domingo, 13 de marzo de 2016

Dios, dueño del tiempo

            Un paralelo dentro de la biblia significa asociar dos eventos distintos por sus similitudes. Por ejemplo, existe un paralelo entre la vida de Moisés y Jesús, ambos fueron perseguidos al nacer y establecieron alianza.
            Por motivo de semana santa, hare un paralelo entre el primer capítulo del libro de Génesis y el pensamiento cristiano. Para tener una visión general, daré una descripción de los eventos que se suscitan cada día. 
            El día primero Dios creó los cielos y la tierra, estableció la luz separándola de las tinieblas (v. 1-5). El segundo día separo las aguas y el firmamento (v. 6-8). El tercer día dividió la tierra y los océanos, los bendijo (v. 10), también, produjo la hierba, la semilla y todo tipo de arboles y los bendijo (v. 12). El cuarto día Dios estableció los cuerpos celestes para definir el día, la noche y los años (v. 14-19). El quinto día le dio vida a los seres del mar y a las aves del cielo (v. 20-23). El sexto día dio vida a los animales, creo al ser humano a su imagen y semejanza, pidió ser fecundos, multiplicarse para llenar la tierra, que la semilla de mucho fruto. El segundo capítulo se distingue porque menciona “el séptimo día como el descanso de Dios”, por eso los judíos no trabajan el sábado ó el día del Sabbat que significa descanso.  
            Si consideramos al día séptimo como sábado, haciendo una cuenta regresiva de los días podemos decir que Dios inicio su obra “en domingo”, en este día, Dios crea la luz y la divide de entre las tinieblas. A la luz del evangelio, la resurrección de Jesús sucintada en domingo trae la luz a todas las naciones. Los hombres que viven en tinieblas son llamados a la luz de Cristo.
            Otro símbolo importante es el tercer día, si nos fijamos, Dios dijo que el tercer día “era bueno” dos veces, ¿Por qué distinguir así este día y no otro?. Sin duda, existe una referencia entre el tercer día, la trinidad ó los tres días que Jesús estuvo en el sepulcro. Dios no dejo pasar la oportunidad para denotar con énfasis el numero tres. Por esta característica, una tradición judía sostiene que los matrimonios celebrados en martes reciben mayor bendición de parte de Dios.
            El sexto día es viernes, siendo el viernes, el día en que Jesús presenta su pasión y muerte. Curiosamente, en el sexto día, Dios pide ser fecundos, no solo al ser humano sino a las plantas, fecundar la semilla. Recordemos las palabras de Jesús;  “En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, produce mucho fruto” (San Juan 12:24). La pasión, muerte y resurrección de Jesús fue útil para fecundar el cristianismo, multiplicarlo. El sexto día, Dios crea al hombre a su imagen, pero el sexto día, un viernes santo, el Dios hecho a imagen de los hombres es despedazado, y al igual que nosotros, participa de la muerte, fiándose de Dios, entregando su espíritu.
            Para terminar, es curioso que desde la antigüedad el libro del génesis haga mención al domingo como el primer día de la creación. Para el pueblo judío, los años son contados desde el nacimiento de Adán. Según el calendario hebreo, son 5,775 años. Para nosotros, el pueblo cristiano, la nueva creación inicia con Jesucristo, por ello contamos los años desde su nacimiento.     
            Debo aclarar que el relato del génesis no es un relato histórico, sin embargo, debe ser motivo de alegría encontrar estos paralelos que nos manifiestan la sincronía que Dios tiene sobre los eventos. Nada ha quedado a la deriva ó fuera de su ideal.

            Vivamos la semana santa confiando en que Dios está inmerso en cada uno de nuestros días, El es dueño del tiempo.