Iniciare esta reflexión con un chiste; había dos
hombres, uno creyente y el otro tibio e ignorante en asunto de fe, el segundo
le dice al primero; “siento deseos por la mujer de mi prójimo…”, el creyente
responde; “¡pero cómo!, piensa, ¿Qué haría Jesús?”. Pasadas las semanas se
encuentran y el creyente pregunta; “¿Qué paso?, ¿te alejaste de esa situación?”,
el tibio respondió; “no, recordé lo que me dijiste, ¿Qué haría Jesús?, y creo
que Jesús perdonaría mi adulterio…”. Fin.
Constantemente en parroquias ó grupos de la
Iglesia, quien preside pregunta; “¿Qué haría Jesús?”, esto lo hace para que
tomemos una actitud cristiana ante la vida y encaminemos nuestras acciones al
modo de Cristo; ¿Qué haría Jesús ante tal situación en nuestra vida?. Creo que
fue en mi adolescencia cuando escuche esta pregunta por primera vez, en su
momento me hizo reflexionar, pero como viví alejado de la fe al tiempo lo
olvide.
Sobre la misma pregunta, pregunto; ¿Cómo podrá
alguien responder a esta interrogante si no ha estudiado el Nuevo Testamento?,
¿Cómo podrá saber “qué haría Jesús” si no ha meditado al menos un evangelio y
de modo completo?, y ¿Cómo podrán decir el bautizado “yo amo a Jesús” sin
conocer su obra?.
Tengo un grupo de amigos asociados a una red de
pensamiento jesuita, ellos son muy dados al discernimiento, esto es, distinguir
entre situaciones de vida, para afirmar
ó descartar a razón de definir un rumbo. Aunque considero que la vida de todo
discípulo de Jesús consiste en un discernimiento constante, alejarse de
tentaciones y emprender a favor del evangelio, los Jesuitas con su método buscan
esclarecer entre lo bueno y lo mejor, considerando, no es materia de
descimiento una condición de pecado porque esta situación ya está definida por
los mandamientos; debemos alejarnos del pecado, eso no se negocia.
Compartiendo con estos hermanos jesuitas, salto
a mí la pregunta, ¿Cómo podrá el bautizado discernir si no ha estudiado los
evangelios?, me parece correcto afirmar que no es materia de discernimiento una
condición de pecado, pero ¿Cómo podrán conocer “que es pecado” si no estudian
el Nuevo Testamento ó no conocen la opinión oficial de la Iglesia en temas
referentes a la vida moderna?.
Volviendo a la pregunta ¿Qué haría Jesús?, primero
debemos considerar, Jesús haría oración y buscaría la santidad, no hay duda. Recurrir
a la oración es lo que Jesús hizo para fortalecer su interior, reconocer su
realidad y actuar. En los evangelios podemos leer que antes de iniciar su
predicación, Jesús se retiro por cuarenta días al desierto para estar en
oración y ayuno, también, previo a la elección de sus discípulos permaneció en
oración y antes de ser aprendido, previo a su crucifixión, paso la noche orando
en el huerto del Getsemaní. El actuar de Jesús es un actuar desde la oración.
¿Qué haría Jesús para fortalecer su interior?, también,
meditar en las enseñanzas de la fe. En los evangelios podemos leer y saber que
Jesús conoció las leyes hebreas desde su niñez, y en su edad adulta, pareciera
ser un amante de la reflexión de estas, profundizándolas y confrontándolas ante
la hipnosis social de su tiempo. La revelación divina motiva a la perfección
humana, pero si la desconocemos, ¿Cómo podremos saber lo que Dios busca de
nosotros?.
No quiero dejar de lado la caridad en esta
reflexión, Dios pide caridad y eso hizo Jesús, pero la vida de Jesús no puede
ser resumida solo en actos de piedad pues hay muchas otras enseñanzas que al
día de hoy trastornan la conciencia. ¿Qué haría Jesús?, haría lo que hace,
exhortarnos a la conversión para reconciliarnos con el Padre.