en esta vida y en la otra, seamos pacientes en oración para vencer las tentaciones. 

domingo, 13 de diciembre de 2015

La luz vino al mundo

            En una posada entre unos amigos, veíamos una de tantas peleas en pago por evento, en la frente de un contendiente se leía “San Juan 3:16”, un amigo pregunto el significado del pasaje.
            Este versículo es quizá el resumen y conclusión de toda la biblia; “Porque tanto amó Dios al mundo, que le dio su unigénito Hijo, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga la vida eterna”. En los versículos siguientes Jesús expresa el significado de la fe, las buenas obras y como las malas acciones pueden condenarnos; “Dios no envió al Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que se salve el mundo gracias a él. Para quien cree en él no hay juicio. En cambio, el que no cree ya se ha condenado, por el hecho de no creer en el Nombre del Hijo único de Dios. Esto requiere un juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Pues el que obra el mal odia la luz y no va a la luz, no sea que sus obras malas sean descubiertas y condenadas. Pero el que hace la verdad va a la luz, para que se vea que sus obras han sido hechas en Dios” (San Juan 17-21).
            Sabemos que el ser humano fue creado a imagen de Dios, sin embargo, a mi modo de ver, somos un reflejo distorsionado del creador, una imagen deformada por nuestro pecado, esta peculiaridad nos incapacita para encontrar el correcto significado de la vida. Fuese imposible para la humanidad conocer lo que pecado es, de no ser por la revelación que nos ha llegado desde arriba. La palabra “pecado” se traduce como injusticia. La humanidad en su condición más primitiva entendió, de un modo grotesco, que existen acciones reprobables (pecados) y aplaudibles (virtudes), pero también de un modo primitivo y reprobable emitió castigos; lapidación, amputación, etc.
            Cristo llega a este mundo como modelo de virtud y piedad, empezando desde la elección por el pueblo de Israel; el pueblo más pequeño de todos los pueblos, ó su nacimiento en un pesebre siendo llamado Rey, ó la elección por la Virgen María que expone la crueldad de la ley de Moisés ante esta situación; esperar un hijo antes del matrimonio. Toda la vida de Jesús está encaminada a enriquecer la vida del ser humano en el orden espiritual, emocional y afectivo. Espiritual al mostrarnos que existe una Vida oculta que transciende más allá de esta muerte, y que podemos empezar a construirla desde hoy. Emocional al exponer que las adversidades pueden ser soportadas teniendo la fe como estandarte, no para librarnos de ellas de un modo milagroso sino para tener fortaleza y paciencia para esperar, la cruz es signo de ello. Afectivo al mostrar a la humanidad como una hermandad, y sobre todo, manifestar que existe un Dios que nos amo a pesar de nuestros insultos, errores e injusticias.    
            Jesús es la imagen visible del Dios invisible, es el hombre hecho a imagen de Dios sin las distorsiones causadas por el pecado. Jesús es el modelo a seguir para construir en nosotros el proyecto que Dios deseo para Adán; esa comunión entre la Paternidad del creador, la humanidad y la creación.
            Jesús en su sacrificio manifiesta que Dios está dispuesto a perdonarnos, sin crucifixión no tendríamos idea, ni noción para medir la magnitud de la misericordia de Dios para con el género humano. Sin crucifixión, la misericordia y el amor de Dios seria un mito, una palabra sin sustento, ni evidencia, en cambio; por amor a nosotros se entrego sin renegar de la cruz, por su misericordia perdono esta ofensa al género humano.   

            Cristo vino a este mundo y por ello celebramos la Navidad, un tiempo de reconciliación entre nosotros, un momento para emitir un juicio sobre nuestras vidas; que hicimos bien, que hicimos mal, y creo que no existe una maldad más infame que insultar al hijo de Dios, desnudarlo y matarlo clavándolo en una cruz, eso Dios ya lo perdono. Dios está dispuesto a perdonarnos porque su deseo por nosotros es mayor que nuestra ofensa.   

domingo, 6 de diciembre de 2015

La Ley y la Fe

La ley del antiguo testamento se compone de 613 mandamientos. Algunas sectas cristianas citan el antiguo testamento queriendo reavivar mandamientos antiguos, sin considerar que el antiguo testamento fue una alianza de Dios con Israel, no con bautizados. Algunos bautizados dicen: “el sábado es día de culto” porque la biblia menciona el “7timo día como día de reposo”, día de acudir a la Sinagoga. Sin embargo omiten dos detalles importantes; la Sinagoga no era un templo, y según la ley antigua, un sábado (Sabbat) era guardado cada séptimo día, pero también se exigía celebrar “el gran Sabbat” una vez al año, ese día de reposo podía caer cualquier día de la semana. Los bautizados que pretenden guardar el sábado omiten el resto de las leyes bíblicas asociadas al sábado, por ejemplo; “No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas el día de reposo” (Éxodo 35:3). Los judíos que guardan el sábado cocinan sus alimentos desde el viernes para no encender el fuego de la estufa en sábado, en cambio, los bautizados que “creen guardar el día de reposo” encienden: la estufa, el boiler, el cigarro, etc.
La Iglesia en el siglo primero tuvo discusiones con los judíos que habían abrazado la fe en Jesucristo, argumentaban que las leyes del antiguo testamento eran necesarias para la salvación. Muchas sectas actualizan el discurso exigiendo mandamientos del antiguo testamento, citando versículos de modo aislado. El concilio de Jerusalén considero que el ser humano es santificado por medio del Espíritu Santo, los 613 mandamientos del antiguo testamento no son necesarios. El discurso que San Pedro dio a los fariseos que creyeron en Jesús, cuestiona; “¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres hebreos, ni nosotros hemos podido llevar?” (Hechos 15:10). San Pedro se refiere al yugo de los mandamientos del antiguo pacto.
Entonces, ¿para qué sirvieron los 613 mandamientos antiguos, si la gracia traía por Jesús es lo que nos purifica?. San Pablo expresa sobre la ley antigua y el papel del pueblo de Israel; “la Ley escrita sometió todo al pecado, para que la promesa se cumpla en aquellos que creen, gracias a la fe en Jesucristo. Antes que llegara la fe, estábamos cautivos bajo la custodia de la Ley, en espera de la fe que debía ser revelada. Así, la Ley nos sirvió de guía para llevarnos a Cristo, a fin de que fuéramos justificados por la fe. Y ahora que ha llegado la fe, no necesitamos más de un guía. Porque todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús, ya que todos ustedes, que fueron bautizados en Cristo, han sido revestidos de Cristo” (Gálatas 3:22-27). Israel recibió la ley antigua como guía para recibir al Mesías y la gracia.
San Pablo, ex fariseo conocedor de las leyes del antiguo testamento, enseña que la gracia no está condicionada al hecho de que el individuo cumpla ó no la antigua ley. En lo personal, creo que la antigua ley sirvió para mostrar lo pecadores que podemos ser, manifestar la santidad de Dios y su amor hacia nosotros, pues Cristo murió en un mundo incapaz de cumplir la ley.  

Concluyo con una anécdota; una mujer dejo de acudir a misa, no lo hacía por vergüenza pues su vida no era ejemplar, le respondí; Cristo conoció este mundo, lo vivió y así estuvo dispuesto a morir, no se entregó porque somos capaces de cumplir sus enseñanzas, se entregó porque nos amó. No existe en el mundo alguien que pueda cumplir la totalidad de los mandamientos, si pudiésemos justificarnos ante Dios solo por cumplir mandatos la muerte de Cristo seria en vano.