Toda persona que cocina sabe que al preparar un cocido se debe procurar el punto exacto de cocimiento, de lo contrario el alimento puede quedar crudo ó quemado. Si nos alimentamos solo de cosas crudas podemos enfermar, si nos alimentamos de restos carbonizados no podremos nutrirnos como debemos, de tal suerte que debemos consumir los alimentos en el punto exacto donde podamos nutrirnos y degustarlos, pues nuestro cuerpo los necesita para funcionar. De este ejemplo, puedo decir que el espíritu humano se alimenta, se nutre y crece, el espíritu necesita de los dones divinos para poder funcionar sanamente.
La superstición, la convicción y la Fe, miradas de forma superficial parecieran ser lo mismo pero no es así, la ignorancia en la fe puede llevarnos a la superstición que es el pensamiento mágico, el ocultismo, los hechizos y las corazonadas, la real academia española define a la superstición como: “creencia extraña a la Fe religiosa y contraria a la razón”, una característica de la superstición es que no nutre el espíritu del hombre sino que lo encarcela en creencias que no lo llevan a ningún lugar, no lo instruye para la vida ni tiene como fin perfeccionar al ser humano en la virtud sino que lo somete a la inseguridad de lo inexplicable. Es necesario educar la Fe para crecer y no caer en supersticiones, y aclaro que el estudio de la Fe un deseo personal de superación.
La convicción en cambio es un conjunto de ideas razonadas, de pensamientos y de palabras, puede instruir la vida humana por medio de la razón y el entendimiento, debe servir para complementar la Fe mas no para justificarla, la Fe se condimenta con el entendimiento humano, pues: ¿Cómo podremos seguir a Dios si primero no entendemos que es lo que nos pide? Ó ¿Qué podemos esperar si primero no lo sabemos?., Trayendo de nuevo el ejemplo de la cocina podríamos decir que la convicción es como un recipiente donde podemos dar forma y cocinar los mejores caldos ó los peores venenos, digamos pues, argumentos sólidos para crecer en la Fe ó convertir a la convicción en un verdugo.
Sobre la Fe, la real academia española la define como “fidelidad”, y sobre esto puedo decir que la Fe debe movernos para obedecer aquello que conocemos y es creído entre nosotros como verdadero. Por la Fe en Dios, Noé construyo con esmero y paciencia el arca y se salvo, por la Fe en Dios los grandes santos y profetas antiguos guardaron los mandamientos, por la Fe en Dios leemos que José permaneció al lado de María soportando dificultades y por ello es contado dentro de la sagrada familia. Por la Fe deseamos construir nuestra vida y sociedad bajo la virtud exhortada por la Iglesia y por la convicción usamos el entendimiento dando motivos de razón contra aquellos que desean inculcar el ateísmo.
“La Fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven” según la carta a los Hebreos, pero, si tengo Fe y no entendimiento lo sagrado ¿cómo podre saber qué es lo que espero?, si no conozco la religión ¿cómo podre seguirla?.