domingo, 6 de noviembre de 2011

Blood Money


Hace poco me toco ver por Internet el documental llamado “Blood Money”. El documental de David Kyle, narrado por la doctora Alveda King, sobrina de Martin Luther King, se basa en parte en el libro "Blood Money" de 1992 de Carol Everett, una ex dueña de clínica abortista. Everett es una de los protagonistas del documental, una abortista arrepentida, y explica los entresijos de la industria del aborto y su búsqueda incesante de más clientas y más dinero. Irónicamente, en España “Blood Money” fue clasificado como un documental apto solo para mayores de 18 años, aunque legalmente una adolescente de 16 años puede abortar sin necesidad de informar a sus padres.

Le sugiero vea “Blood Money” por www.gloria.tv porque hasta hoy la discusión solo gira entorno al derecho de la mujer, pero nadie como este documental relaciona el aborto con los subsidios del Gobierno, financiamiento de campañas políticas ó racismo. Es importante, conocer los intereses de las compañías abortistas pues se pretende cambiar la conciencia colectiva a favor del negocio disfrazándolo como un “derecho” de la mujer, que en realidad es la explotación de las mujeres que temen por su futuro a raíz del embarazo. A continuación daré algunos datos de dicho documental; el Dr. David Prentice de “Family Research Council” afirma: “El argumento de no saber cuando inicia la vida no tiene sustento bajo la biología. Si se compara el genoma y el ADN de la madre con el del embrión se concluye que son dos entes distintos, el latido del corazón humano inicia el día 23 después de la concepción, definitivamente no es el cuerpo de la mujer, sino que es un humano dentro de ella que esta en desarrollo”. Carol Everett (ex dueña de una clínica abortista) dice; “Teníamos un plan para vender abortos que se anunciaba como educación sexual en las escuelas, consistía en vencer la timidez de los jóvenes, separarlos de la autoridad de sus padres y los valores familiares, convertirnos en sus asesores sobre la sexualidad. Distribuyamos anticonceptivos de baja dosis ó condones defectuosos para provocar el embarazo, la meta era conseguir de 3 a 5 abortos en niñas de 13 a 18 años (entre mas joven, existe mayor probabilidad de abortos futuros). Si había un embarazo se seguía un protocolo para superar todas las objeciones antiaborto, el asesor sexual en realidad era un vendedor. En alguno de los casos no había embarazos pero se practicaron abortos ficticios con tal de cobrar. El aborto se vende como una solución a mujeres que están en crisis, pero es un camino defectuoso porque provoca un trauma es insuperable. La clínica facturaba alrededor de $45 mil dólares por semana. Practicábamos de 20 a 30 abortos por hora, a ese ritmo es muy difícil esterilizar los utensilios. Abrimos clínicas durante 30 años y estas se amortizaban al primer mes”. En realidad, no hay estadística confiable para saber cuando dinero genera el aborto en EU, porque es un negocio que se esconde en la tragedia de la mujer y su negativa en hacerlo publico. La industria abortista en EU. destina recursos a campañas políticas para promover el aborto y recibir subsidios del Gobierno. También existen intereses raciales para promover el aborto entre los negros, si el aborto continúa en EU. la población negra disminuirá al no tener el mínimo de sucesión de 2.5 hijos por pareja, con los años la comunidad negra será políticamente irrelevante, perdiendo los espacios ganados. Tras la despenalización, las mujeres negras embarazadas abortan en un 28% mientras que las blancas en un 10% y de cada 5 afroamericanas embarazadas 3 deciden abortar. Los afroamericanos constituyen el 12% de la población pero representan el 36% del total de los abortos.

Planned Parenthood practica el mayor número de abortos en EU., y solo en ese país tiene ingresos anuales superiores a los 370 millones de dólares, un tercio de sus ingresos provienen de contratos con el Gobierno. También, tiene afiliados en México, Nicaragua, Costa Rica, Ecuador, Etiopía, Sudan, Kenia, Trinidad y Tobago. Es toda una industria.