miércoles, 30 de enero de 2013

Hacia la transformación


Según el historiador Santiago Portilla cuando Francisco I. Madero escribe en sus memorias la frase del evangelio “amaras a tu prójimo como a ti mismo” es cuando entiende que su vocación es política. Francisco afirmaba, “para que el pueblo crezca espiritualmente necesita primero ser libre y para ser libre se necesita la democracia”. Madero pertenecía a una de las familias más acaudaladas del país, su familia tenía haciendas, industrias, inversiones financieras y eran consentidos del régimen. Era inverosímil creer que desde la burguesía se incitara a una revolución. Emiliano Zapata se une al movimiento de Madero, pero, una vez que Francisco llega a ser Presidente Zapata siente frustración al no ver resueltas las necesidades de reparto de tierras entre campesinos. Emiliano creía que la solución a los problemas residía solo en el cambio del poder Presidencial y esperaba de Francisco una actitud dictatorial para dar solución a sus demandas, sin embargo, Madero intenta hacer justicia a las demandas de Zapata por la vía institucional, es ahí cuando Emiliano niega a Madero como Presidente de México, creando una disidencia que desgraciadamente es propicia para el golpe de Estado perpetrado por Victoriano Huerta. La guerra contra Huerta triara consigo un saldo de un millón de muertos.

He querido citar esta parte de la historia de México porque creo que no existe pueblo que no haya recurrido a las armas para hacer de su país una tierra más equitativa y justa. Pienso que es sumamente frustrante para los pueblos esperar un cambio rotundo, poner su sangre, su confianza, elevar ideales estableciendo una lucha para que después de la tormenta confirmen que sus logros en realidad sirvieron de muy poco. México sigue viviendo entre la injusticia, la impunidad, el hambre y la desigualdad.
Una virtud debemos reconocer en Madero, pues, a semejanza de Moisés ha rechazado la comodidad de un régimen para convertirse en vocero de los necesitados. Eso debemos aprenderlo como ciudadanos de este país. La vocación para servir a la patria puede gestarse sin importar el estrato social ó ideal, no importa si son ricos, clase medieros ó pobres, así sean Slim, Azcárraga ó Salinas Pliego. Debemos confiar en la enseñanza de Cristo, porque cuando el ser humano le abre la puerta al Espíritu el llamado de este puede convertirse en algo más importante que cualquier ambición financiera. La palabra “amaras a tu prójimo como a ti mismo” trastorno la conciencia de Madero.
En la biografía de Manuel J. Clouthier se afirma que este acaudalado empresario de Sinaloa, ex presidente de la coparmex, cuando emprende su lucha pacífica por la alternancia política, sus marchas los hace en domingo para no afectar las actividades cotidianas de la ciudad guardando con esto cierto respeto hacia los demás. Cuando Manuel establece un plantón en protesta declarándose “en huelga de hambre” no se privo de la Eucaristía. Creo que es inmedible el grado de influencia de Jesucristo entre los hombres que han intentado cambiar de algún modo la realidad de este país ó del mundo.

Soy de la generación que creyó que la alternancia política seria la solución, desgraciadamente el país no avanza al ritmo que deseáramos, vemos la corrupción, el peculado, la impunidad, el desfalco, el desempleo, el aumento de impuestos y nos sentimos desprotegidos, frustrados ante la incapacidad de convertir a este país en una tierra más justa. Creer que el país se transforma por medio de la violencia ó luchando contra “un enemigo” es querer “construir el país destruyéndolo”. Es momento de escuchar el llamado del Espíritu. Los judíos en tiempos de Juan el bautista intentado modificar la realidad de Jerusalén en la opresión del Imperio Romano gritaban a Juan “¿entonces qué debemos hacer para salvarnos?”, casi esperaban del profeta un llamado a las armas, pero, el bautista les afirmaba; “quien roba, que ya no robe, quien extorsiona que ya no lo haga, quien tenga que comparta…”. El mensaje es contundente y claro, para Dios no hay otra forma.     

miércoles, 23 de enero de 2013

Obama ante la Biblia




Hace pocos días el Presidente de Estados Unidos Barack Obama tomo protesta reanudando su segundo mandato presidencial para los próximos cuatro años. Obama hizo juramento público ante la Biblia usada por el ex presidente Abraham Lincoln y la Biblia que perteneció al activista afroamericano Martin Luther King. ¿Cómo es que Obama puede hacer juramento sobre la Biblia, estar a favor del aborto y sentirse orgulloso del asesinato de Bin Laden?. Sin duda, es otro credo y otra la interpretación.
Como mexicanos una “toma de protesta Presidencial con la biblia” es una práctica ajena a nosotros. Aprovechare este evento reciente para hacer un resumen de la historia del protestantismo en Estados Unidos. Creo que es importante conocerlo porque a final de cuentas el mundo y sobre todo México están influenciados por E.U.  
Primero que nada el pasado religioso de E.U. es protestante. El primer culto realizado fue en Carolina del Norte en tiempos de la colonia Inglesa. Incluso, el catolicismo estuvo prohibido en algunas regiones por considerarlo una creencia de franceses e italianos ajena al sentir Ingles. En los principios de E.U. los primeros hombres que incursionaron en política en su mayoría eran pastores ó ministros de alguna congregación bautista, metodista, presbiteriana, calvinista, luterana, etc. La división entre “Iglesia y Estado” no fue tan abrupta como en México, porque, los Estadounidenses nunca identificaron bien “que es Iglesia” por estar rodeados de tantos credos cristo céntricos. Cabe mencionar que algunas Universidades como Harvard y Oxford tienen un pasado religioso, pues fueron creadas como centros protestantes dispuestos para el estudio de las Sagradas Escrituras con el fin de formar a los pastores de dicha nación.        
Dado que ellos tuvieron una estructura eclesial difusa por la diversidad de credos, desde la antigüedad, los políticos pasaron a ser vistos como una especie de “obispos” dispuestos a ejercer un cargo legal con el fin de obrar los mandatos divinos de la nación que está bajo el amparo de Dios (“One Nation Under God”). Por eso hoy, cuando un político estadounidense confiesa ó se le descubre que “fumo mariguana ó tuvo amoríos fuera del matrimonio” el pueblo se escandaliza. Para nosotros como mexicanos nos parece irónico que un pueblo al que consideramos de “libre moral” se sorprenda por este tipo de actos de sus funcionarios.
Por esta percepción político religiosa de las cosas, el pueblo estadounidense en parte justifica la guerra cuando esta se realiza buscando “la libertad y la democracia” de los pueblos, me atrevo a decir que Washington es visto como un centro dispuesto para impartir justicia a todas naciones con la ayuda de Dios (“in God we trust”). Es preciso saber que, hasta 2010 el armamento usado por la milicia estadounidense incluía en alto relieve citas bíblicas.   
Para terminar, a los católicos mexicanos nos tildan de “callados” con nuestra fe, no somos “parlanchines” como protestantes ó evangélicos de influencia norteamericana. A mi juicio, nos pasa lo que a católicos irlandeses que por la persecución religiosa vivieron su fe en secreto y de ahí viene un trauma social hacia la confesión pública de la fe que se hereda a los hijos. El pueblo norteamericano jamás vivió una persecución religiosa perpetrada por el Gobierno como en el caso de la Guerra Cristera en México. Podemos sentirnos orgullosos porque la fe permaneció a pesar de la tragedia. Demos gracias a Dios por nuestra Iglesia que es una y es para todos los pueblos sin excepción.

martes, 15 de enero de 2013

Hagamos tal cosa "si Dios quiere..."



Un familiar cuestionaba por medio de las redes sociales la frase que usamos los creyentes: “si Dios quiere…”. A continuación cito textualmente su planteamiento: “¿Dónde queda la voluntad de uno?, Se tienen manías muy mal arraigadas en la sociedad, para todo se encomiendan a Dios, si uno dice ‘nos vemos mañana’ responden ‘si Dios quiere’ o ‘con el favor de Dios’, si por los azares de la vida llega a pasar algo desafortunado afirman ‘es que Dios sabe porque hace las cosas’, también dicen ‘espero en Dios y me vaya bien’, pero, no entiendo ¿dónde queda la voluntad de las personas para hacer o dejar de hacer las cosas? ¿no tenemos voz ni voto para nada en esta vida? ¿no tenemos elección de nada? ¿estamos supeditados siempre a un plan divino que desconocemos?”.
Como menciona su hipótesis: “bajo la voluntad de Dios pareciera que el hombre no tiene elección”, vale la pena hacer un paréntesis y citar al lector que, una parte del protestantismo cree en la “predestinación”, que es una creencia que afirma que el hombre no tiene elección pues todo depende de Dios, equivocadamente se afirma: “hay hombres escogidos para salvación y otros elegidos para condena” esto lo deducen por las características de Dios “todo lo sabe, todo lo conoce y de él depende todo”, sustentando su creencia en una mala interpretación de un verso de San Pablo: “por cuanto Dios nos ha elegido en él antes de la fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor; eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad…” (Efesios 1:4,5). Ningún hombre nace “predestinado para condena”, afirmar eso es negar el libre albedrió e ir en contra de la enseñanza de Jesús anunciada por San Pablo: “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad…” (1era de Timoteo 2:4). Cuando San Pablo afirma que “Dios nos ha elegido” no significa que haya desechado alguno, Dios elige porque en la evangelización ¡elige a todos! sin excluir a ninguno, cada persona decidirá si acepta el llamado ó lo rechaza, somos libres para construir nuestra vida con apego a la piedad ó destruirla en base a nuestro egoísmo.
Expresando la respuesta que di al familiar, sobre: “si Dios quiere”, le comente sobre la carta de Santiago, donde el apóstol enseña a usar la frase “si Dios quiere ó si Dios lo permite”, no en el sentido de que Dios “nos haga las cosas”, sino, en el hecho de que no debemos confiar del todo en esta vida porque ninguno de nosotros sabe la hora de su muerte. La frase “si Dios quiere” tal vez se mal interprete por muchos ó sea mal expresada por otros. El ser humano tiene voluntad, decisión, poder de hacer y alternativas a elegir, “si Dios quiere” debe ser entendido como una actitud humilde ante la vida. Nadie puede afirmar “mañana hare tal cosa” porque nadie sabe si mañana morirá.
La carta de Santiago lo explica así: “Ahora bien, vosotros los que decís: ‘Hoy o mañana iremos a tal ciudad, pasaremos allí el año, negociaremos y ganaremos’; vosotros que no sabéis qué será de vuestra vida el día de mañana... ¡Sois vapor que aparece un momento y después desaparece!. En lugar de decir: ‘Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello’. Pero ahora os jactáis en vuestra fanfarronería. Toda jactancia de este tipo es mala. Aquel, pues, que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado” (Santiago 4:13-17).

Israel y Palestina



Uno como católico tiene simpatía por los judíos. Jesús fue judío, la virgen María y  los apóstoles. Del mundo árabe y el islam conocemos muy poco, aunque, tenemos esa imagen de terror y violencia. Por esta causa me di a la tarea de investigar sobre el conflicto Israel – Palestina.
Para los judíos, Jerusalén tiene un papel dentro de la liturgia. En la plática entre la samaritana y Jesús, ella dice: “ustedes, los judíos dicen que en Jerusalén se debe adorar”. Jesús enseña para la Nueva Alianza que la adoración no será en un monte ó en una tierra, sino que, los verdaderos adoradores lo harán “en espíritu y en verdad”. En cualquier lugar donde estemos congregados en torno a la Eucaristía ahí se adora a Dios. En la plática que sostiene Jesús con los fariseos, estos estaban orgullosos de haber reconstruido el templo de Jerusalén, pero, Jesús ha hecho de su cuerpo el nuevo templo: “destruyan este templo y lo reconstruiré en tres días”, refiriéndose a su cuerpo resucitado. Es en el año 70 d.C. cuando el emperador Tito rodea Jerusalén de ejércitos, destruye el templo judío y da cumplimiento a la profecía de San Mateo 24:2; “¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada”. A partir de ahí, los judíos se dispersan por el mundo.
El deseo del Estado de Israel nace en Inglaterra. Los judíos ingleses desean restablecer su propia nación en tierras bíblicas por la intolerancia vivida por los judíos en Europa. Los británicos ven en los judíos la oportunidad de tener un aliado en medio oriente contra el imperio otomano y promueve el traslado de judíos hacia Palestina. De 1915 al 31 la población judía en palestina casi se duplico, de 87,500 a 174,000. El dato interesante es que hasta este entonces: musulmanes, judíos y cristianos vivían en paz en Palestina. En 1934, Adolf Hitler se convierte en presidente de Alemania lanzando una campaña contra judíos, declarando la guerra a países circunvecinos desatando la 2da guerra mundial. Es interesante saber que ni el Gobierno Británico, ni el norteamericano abrieron sus puertas a los judíos alemanes, estos no tuvieron más opción que emigrar a Palestina.
En 1947, las Naciones Unidas aprobaron la partición de Palestina en dos Estados: uno judío y uno árabe. Hasta ese momento, Palestina estaba de acuerdo. El 14 de mayo de 1948 el Estado de Israel declaró su independencia, lo cual fue seguido por la Guerra árabe-israelí de 1948 con los vecinos Estados árabes, que se negaron a aceptar el plan de la ONU.
Analizando los conflictos y guerras posteriores a 1948, puedo decir que a la fecha de hoy, existen grupos árabes y judíos que desean la paz, desgraciadamente en ambos pueblos existen corrientes extremas, por un lado, musulmanes que piden acabar con el Estado de Israel y por el otro, extremistas judíos anhelan hoy que Israel posea los territorios bíblicos de tiempos de Josué, eso es imposible.
Por otra parte, es importante señalar que evangelistas norteamericanos promueven la idea de que el templo de Jerusalén será reconstruido y es entonces cuando el Mesías “vendrá”, afirmando que “el fin esta cerca” cuando “veamos a Jerusalén rodeada de ejércitos”, pero, ¡esto ya sucedió!. Cuando Jesús habla con los fariseos el templo ya había sido reconstruido, el Mesías ya estuvo en el templo de Jerusalén y esta ciudad ya fue rodeada por los ejércitos del emperador Tito. No hay más.   
Es una desgracia para el mundo este conflicto por ser un nudo que entrelaza política, milicia, religión y racismo. Un grupo de judíos ortodoxos jaredí ingleses formo una asociación denominada “Neturei Karta” que protesta en contra de la creación del Estado Israelí, afirman que el “sionismo” es un movimiento político que se aprovecha de la fe de los judíos para ocupar medio oriente, para ellos, el judaísmo es una religión que persigue la espiritualidad y dicen que no hay necesidad de un estado judío para recibir al Mesías.     

jueves, 3 de enero de 2013

Judas Iscariote



Para muchos de nosotros Judas Iscariote es el “villano eterno”, el apostata, el traidor, su nombre es motivo de escándalo ó lapidación a lo largo de los siglos incluso, por muchos años y sin meditar lo juzgue como “digno merecedor del infierno” tomándome el papel de juez.

No daré una apología de Judas Iscariote, pero, a mi modo de ver, mucho podemos aprender del contexto en el que vivió: el amor de Dios y el actuar de los hombres. Primero que nada entiendo y justifico la pedagogía antigua como método de enseñanza, dividir a los personajes en dos bandos “los buenos y los malos”, siendo esto un recurso literario para recalcar el buen camino a seguir y el mal camino a evitar, “los malos” son completamente malos y carecen de virtud alguna.
Humanizando a Iscariote, viéndolo como prójimo con dudas y errores, creo que Judas se suicida no por haber traicionado a la segunda persona de la trinidad, sino por haber traicionado a Jesús, pues, nadie, ni siquiera los apóstoles estaban totalmente conscientes de que “el maestro” al que seguían era Dios. Prueba de ello es el famoso pasaje del camino de Emaus, donde los discípulos se expresan de Jesús como “profeta, poderoso en obra y en palabra” (San Lucas 24:19). El suicidio de Iscariote sucede antes de la resurrección. Judas no estuvo consciente de la grandeza del Cristo resucitado, su depresión viene por haber traicionado la amistad y ser cómplice de asesinato. Iscariote se juzga como culpable, indigno de perdón: “he entregado sangre inocente” optando por el suicidio. El pueblo de Israel experimenta un trauma semejante, reconocer a Jesús como Mesías significa reconocer que históricamente le dieron muerte, Israel como Judas, no conoce la capacidad del amor trinitario de la nueva alianza.
Como sabemos, el resto de los apóstoles abandono a Jesús en la cruz, pero, también abandono al Iscariote que se colgó por falta de consuelo, animo y esperanza. Eso me hace pensar que el ser humano es un ser duro y egoísta, que abandona en la aflicción al inocente y al culpable.
Es preciso mencionar la enseñanza de Cristo sobre “el amor a los enemigos” en el pensamiento de San Pablo; “Bendigan a quienes los persigan: bendigan y no maldigan. Alégrense con los que están alegres, lloren con los que lloran. Vivan en armonía unos con otros. No busquen grandezas y vayan a lo humilde; no se tengan por sabios. No devuelvan a nadie mal por mal, y que todos puedan apreciar sus buenas disposiciones. Hagan todo lo posible para vivir en paz con todos. Hermanos, no se tomen la justicia por su cuenta, dejen que sea Dios quien castigue, como dice la Escritura: Mía es la venganza, yo daré lo que se merece, dice el Señor. Y añade: Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber: éstas serán otros tantos brasas sobre su cabeza. No te dejes vencer por el mal, más bien derrota al mal con el bien”. (Romanos 12, 14-20)
El mundo moderno está lleno de “Iscariotes” que viven equivocadamente, sin embargo, si damos aliento y esperanza no estaremos equivocados, recordemos a Juan Pablo II que perdono a su verdugo, el mundo necesita piedad y perdón.