En aquellos años el Faraón de Egipto había mandado asesinar a los niños hebreos pues no deseaba que la población Israelitas en Egipto creciera, por esto fue que los padres de Moisés lo abandonaron en un río esperando la caridad de algún extraño.
“Bajó la hija de Faraón a bañarse en el Río y, mientras sus doncellas se paseaban por la orilla del Río, divisó una cesta entre los juncos, y envió una criada suya para que la cogiera. Al abrirla, vio que era un niño abandonado que lloraba. Se compadeció de él y exclamó: “Es uno de los niños hebreos”. Entonces dijo la hermana a la hija de Faraón: “¿Quieres que yo vaya y llame una nodriza de entre las hebreas para que te críe este niño?” “Vete”, le contestó la hija de Faraón. Fue, pues, la joven y llamó a la madre del niño. Y la hija de Faraón le dijo: “Toma este niño y críamelo que yo te pagaré”. Tomó la mujer al niño y lo crió. El niño creció, y ella lo llevó entonces a la hija de Faraón, que lo tuvo por hijo, y le llamó Moisés, diciendo: “De las aguas lo he sacado” (Éxodo 2, 5-10).
Para mi es interesante leer en este relato una semejanza con “el buen samaritano”, donde Jesús describe como un hombre fue asaltado y abandonado medio muerto a la orilla de un camino, un sacerdote Judío lo mira y pasa de largo, un ministro Judío del templo lo observa y pasa de largo, pero el Samaritano es aquel que se apiada del moribundo, y a semejanza con la hija del Faraón, el buen samaritano casi usa las mismas palabras; “Cuídalo, yo te lo pagaré…”.
El mensaje de Cristo en el buen Samaritano es sobre la caridad, pero también va ligado a romper la absurda enemistad de los judíos hacia los samaritanos, pues estos no se hablaban entre si, porque los samaritanos eran mestizos (una mezcla entre hebreos y tribus paganas), y los judíos eran celosos de la pureza del linaje, siendo poco benévolos con las personas de origen pagano, incluso los judíos se referían a ellos como “cerdos ó perros”.
Que ironía entonces que los Judíos pretendiendo ser defensores de los decretos dictados por Moisés, no hallan podido ver que el mismo Moisés siendo indefenso fue salvado por la caridad de una mujer pagana. ¿Será que los judíos perdieron el verdadero enfoque del mensaje divino?, ¿Será que los judíos pretendiendo ser una casta pura y portadores de la religión del único Dios, mas bien resultaron ser amantes de estos privilegios antes que manifestar su amor genuino a Dios y al prójimo?.
Ojala profundicemos en el conocimiento de la religión y manifestemos esta sabiduría en la caridad para con todos, pues no valla ser que buscando ser eruditos en la Fe seamos avergonzados por los actos de caridad de aquellos que en nada conocen la Fe en el único Dios verdadero.
Quien estudia religión y comparte lo que conoce, también practica la caridad pues son las ideas y el pensamiento lo que mueven al hombre a transformar su vida, y esto también librara al prójimo de muchos males.
“Bajó la hija de Faraón a bañarse en el Río y, mientras sus doncellas se paseaban por la orilla del Río, divisó una cesta entre los juncos, y envió una criada suya para que la cogiera. Al abrirla, vio que era un niño abandonado que lloraba. Se compadeció de él y exclamó: “Es uno de los niños hebreos”. Entonces dijo la hermana a la hija de Faraón: “¿Quieres que yo vaya y llame una nodriza de entre las hebreas para que te críe este niño?” “Vete”, le contestó la hija de Faraón. Fue, pues, la joven y llamó a la madre del niño. Y la hija de Faraón le dijo: “Toma este niño y críamelo que yo te pagaré”. Tomó la mujer al niño y lo crió. El niño creció, y ella lo llevó entonces a la hija de Faraón, que lo tuvo por hijo, y le llamó Moisés, diciendo: “De las aguas lo he sacado” (Éxodo 2, 5-10).
Para mi es interesante leer en este relato una semejanza con “el buen samaritano”, donde Jesús describe como un hombre fue asaltado y abandonado medio muerto a la orilla de un camino, un sacerdote Judío lo mira y pasa de largo, un ministro Judío del templo lo observa y pasa de largo, pero el Samaritano es aquel que se apiada del moribundo, y a semejanza con la hija del Faraón, el buen samaritano casi usa las mismas palabras; “Cuídalo, yo te lo pagaré…”.
El mensaje de Cristo en el buen Samaritano es sobre la caridad, pero también va ligado a romper la absurda enemistad de los judíos hacia los samaritanos, pues estos no se hablaban entre si, porque los samaritanos eran mestizos (una mezcla entre hebreos y tribus paganas), y los judíos eran celosos de la pureza del linaje, siendo poco benévolos con las personas de origen pagano, incluso los judíos se referían a ellos como “cerdos ó perros”.
Que ironía entonces que los Judíos pretendiendo ser defensores de los decretos dictados por Moisés, no hallan podido ver que el mismo Moisés siendo indefenso fue salvado por la caridad de una mujer pagana. ¿Será que los judíos perdieron el verdadero enfoque del mensaje divino?, ¿Será que los judíos pretendiendo ser una casta pura y portadores de la religión del único Dios, mas bien resultaron ser amantes de estos privilegios antes que manifestar su amor genuino a Dios y al prójimo?.
Ojala profundicemos en el conocimiento de la religión y manifestemos esta sabiduría en la caridad para con todos, pues no valla ser que buscando ser eruditos en la Fe seamos avergonzados por los actos de caridad de aquellos que en nada conocen la Fe en el único Dios verdadero.
Quien estudia religión y comparte lo que conoce, también practica la caridad pues son las ideas y el pensamiento lo que mueven al hombre a transformar su vida, y esto también librara al prójimo de muchos males.