Debo confesar, fui ateo por muchísimos años y
por un tiempo fui anti católico. Por mucho tiempo estuve convencido de que la
Iglesia Católica, sobre todo el culto, eran un estorbo para el desarrollo de la
espiritualidad y la fe. La misa me parecía una cosa aburrida, antigua y sin
sentido para este mundo moderno. Conforme fui creciendo en mi conocimiento de
la Biblia me di cuenta de la maravilla que es la Iglesia Católica. Quizá suene
ortodoxo, me atrevo a decir que el culto anterior al Concilio Vaticano II,
donde el sacerdote oficiaba dando la espalda al pueblo, era un culto mas bíblico
porque esa era la postura que tenían los sumos sacerdotes a lo largo de la historia
de la salvación (el pueblo estaba detrás de la cortina y la cortina estaba detrás
de sumo sacerdote) desde el tabernáculo de Moisés hasta el templo en Jerusalén.,
la cortina se rompió con la crucifixión.
Como mencione, fui ateo, nací en un contexto de
liturgia post-concilio y nadie tuvo que cambiar nada de la misa para que
pudiese apreciarla hoy como un católico. Por esta conversión, no veo motivo
contundente del porque alguien deba cambiar algo de la liturgia, ¿para qué?. Argumentaran
que “se hace para atraer a la gente”, como si la evangelización fuese un asunto
del número de asistentes, ¿Cuánta gente que acude a misa está realmente en
misa?, ¿Por qué alguien se siente satisfecho cuando ve un templo lleno?. Desde
hace mucho tiempo deje de preocuparme del número de asistentes, la
evangelización es así; “el que tenga oídos para oír, oiga…”. ¿Por qué ese afán de
medir el éxito por la multitud?, es vanagloria.
Entiendo el interés de pretender renovar el
culto, avivarlo, hacerlo atractivo, pero ¿si la Eucaristía por sí sola no atrae,
qué sentido tiene atraer por cosas ajenas a la Eucaristía?. Yo fui un ateo,
anti católico, me tarde años para encontrar la Iglesia que Jesús dejo, y me
resulta irónico que habiéndola encontrado encuentre en ella católicos que
deseen modificar el culto porque “la gente se aburre y no atrae a nadie…”, son
de lastima, es decepcionante encontrar creyentes así, gente que no cree en el
impacto que tiene la unidad del culto católico y de lo que el Espíritu puso en
el Concilios bajo la sucesión Apostólica. ¿Qué sentido tiene modificar el culto
para que la gente no se aburra?, después les aburre la novedad y se volverán a
ir porque no están ahí por la Eucaristía, están ahí porque les entretiene.
¿Tiene sentido un templo lleno con gente que no
es capaz de cargar la pequeña cruz de su aburrimiento?, ósea, ni el más mínimo sacrificio.
¿No valdría mas que se revolcaran en su pecado hasta el hartazgo y que
volviesen al Padre como lo hizo el hijo prodigo?, creo que sí, sería mejor que
se fueran y que su propio pecado les predique para que vuelvan a Dios con un
corazón dispuesto amarlo. Eso yo lo viví, nadie me lo conto y doy gracias porque
alguien estuvo orando por mi conversión.
Dicen que la “misa coldplay” fue un éxito, que había
muchos jóvenes, pero creo que el culto estaba vacío porque ellos estaban “en su
onda”, ¿estaban ahí por la Eucaristía?. No te fíes de la multitud, no te fíes
de lo que tus ojos ven.