Un rey poderoso deseaba comunicarse con
uno de sus súbditos y envío un mensajero pero no hizo caso, le envío un segundo
mensajero y tampoco escucho, envío un tercero, lo ignoró y el mensajero dijo
“¿no escucharas la voz del rey?”, aquel hombre respondió “no necesito de nadie
para hablar con él…”, y el mensajero sorprendido se marcho. ¿Qué pensara el rey
de ese hombre?, lo tomara por arrogante y cerrara las puertas del palacio cuando
él lo busque por necesidad.
Muchas personas suelen decir “no
necesito de ningún hombre para hablar con Dios” –yo mismo solía decirlo- sin
embargo, ¿Cómo saber si Dios desea expresarse por medio de los hombres?. Dios
desea expresarse por medio de los hombres, Jesús refiriéndose a sus discípulos
dijo “quien los recibe a ustedes me recibe a mí” (S. Mateo 10:40). Dios se expresa
por medio de personas.
En la biblia existen muchos ejemplos
que refuerzan esta posición. El caso más claro es el de Moisés, Dios le dice
“ve y dile al faraón, rey de Egipto, que libere de su tierra al pueblo de
Israel…” (Éxodo 6:11).
El caso del profeta Jonás es muy
claro, Dios habló con el pueblo del Ninive por medio de Jonás; “La Palabra de
Dios fue dirigida a Jonás, hijo de Amittay, en estos términos: “Levántate, vete
a Ninive, la gran ciudad, y proclama contra ella que su maldad ha subido hasta
mí” (Jonás 1:1,2).
También está el caso del rey Saúl,
rey de Israel, Dios habló a Saúl por medio del sacerdote Samuel: “Cuando Samuel
vio a Saúl, Dios le indicó: “Este es el hombre del que te he hablado. El regirá
a mi pueblo” (1era de Samuel 9:17) y cuando Saúl intentaba hablar con Dios,
este no le respondía (1era de Samuel 14:37).
Dios se toma la libertad de escuchar
o no, de responder o no hacerlo –dicen que no responder también es una
respuesta- Dios no escucha la oración del altanero, pero también, Dios es bondadoso
y usa los medios para comunicarse con los altaneros; una Predicación, la
Sagrada Escritura, el consejo de algún individuo, etc.
Un ejemplo pocas veces visto es el
de Jesús con Pilato. Cuando Pilato pidió respuesta a Jesús por la acusación de
los fariseos, Jesús no contesto, no respondió (S. Marcos 15:5), sin embargo,
Dios habló con Pilato por medio de su esposa: “No tengas nada que ver con ese
justo…” (S. Mateo 27:19). Dios le envío un mensaje a Pilato.
En ocasiones así pasa con nosotros
también, Dios nos habla por medio de nuestros seres queridos, nuestros familiares.
Por el pecado dejamos de escuchar a Dios que habló a nuestra conciencia y al
ignorarlo manifestamos que nuestro amor por Él se mermo. Pero Dios se comunica con
nosotros por medio de nuestros seres queridos para que en atención a ellos –a
los que amamos- prestemos atención y optemos por hacer la piedad y la justicia.
Dios nos habla por medio de personas para que existan testigos y –al cumplirse
el exhorto- nuestra soberbia se vea devastada. Dios nos llama de múltiples
formas.
Si escuchamos hoy la voz de Dios, la
voz del perdón, del afecto y la justicia, no endurezcamos nuestro corazón.