La Tora de Moisés también llamada
“Pentateuco”, se compone de los cinco primeros libros de la biblia; Génesis,
Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Este compendio es para el judaísmo lo
que los evangelios son para el cristianismo. A continuación, ofrezco un breve resumen
otorgando al lector una visión general con óptica neo testamentaria.
El
libro del Génesis es el inicio, el libro se enfoca mucho en la familia; Dios
entregó su creación a los seres humanos representados por Adán y Eva para que
formaran familia. Desde el primer pecado ahí inicia el proyecto de la redención,
representado por la descendencia de la mujer –la Iglesia- contra el artífice de
la perdición representado por la serpiente; “Y pondré enemistad entre ti y la
mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y
tú le herirás en el calcañar” (cap. 3, v. 15).
Éxodo
es un libro enfocado en la liberación, que no es solo abrir los grilletes sino
una liberación para dar culto a Dios; “el Señor le dijo a Moisés: “Ve al faraón
y dile: “Así dice el Señor: Deja ir a mi pueblo, para que me adore” (cap. 8
v.1). El libro muestra un orden para esa adoración que dará Israel, es Dios
quien dice como debe ser adorado, no el pueblo. El libro describe la
instauración del sacerdocio, las leyes y las fiestas, entre ellas, la fiesta de
los panes sin levadura; “Guardarás la fiesta de los panes sin levadura. Según
te he mandado, por siete días comerás panes sin levadura en el tiempo señalado
en el mes de Abib, porque en el mes de Abib saliste de Egipto” (cap. 34 v. 18).
Es en esta fiesta donde Jesús instauro la Eucaristía en la Pascua. Dios
estableció una forma para ser adorado, Jesús la cumplió y desde su resurrección
no ha establecido otra.
El
tercer libro, Levítico, parece ser una alabanza oculta al sacrificio de Jesús.
El libro se enfoca mucho en el sacrificio y el derramamiento de sangre para la
redención de los distintos pecados del pueblo; “Esta es la ley del sacrificio
por el pecado: En el lugar donde se inmola el holocausto, delante de Yahvé,
será inmolada también la victima por el pecado. Es cosa sacratísima. La comerá
el sacerdote que ha ofrecido la victima por el pecado. Será comida en lugar
santo, dentro del atrio de la Tienda del Encuentro. Todo cuanto entre en
contacto con esta carne quedará consagrado…”. (Cap. 6, v. 18-20)
En
el libro de Números se aprecia un significado de seguridad. Sus versos inician
con un censo para establecer el ejército de Israel. Lo curioso es el orden que decidió
Moisés para mencionarlo, lo normal hubiese sido establecer un grupo armado tras
la salida de Egipto por la persecución del Faraón (en Éxodo). Pero Moisés lo
ordeno como; primero la familia y su relación con Dios (Génesis), después la
libertad y la adoración en el Tabernáculo (Éxodo), posteriormente los
sacrificios por el pecado (Levítico), y solo así, la seguridad terrenal
plasmada en el ejercito citado en Números.
Finalmente,
Deuteronomio, que significa “segunda ley”, un libro que superficialmente parece
no tener mucho que ofrecer pues solo reafirma lo ya visto en los libros
antecesores, sin embargo, su narrativa posee un toque distinto, mas personal y
esto se aprecia en el capitulo nueve; “al cabo de cuarenta días y cuarenta
noches, me dio Yahvé las dos tablas de piedra, las tablas de la alianza” (v.11).
Titular al libro como “segunda ley” hace reminiscencia a la segunda alianza;
cambiar el corazón de piedra a un corazón de carne, pasar de leyes solemnes a
mandamientos que van a la persona, y esto no es mera casualidad, el libro
señala en el cantico de Moisés la traición de Israel y como Dios los pondrá a
celo con un pueblo que no es pueblo (cap. 32, v. 19-21), nosotros, pueblo
cristiano.
Viviendo
este cumplimiento, como pueblo nuevo, añadido a una alianza nueva establecida
por Cristo, celebrando una Pascua heredada de los judíos –pero ya no judía,
sino cristiana- ¿Cómo vivimos estos regalos de Dios; la familia, la libertad y
la adoración, los sacrificios y la seguridad para celebrar la pascua de la
nueva alianza?.