En casa tenemos una
perra pug de dos años. La raza de los pug es peculiar; su tamaño es como el de
un gato, su nariz es corta y en ocasiones se les complica respirar sobre todo
cuando corren, tienden a ser obesos, su carácter es amigable, incluso no es un perro
muy diestro sino perezoso. Creo que el pug es de los animales menos agresivos,
sus características no lo son, en el reino animal quizá el pug perdería todas
las batallas ó simplemente moriría de hambre por no poder siquiera robarle una
rata a un gato. La única virtud del pug es dar afecto a sus dueños.
El famoso conductor de
televisión Cesar Millán, mejor conocido como “el encantador de perros” afirmo
que es necesario educar al ser humano para que este conviva con el reino
animal, el famoso conductor dice que existen estudios sobre el carácter de los
animales y que los perros son ejemplo de fidelidad y podemos aprender mucho de
ellos. En lo personal me da la impresión que Dios puso a los canes para que el
hombre jamás estuviese solo, es común ver personas que viven solas pero acompañadas
de un perro, y aunque estos no hablan, si expresan emociones de cariño, apego y
alerta, reconocen a sus amos sin perseguir un interés monetario ó
circunstancial, pareciera que están programados para acompañar y servir al
hombre como lo hacen los ángeles.
En el libro de Tobías existe
un versículo poco conocido pero interesante; "Partió el joven con el
ángel, y el perro los seguía..." (Tobías 6:2). Se cree que el libro de
Tobías fue escrito entre los siglos IV y III a.C., aunque algunos se inclinan
por el siglo II a.C., el libro trata de los percances que existen en el deseo
de conseguir un buen cónyuge como compañero de vida teniendo la probabilidad de
quedar solo. Este “joven” es el hijo de Tobías que parte solo de viaje buscando
recuperar un dinero mientras que en el trayecto se topa con un hombre de
humilde condición que es un ángel de Dios, mas, el perro no se aparto del hijo
de Tobías en una travesía peligrosa en un mundo sin leyes dominado por
Babilonia. Es interesante encontrar en este libro sagrado como se hace mención
a un “perro”, considerando que en el contexto antiguo las sociedades vivían
apegadas a la naturaleza por la economía agrícola y de ganado.
Observemos
detenidamente a los animales que componen el reino animal y como dentro de su
limitado raciocinio pueden manifestarnos valores y virtudes, desde la compañía
desinteresada que ofrece un perro, ó el orden de las aves cuando emigran en
grupo, ó el trabajo en equipo que logran las hormigas. Es meritorio parafrasear
a San Juan bautista; “Hagan, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no
comencéis a decir a sus adentros: tenemos a Dios por padre; porque yo les digo
que Dios puede levantar hijo aun de estas piedras…” (Aun las creaturas pueden
ser ejemplo para los que están perdidos). Cuando decimos: “el perro es el mejor
amigo del hombre” deberíamos llenarnos de vergüenza, pues, el mejor amigo del
hombre debería ser el hombre. “Se fue pues el hijo de Tobías junto con el Ángel
y el perro lo seguía…”