Referente a la vida eterna, en el
evangelio de San Marcos encontramos la plática entre Jesús y el joven rico, es
ahí donde se plantea la interrogante; “Maestro bueno, ¿Qué he de hacer para tener
en herencia la vida eterna?”, a esto Jesús respondió; “Los mandamientos sabes;
no mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas
injusto, honra a tu padre y a tu madre” (Cap. 10, v. 19). Sin embargo, en la
oración del huerto del Getsemani, Jesús afirma; “Esta es la vida eterna; que te
conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo”
(S. Juan 17:3). Entonces, ¿Qué es la vida eterna; creer en Dios ó cumplir
mandamientos?, son ambas cosas, creer es hacer.
Dentro de la fe judía,
los rabinos saben que la ley de Moisés se compone de 613 mandamientos,
curiosamente, la mayoría de bautizados no sabemos cuántos mandamientos dejo
Jesús, quizá ni el Papa Francisco ó Benedicto XVI con toda su autoridad podrían
expresarlo ambos y coincidir en un mismo número. De Jesús se conocen sus
enseñanzas, sus parábolas, pero dudo que alguien sepa con exactitud el número
de sus mandamientos. Los judíos si saben cuántos mandamientos dejo Moisés; 613.
¿Por qué los católicos no lo sabemos?.
Si para heredar la vida eterna se
deben cumplir mandamientos, ¿Cuántos mandamientos dejo Jesús?, ó, si la vida
eterna consiste en creer en Dios y en Jesús, ¿cómo podemos afirmar que creemos
si no sabemos ni cuantos mandamientos dejó?.
Creo que el ejercicio de enumerar
los mandamientos de Jesús puede ser interesante porque para ello es necesario
realizar una lectura minuciosa y profunda del Nuevo Testamento, sin embargo,
debo aclarar que la fe católica nunca fue propuesta como un conteo de “leyes de
Jesús”. Pero, en estos tiempos de confusión religiosa y moral, podría ser muy
útil hacer un conteo para discernir lo que Jesús enseño y lo que no enseño,
esto sin el afán de tener una información legalista para mirar la paja en el
ojo ajeno, sino, con el anhelo de conocer más a fondo las enseñanzas y no
pasarlas por alto ú omitirlas, esperando con esto sacar la viga de nuestro ojo,
sabiendo que si somos más fieles a sus enseñanzas recibiremos mayores
retribuciones celestiales; mas gracia sobre gracia y mas paz sobre la paz.
Nadie puede ser fiel a lo que no conoce.
El propio evangelio señala; “Si me
amas, guarda mis mandamientos” (S. Juan 14:15), pero, ¿cuántos mandamientos dejo
Jesús?, nadie lo sabe con exactitud. Si hacemos una lectura lineal del
evangelio de San Mateo encontraremos que los primeros capítulos hacen alusión
al antecedente de Jesús, su nacimiento, su bautismo, etc. Es hasta el capítulo
cuarto donde Jesús muestra su primer mandamiento; “Coinvertíos, porque el Reino
de los Cielos ha llegado” (Cap. 4, v. 17), después, en el capitulo cinco, es
fácil enumerar mandamientos de Jesús; las bienaventuranzas, la obligación de
hacer el bien, conservar la pureza interior, etc. El ultimo mandamiento de este
evangelio es; “id pues y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en
el nombre del Padre, y el Hijo, y Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo
lo que yo os mando…” (Cap. 28, v. 19, 20).
Para concluir, supongamos que
pudimos enumerar todos los mandamientos que Jesús nos dio, ¿Qué podemos
conseguir con esto?, ¿acaso podremos cumplir todos sus mandamientos?, no, creo
que será imposible cumplirlos todos porque somos seres débiles, cometemos errores
y omisiones. Consideremos que leer la totalidad de los mandamientos de Jesús
–esto es, los cuatro evangelios completos- solo nos hará saber lo imperfecto y
rebeldes que hemos sido, y que, aun con esto, Dios nos sigue amando. Así que,
si pasamos de la ignorancia al entendimiento –conociendo lo que Jesús dejó- y
sabemos que Dios es paciente y misericordioso con el que sabe y con el que
ignora, seamos pacientes también con todos, porque ese también es un
mandamiento de Jesús; “haz con los demás, lo que quieres que hagan contigo” (S.
Mateo 7:12).