Un paralelo dentro de la biblia significa asociar dos
eventos distintos por sus similitudes. Por ejemplo, existe un paralelo entre la
vida de Moisés y Jesús, ambos fueron perseguidos al nacer y establecieron
alianza.
Por motivo de semana santa, hare un paralelo entre el
primer capítulo del libro de Génesis y el pensamiento cristiano. Para tener una
visión general, daré una descripción de los eventos que se suscitan cada día.
El día primero Dios creó los cielos y la tierra,
estableció la luz separándola de las tinieblas (v. 1-5). El segundo día separo
las aguas y el firmamento (v. 6-8). El tercer día dividió la tierra y los
océanos, los bendijo (v. 10), también, produjo la hierba, la semilla y todo
tipo de arboles y los bendijo (v. 12). El cuarto día Dios estableció los
cuerpos celestes para definir el día, la noche y los años (v. 14-19). El quinto
día le dio vida a los seres del mar y a las aves del cielo (v. 20-23). El sexto
día dio vida a los animales, creo al ser humano a su imagen y semejanza, pidió
ser fecundos, multiplicarse para llenar la tierra, que la semilla de mucho
fruto. El segundo capítulo se distingue porque menciona “el séptimo día como el
descanso de Dios”, por eso los judíos no trabajan el sábado ó el día del Sabbat
que significa descanso.
Si consideramos al día séptimo como sábado, haciendo una
cuenta regresiva de los días podemos decir que Dios inicio su obra “en domingo”,
en este día, Dios crea la luz y la divide de entre las tinieblas. A la luz del
evangelio, la resurrección de Jesús sucintada en domingo trae la luz a todas
las naciones. Los hombres que viven en tinieblas son llamados a la luz de
Cristo.
Otro símbolo importante es el tercer día, si nos fijamos,
Dios dijo que el tercer día “era bueno” dos veces, ¿Por qué distinguir así este
día y no otro?. Sin duda, existe una referencia entre el tercer día, la
trinidad ó los tres días que Jesús estuvo en el sepulcro. Dios no dejo pasar la
oportunidad para denotar con énfasis el numero tres. Por esta característica,
una tradición judía sostiene que los matrimonios celebrados en martes reciben
mayor bendición de parte de Dios.
El sexto día es viernes, siendo el viernes, el día en que
Jesús presenta su pasión y muerte. Curiosamente, en el sexto día, Dios pide ser
fecundos, no solo al ser humano sino a las plantas, fecundar la semilla.
Recordemos las palabras de Jesús; “En
verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere,
queda él solo; pero si muere, produce mucho fruto” (San Juan 12:24). La pasión,
muerte y resurrección de Jesús fue útil para fecundar el cristianismo,
multiplicarlo. El sexto día, Dios crea al hombre a su imagen, pero el sexto día,
un viernes santo, el Dios hecho a imagen de los hombres es despedazado, y al
igual que nosotros, participa de la muerte, fiándose de Dios, entregando su espíritu.
Para terminar, es curioso que desde la antigüedad el
libro del génesis haga mención al domingo como el primer día de la creación. Para
el pueblo judío, los años son contados desde el nacimiento de Adán. Según el
calendario hebreo, son 5,775 años. Para nosotros, el pueblo cristiano, la nueva
creación inicia con Jesucristo, por ello contamos los años desde su nacimiento.
Debo aclarar que el relato del génesis no es un relato
histórico, sin embargo, debe ser motivo de alegría encontrar estos paralelos
que nos manifiestan la sincronía que Dios tiene sobre los eventos. Nada ha
quedado a la deriva ó fuera de su ideal.
Vivamos la semana santa confiando en que Dios está
inmerso en cada uno de nuestros días, El es dueño del tiempo.