Espero que
Dios guíe a las personas para que puedan comprender de modo sensible la reflexión del siguiente artículo, muchos piensan que bautizar a un menor es inadmisible.
Expresa el evangelio; “Mientras comían, Jesús
tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos,
diciendo: “Tomen y coman; esto es mi cuerpo”. Después tomó una copa, dio
gracias y se la pasó diciendo: “Beban todos de ella: esto es mi sangre, la
sangre de la Alianza, que es derramada por muchos, para el perdón de sus
pecados. Y les digo que desde ahora no volveré a beber del fruto de la vid,
hasta el día en que lo beba nuevo con ustedes en el Reino de mi Padre” (S. Mateo 26:26-29). ¿Qué tiene que ver este
pasaje del evangelio con el bautismo de bebes?, probablemente poco pero adentrémonos.
En la consagración del pan ¿es el pan quien decide ser Eucaristía ó es Dios
quien decide?. Es Dios quien decide convertir su cuerpo en pan. ¿Cuándo nuestros
padres terrenales decidieron darnos vida, fuimos nosotros quien lo decidió?,
no, ellos lo decidieron por nosotros.
Siguiendo la misma línea de pensamiento, los
apóstoles reciben el Espíritu Santo el día de Pentecostés, evento narrado en
los Hechos de los Apóstoles. Bajo el mismo enfoque, ¿fueron los apóstoles
quienes decidieron recibir el soplo del Espíritu ó fue Cristo quien lo
decidió?. Dios lo decidió y en los evangelios también el Jesús se refiere a
ellos como: “ustedes no me escogieron a mí, fui yo quien los escogió a
ustedes…” (S. Juan 15:16-18). Es Jesús quien escoge, Dios es quien escoge.
Este soplo del
Espíritu recibido por los discípulos en Pentecostés es un paralelo al
soplo que recibió Adán cuando el Génesis menciona; “Dios formó al hombre del
polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida; y fue el hombre un
ser viviente…” (c. 2 v. 7) ¿fue Adán quien decidió ser criatura ó fue Dios
quien lo decidió?. Dios lo decidió y dio vida al género humano.
Del relato del Génesis se desprenden realidades
importantes; la vida humana y su relación con Dios. En el pasaje de la creación
de Adán entendemos que la vida espiritual no la decidió Adán sino Dios, pues el
creador soplo y le dio vida de dos formas; física y espiritual. La Iglesia
enseña que el pecado original no es un acto cometido por los descendientes, Caín
y Abel ó nosotros, el pecado original es la ausencia de la gracia - que en el
pasaje del Génesis está representado por el Edén, apreciemos, Caín y Abel
nacen inocentes pero nacen fuera de Edén.
Concluyamos utilizando los paralelos; si el pan
no decidió ser Eucaristía, ni Adán decidió ser creado y tener vida en el espíritu
- aunque la perdió. El bautizar a un niño es como convertir a ese pan en un templo
de Dios, es hacerlo copartícipe del cuerpo de Cristo, en el sentido espiritual
es como tomar ese polvo de la tierra para soplar sobre él y darle vida en el Reino
de Dios, es entregarle lo que le faltaba – Es hacerle justicia a la creación
humana, bautizar y hacer discípulos.
En un entorno cristiano cada niño que nace en un
hogar católico es recibido por el mismo Jesús porque la Iglesia es el cuerpo de
Cristo.