En tiempos del General
Porfirio Díaz los Norteamericanos concretaban su expansión por el Caribe;
Panamá, Haití, Cuba, Puerto Rico habían recibido apoyo del Gobierno de Estados
Unidos para constituirse como republicas independientes. Sin embargo la
cooperación Norteamericana insidia en la constitución de las nuevas republicas.
El General Díaz convencido de la expansión Norteamérica, favorece a las
inversiones europeas en México con el fin de balancear los intereses
extranjeros en nuestra Nación. A raíz de esto, la política Norteamericana lástima
la imagen Díaz ante el mundo, lo muestran como el dictador, el promotor del
esclavismo, pero, dicho esclavismo abarataba los costos del tabaco y henequén
que eran exportados hacia E.U. La prensa norteamericana público: “México
entrara en una revolución por la democracia”. Maderistas y otras fracciones en
oposición a Díaz apoyados por la presión Norteamericana consiguen la renuncia
pacifica del Dictador. Francisco I. Madero, un empresario de pensamiento demócrata
es electo Presidente de México y traicionado por el militar ex porfirista
Victoriano Huerta, dando inicio así a la “contra revolución”, una lucha
encarnizada por el poder que en diez años cobro la vida de un millón de
Mexicanos, y que tras su fin constituyo un gobierno integrado por militares que
se adentraron a una guerra contra los cristeros. De Calles heredamos el partido
de Estado: PNR (Partido Nacional Revolucionario). Sobre la guerra cristera el
novelista católico Ingles Graham Greene narra en su obra “Caminos sin ley”
(1939): "Supongo que siempre ha existido odio en México, pero ahora el
odio es la enseñanza oficial: el odio ha superado al amor en el plan de
estudios... Uno se niega a creer que logrará algo bueno: y es que ese odio envenena
los pozos de humanidad". Con el fin de la guerra cristera se abre paso a
un periodo de estabilidad en México. No podemos negar que el antecedente de la
política en México es militar. El Presidente Manuel Ávila Camacho fue el último
Presidente Militar (1940-1946), pero, aun así, la política Mexicana se vio
influida por los ex-presidentes. Lázaro Cárdenas es uno de los últimos
Presidentes militares, fallece en 1970. La lucha pacífica por establecer el
pensamiento demócrata en México no ha sido fácil, es la lucha de los siglos. El
primer triunfo de la oposición se concreta con Ernesto Ruffo Appel como
Gobernador de Baja California Norte en 1989. Nuestro pasado político es de
pensamiento militar. Este fantasma de un pasado intolerante se refleja hoy en
la negativa de nuestros políticos para cooperar en beneficio de la nación y en
la sociedad que expresa libremente su odio ante ideologías políticas que le
desagradan, surgiendo grupos que desean encender la “antorcha revolucionaria” y
establecer la anarquía simplemente porque no están de acuerdo con la decisión
del resto. El México de hoy se hunde entre las disputas de “ciudadanos muy
machos”. La afirmación que Greene hace de nuestra nación tiene sentido: “el
odio ha superado al amor, uno se niega a creer que lograra algo bueno…”. Como
ciudadanos seamos conciliadores, sensatos, apegados a la ética, prudentes,
démosle un respiro al país, unámonos en las diferencias y no nos dividamos por
aquello que nos une. “La patria es el apellido tuyo y mío, es lo que me hermana
contigo, mexicano…” Manuel J. Clouthier.